Adoptada por una Fraternidad © |EDITANDO|

47- Familia Heller.

Holaaaa! Esta vez no tardé un mes en subir, ¡sino 7 días! Esto es un avance, jajajajajajaa.

Espero que disfruten del capitulo, y ojalá vuelva a subir otro próximamente.

Puede parecen no muy interesante, pero lo más divertido está por venir. Recién están comenzando a conocerse a los Heller, ¡prepárense para lo que sigue!

FOTO MULTIMEDIA: Tia Jenny (Kate Hudson)

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-El bebé no es de Simon.

-¿Estas bromeando? –siseó Ryder. Negué la cabeza y apreté mis labios-. Maldición, ¡¿es que no podemos estar ni un momento sin un jodido drama?!

-Baja la voz –dije enojada, viendo como Ryder se sentaba a los pies de la cama y se tomaba la cara entre las manos-. No deben enterarse los demás, y mucho menos Simon.

-Debe saberlo, Penny –destapó su cara y me miró seriamente-. No podemos ocultarle algo así.

-Lo destrozará, Ryder –dije con tristeza.

-Lo destrozará si se entera ahora, o en un mes, o cuando nazca el bebé inclusive–elevó su tono de voz mientras se levantaba y se acercaba a mí-. ¿Te imaginas lo furioso y dolido que estará al saberlo? Cuando llegue la hora de poner las cartas sobre la mesa, sabrá que se lo ocultamos, y eso le hará peor.

-¿Acaso viste como hablaba del bebé ayer? –susurré enojada mientras me acercaba a él-. Finalmente se hizo la idea de que será padre, ¡y hasta es feliz por ello! Le arrebataremos su felicidad.

-No es nuestra jodida culpa –dijo entre dientes mientras nos señalaba sucesivamente-. Hablas como si al decírselo nosotros lo estaríamos lastimando, cuando en realidad el daño lo hizo otra persona al darle falsas ilusiones.

-Tampoco es la culpa de Blake, si eso es a lo que te estás refiriendo –gruñí, pero luego suspiré, y empecé a hablar calmadamente-. Ella no tenía idea, como ninguno de nosotros.

-Si se hizo los estudios de paternidad es porque muy segura de Simon no estaba –sonrió con amargura mientras caminaba de un lado a otro-. Sin embargo, fue y le dijo a todo el mundo como Simon la había embarazado y luego abandonado.

-¡Sabes que las cosas no fueron así! –le grité enfurecida.

-Sí que lo fueron –siseó volteándose y mirándome con rabia-. Solo estaba buscando que hablen de ella, que le tengan lástima, pero no se dio cuenta que mandaría todo a la mierda en la vida de los demás. Típico de una perra.

-Patético. Hablas así de una mujer a la cual antes quisiste. Simplemente patético –escupí.

-¿Ahora yo soy el patético? –empezó a reír-. Habla la que no quiere decirle la verdad a alguien a quien considera su hermano. Que prefiere que viva en una mentira. Eso es patético.

-Creo que estás demasiado alterado –gruñí acercándome de forma amenazante hasta quedar a centímetros de su cara-. No permitiré que me hables de esa forma, ni a mí ni a nadie, Ryder. Ve y enfríate la cabeza, luego hablamos.

Él apretó la mandíbula, conteniéndose a no contestarme. Finalmente, optó por asentir, y salir del cuarto pegando un portazo. Me senté en la cama y suspiré con tristeza. Pelear con Ryder era una de las cosas que más odiaba.

Luego de unos minutos, Ryder volvió a entrar al cuarto, y esta vez cerró la puerta lentamente, apoyándose en esta. Me paré inmediatamente y fingí estar enojada.