40- Hermandad.

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Estoy muy apurada, así que lo voy a decir rápido:

Perdón la tardanza, sé que últimamente no cumplo con lo que digo. Hoy o mañana voy a estar subiendo los ganadores del concurso, que serán más de uno, y hablaré mejor del tema.

Las amo.

+++

-No –dije por décima vez, mientras desempacaba mis cosas.

-Sí –rogó Ryder.

-No me uniré a tu jodido equipo, Ryder –lo miré enojada-. Yo soy la capitana del equipo azul, cambiarme nada más porque me besuqueo con el líder del otro bando, sería un acto de traición… y de perra.

-Besuquearte –rio por lo bajo y luego volvió a la seriedad-. ¿Cómo pretendo cuidarte si estamos uno en contra del otro? Me obligarán a hacerte bromas pesadas, Turner. Y si no las hago… me lincharán.

-¿Lincharte? –lo miré divertida y me acerqué a él-. No seas estúpido.

-Penny, apenas accedí a que las bromas vuelvan –cerró los ojos y suspiró-. No se puede repetir lo de la última vez…

-Y no se repetirá –enredé mis brazos alrededor de su cuello y le sonreí-. Dudo que esta vez alguien se atreva a meterse a nuestro juego.

-No bajaremos la guardia –murmuró para sí.

-Oye -dije fuerte, él me miró-. Tranquilízate, ¿sí? No pasará nada, te lo prometo.

Sonrió y me besó con dulzura. Lo apreté más hacia mí y enredé mis dedos en su corto cabello.

-Únete a mi equipo –murmuró sobre mis labios. Rodé los ojos y me separé de él.

-Lo siento, pero mi corazón pertenece al equipo azul –dije burlona.

-Tendré que conocer a ese tal equipo azul –dijo frunciendo el ceño. Reí y le pegué un pequeño golpe en el hombro. Miré la hora, en diez minutos debía estar en la cafetería de los Roy.

-Baja, te alcanzo en unos minutos –avisé terminando de guardar unas cosas.

-Bien –abrió la puerta-. En el camino discutiremos eso de a quién pertenece tu corazón.

+++

Por la noche, mientras miraba televisión con Chris y Cook en el cuarto de juegos, unas luces y gritos afuera llamaron nuestra atención.

-¿Oyeron eso? –preguntó Chris tenso.

-Si –respondí parándome y acercándome a la ventana.

-Eh, tienen que ver esto –dijo agitado David mientras se asomaba por la puerta del cuarto. Los cuatro bajamos corriendo y luego salimos de la casa.

Nos sorprendió ver que alrededor del escenario improvisado, en el medio del campus, había muchas antorchas prendidas. Sobre el escenario, la mitad de mi Fraternidad estaba parada.

-El equipo rojo –gruñó Cook a mi lado-. Algo deben estar tramando.

Todo el campus estaba frente al escenario, a la espera de las palabras del líder: Ryder.

Empezamos a empujar a todos los espectadores, ganando miradas enojadas y ansiosas. Cuando estuvimos delante de todo, me puse de puntitas y toqué el pie de Ryder. Él bajó la mirada con confusión, y luego sonrió.

Adoptada por una Fraternidad © |EDITANDO|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora