Adoptada por una Fraternidad © |EDITANDO|

37- Nadie cambia a Ryder Heller...

Holiiiii, como están?

PRIMERO: perdón por no contestar casi ningún comentario en el capítulo anterior. Es que tuve algunos problemas y no me dejaba responder. Perdón ):

SEGUNDO: me tomaré un tiempo con las dedicaciones, ya que perdí las listas y me cuesta organizarlas :/

FOTO MULTIMEDIA: RYDER HELLER (COLTON HAYNES) Sé que hace poquito puse un gif de él, pero ya van a entender por qué lo puse de nuevo :v

+++

Y a la mañana siguiente, me encontraba enredada entre las sábanas de la cama de Ryder Heller…

¡JA, JA, SE LA CREYERON!

Bien, les contaré lo que realmente sucedió:

Luego de esa jodida pregunta, Ryder recibió el puñetazo de su vida. Y cuando me bajé del auto, gritando al viento lo mucho que odiaba a Ryder Heller, escuché sus carcajadas. ¡Se reía de mí aun cuando lo había dejado sangrando!

Ryder Heller definitivamente es la persona menos romántica y más estúpida del mundo.

Agh, ¿de qué me quejo? Odio lo cursi. Pero es que… ¡¿CÓMO SE ATREVE A PREGUNTARME ESO?!

Ahora mismo, me encontraba en el centro comercial acompañando a David a comprarse ropa. Si, lo sé, debería ser al revés, pero mi hermano tenía una jodida cita esta noche.

¡Él es demasiado pequeño para tener novia, no es justo!

-¿Cómo me queda esta remera? –dio una vuelta sobre sí mismo y me miró con una sonrisa seductora.

-Bien, David, igual que las últimas diez remeras que te probaste –suspiré y me tiré sobre el cómodo sillón de la tienda.

Dave frunció el ceño.

-¿No es demasiado ajustada? Se me marcan las tetillas –dijo y se pellizcó los pezones. Me sonrojé cuando vi que la gente que estaba en la misma tienda nos miraba con confusión.

-No, David, esa te queda bien –murmuré removiéndome incómoda.

-¡Pero mira mis tetas! –Gritó levantando los brazos-. ¡No deberían marcarse así!

-¡David, no tienes tetas! –gruñí entre dientes.

-Más que tú tengo –me dijo enfadado, se volteó y entró al probador, como toda una diva. Abrí mi boca con indignación, mientras la gente de alrededor se reía por lo bajo.

-¡Vete al infierno! –grité y bufé, cruzándome de brazos.

+++

 

 

-¿De verdad te preguntó eso? –tiró la cabeza hacia atrás y dejó salir una carcajada limpia. No debería haberle contado a David mi último suceso con Ryder.

-Sí, y me rompió el corazón –fingí llanto y luego rodé los ojos-. Olvídalo, fue una estupidez.

-Ryder es así –comentó cuando dejó de reír-. No suele ser romántico, y dice lo primero que se le viene a la cabeza… -me miró con una sonrisa traviesa-.  ¿Qué le respondiste a su pregunta, Penny Pens?

Lo miré con los ojos abiertos como platos.

-¡Obviamente le dije que no! –grité indignada-. ¡¿Cómo se atreve a tratarme como una de sus putas?!