-Estás en problemas–sentenció Mila entrando sin previo aviso por la puerta de mi cuarto.
La mire con mis cejas elevadas.
-¿De qué hablas?
-¿Cómo de que hablo? ¡De tu última broma, Pen, todo el campus habla de eso! –chilló.
-¿De que podrían hablar? Era una broma personal y que decidimos mantener en secreto –fruncí el ceño.
-Bueno, no todos la mantuvieron en secreto entonces –se mordió el labio inferior-. Todo el campus habla de que te acobardaste a último momento de acostarte con Todd, y que quisiste camuflarlo diciendo que era una broma. Ah sí, y que mentiste… en realidad eres virgen.
Me levanté echando humo por mis orejas.
-¿Ahora ellos afirman cosas sobre mi vida privada? ¿Quién mierda empezó este rumor? –grité con furia.
-Sorpresa, solecito –canturrió Ryder entrando por la puerta. Agarré un zapato que estaba en el piso y se lo tiré directo a la cabeza-. ¡¿Pero qué te pasa, loca?!
-¿Cómo te atreves? –me acerqué y lo empujé.
-Ey, ey –intervino Mila separándonos.
-¿5 puntos para cada uno? –sonrió Ryder.
-10 –reclamé.
-Claro que no, querida –dijo Simon apareciendo de la nada y apoyándose en el marco de la puerta.- Estas bromas son pequeñas, por lo tanto no deben merecer más de 5 puntos.
-¿Decir frente a todo el campus que voy a acostarme con un novato es una broma pequeña? –Los chicos asintieron con diversión-. ¡Tengo la mente seca! –Grité mientras elevaba mis brazos-. No se me ocurre ninguna broma buena últimamente.
-No es nuestro problema –se encogió de hombros Ryder acercando su cara a la mía-. Tienen 1 día para hacer una buena broma, o quedan descalificados.
-¿Y ustedes qué? –Pregunté enojada-. Ustedes tampoco han hecho ninguna broma buena, ¿por qué nos amenazas a nosotros?
-¿Quién dijo que no hemos hecho ninguna broma buena? –preguntó con tono inocente Simon.
Los miré con recelo.
-Bien, como sea, debo irme a clases –tomé mi mochila y empujé a mis amigos.
-Espera, vamos a desayunar, aún tenemos tiempo –me dijo Ryder. Esto me daba desconfianza. Sin embargo, acepté y bajamos.
Una vez en la cocina, me senté en uno de los taburetes de la isla junto con Mila y Simon, mientras Ryder preparaba el desayuno.
-Oigan, ¿han sabido algo de Blake? Hace días nadie la ve por aquí –habló Mila.
Me miré con mis hermanos y negamos con la cabeza.
-Noup –murmuró Ryder.
-No la veo desde que peleamos –hice una mueca recordando cuando encontré su diario secreto, en el que escribía que me odiaba y solo era mi amiga por Ryder. Perra.
-Tal vez se lo pensó mejor y decidió irse –dijo Simon. Él sí que odiaba a Blake.
-Es mejor que se haya ido, era una maldita perra. Nadie utiliza a mi pequeña Penny –hizo un pucherito y me dio un corto abrazo.
-¿Sabes, Mila? Hablando de Blake… Nunca me has contado porque se llevan tan mal –provoqué mientras me cruzaba de brazos.
Simon me pegó una patada en la pierna por debajo de la mesa, lo miré con los labios apretados.
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Adoptada por una Fraternidad © |EDITANDO|
Teen FictionUna chica con carácter fuerte y ganas de diversión, viviendo en una casa llena de jóvenes que les gusta parrandear, follar y andar desnudos las 24 horas del día. No suena bien, ¿no? {Obra registrada en SafeCreative bajo el código de 1412112752989. T...