Segunda parte de Detención.
Es el segundo año de TaeHyung en la preparatoria y les piden a los alumnos que se unan a un club extracurricular. TaeHyung se une al periódico escolar y con la llegada de alumnos nuevos, la trama se complica un poco más.
...
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Habían pasado un día entero con JangHyuk al frente de la clase. JangHyuk no era el peor profesor del mundo, pero si lo comparaban con YoungWoon, no lograba causar ese interés en los alumnos que YoungWoon sí podía. En cuanto las clases terminaron, TaeHyung recogió sus cosas con prisa, Jimin lo imitó.
—¿Pero a dónde crees que vas, cabezón? — Cuestionó NamJoon. — ¿No prestaste atención a la conferencia?
—No — dijo TaeHyung rápidamente y notó que NamJoon lo veía decepcionado —, joder NamJoon, pensé que me conocías.
—¿Reunión después de clases? — Volvió a cuestionar NamJoon. — ¿No? ¿Nada?
—A nadie le importa la escuela — dijo Jimin.
—Jimin, cállate — exigió NamJoon.
—Pero si soy mudo.
TaeHyung y NamJoon miraron a Jimin con fastidio y él les dio una sonrisa enorme.
—Si preguntan por nosotros solo da una excusa — le dijo TaeHyung a NamJoon. Ambos, TaeHyung y Jimin terminaron de tomar sus cosas.
—Pero...
—Necesitamos encontrar a YoonGi.
NamJoon los miró con el ceño fruncido, entonces suspiró.
—Vale, pero solo por hoy.
TaeHyung y Jimin prácticamente corrieron todo el trayecto a casa de YoonGi y JungKook, el plan era encontrarlos y convencerlos de volver, aunque fuese temporalmente. Al llegar se dieron cuenta de que algo no andaba bien. Todo estaba callado.
Si bien, los hermanos no eran muy ruidosos, siempre había luces encendidas o se escuchaba el enorme televisor desde afuera. Pero no había nadie. TaeHyung y Jimin caminaron de vuelta por donde venían, mirando al suelo.
—¿Y ahora qué hacemos? — Preguntó Jimin.
—Llamamos a MinHo de nuevo — contestó TaeHyung.
La llamada sonaba como entrante, pero no conectaba. Jimin veía a su amigo hasta que se le ocurrió una gran idea.
—¿No estarán en algún hospital? — Volvió a preguntar Jimin.
—Hay demasiados, Jimin.
—¿Por qué no le preguntamos a YeonJun?
—¿YeonJun? — Preguntó TaeHyung sorprendido.
—Es el hijo del alcalde, debe saber algo, ¿no?
—Hombre, es mucho pedirle...
—No tenemos nada que perder.
TaeHyung suspiró y entonces hizo la llamada.
Una hora más tarde, esperaban a YeonJun en la entrada de uno de los hospitales. Al verlo llegar, TaeHyung no supo cómo saludarlo. No es como sí que lo hubiera salvado, cambiase algo de lo que ya había hecho. YeonJun también se mostró incómodo, así que decidió ir directamente al grano.
