Fin de la maratón!
FOTO MULTIMEDIA: DAVID PUCKERMAN (ANDREW GARFIELD)
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-¿Qué mejor forma de aliviar las penas que tomando y peleando, eh? –sonrió Ryder cuando Dave estacionó su auto.
-No estoy seguro de esto, hermano -hizo una mueca Simon.
-Vamos, Simon –lo animé-. Verás que cuando pelees, te olvidarás de tus problemas y será una buena forma de eliminar tus malas vibras. Y aparte… ganas dinero –subí mis cejas y los demás rieron.
-Tenemos suerte de que hoy Stacy haga la fiesta–comentó Cook mirando su teléfono, mientras nos bajábamos del auto. Todos le dimos la razón.
La casa de Stacy era asombrosa. Era como Berkeley, solo que multiplicada por diez.
Subimos las largas escalinatas de mármol, en dirección a la entrada de la mansión. La casa por fuera parecía hecha de oro. En el patio delantero, había como 50 personas bebiendo, o simplemente tiradas en el piso.
-Asombrada, ¿eh? –Ryder me sonrió y me tomó de la mano. Asentí aún impresionada-. Intenta no separarte de nosotros, porque cuando empiecen las peleas, la cosa se pondrá fea.
Dentro, la casa era aún más bella, pero no se las describiré porque nunca terminaría de hacerlo. Apenas entramos, les robamos botellas de cervezas a unos chicos de preparatoria que estaban colados ahí y nos metimos en la pista de baile improvisada.
Luego de un rato, y de aproximadamente 3 botellas de cerveza, Simon parecía pasarla bien, y lo confirmé cuando se consiguió a dos rubias tetonas y se las llevó al piso de arriba.
David y Cook se perdieron apenas entramos a la casa, y ahora estaba sola con Ryder, sin embargo, cuando pasó una morocha de piernas infinitas y bronceadas en frente de él, provocándolo, se esfumó como el humo. ¿Y que si me dolió? No. Me enfureció.
Así que ahora, estaba bailando muy pegada con un chico el cual nombre desconocía. Mi piel brillaba a causa del sudor, y algunos mechones de cabello se me pegaban en mi frente y en mi cuello. Estaba de espaldas a él, moviendo mi trasero contra su… bueno, contra su pepino.
¿Qué? Estaba un poco ebria y súper furiosa, no me juzguen.
Cuando me volteé hacia él, le di un buen trago a mi botella de cerveza y luego estampé mis labios con los suyos. Él me tomó del culo y me apretó contra él, correspondiéndome.
Saluden mientras puedan a la Penny borracha, ya que si alguno de mis hermanos me encontraba así, me sacarían la ebriedad a gritos.
Puede que esta noche hubiera tenido mi propia diversión, si no fuera porque alguien tomó a mi presa por la camisa y lo apartó de mí.
Ryder estaba ahí, con los ojos llenos de furia. Le dijo unas palabras al chico, y este se fue casi corriendo.
-Oye –me quejé, y cuando Ryder me arrebató mi cerveza, me enfurecí más-. ¡¡Oye!!
-Te dije que no te apartaras de mí –dijo enojado mientras se acercaba a mí y miraba con recelo a todo mí alrededor.
-¡Disculpa, Señor Cumplo Con Todo Lo Que Digo! –intenté sonar indignada, sin embargo, por la forma en la que arrastraba las palabras, daba risa -. ¡Pero tú te fuiste atrás de ese culo operado!
-¿Y eso te obligaba a tomar al primer idiota que se te cruzara y follártelo con la boca? –escupió enojado.
-¡No fue por ti, estúpido! –grité enojada-. Yo también tengo derecho a disfrutar. ¡Ni siquiera sé que es lo que te molesta! ¿Te molesta que sea como tú? –le recriminé.
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Adoptada por una Fraternidad © |EDITANDO|
Novela JuvenilUna chica con carácter fuerte y ganas de diversión, viviendo en una casa llena de jóvenes que les gusta parrandear, follar y andar desnudos las 24 horas del día. No suena bien, ¿no? {Obra registrada en SafeCreative bajo el código de 1412112752989. T...