FOTO MULTIMEDIA: KOL GIGANDET (TIM BORMANN)
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-Entonces... ¿me estás diciendo que ella se ponía una peluca rubia y pasaba de ser una adolescente normal a una superestrella? –preguntó Cook mientras se metía un puñado de palomitas de maíz en la boca.
-Exacto –asentí mientras no despegaba la vista de la televisión, donde pasaban 'Hannah Montana'.
-Es imposible –frunció el ceño Cook mientras se removía en la cama-. ¿Tan idiotas eran como para no darse cuenta? Si tú te pusieras una peluca pelirroja te reconocería –dijo obvio.
-Pero no es lo mismo –rodé los ojos-. Ella no iba a la escuela con la peluca, sino que se presentaba a miles de personas que no conocían su verdadera identidad... ¿entiendes? –moví mi cabeza hacia el costado y lo miré mientras agarraba palomitas de maíz del tazón. El frunció el entrecejo.
-Sigue siendo imposible, es como si...
-Ya, cállate –bufé y me acurruqué más a él, mientras me tapaba con el cobertor.
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Abrí los ojos lentamente y me confundí al notar que no estaba en mi cuarto. Me fijé en el reloj de la mesita de al lado: eran las 12 del mediodía del sábado, recordé que anoche me había quedado a dormir con Cook, sin embargo, él no estaba junto a mí.
Me senté en la cama y me desperecé. Miré por la ventana, el día estaba nublado, y parecía como si fuese a llover de nuevo.
Salí del cuarto y me dirigí al mío, que quedaba a tan solo unas puertas del de Cook. Dentro, me puse unos vaqueros ajustados, una musculosa de colores y un buzo negro arriba. Me calcé mis Vans, tomé mi mochila y mi celular y salí del cuarto.
Ni bien terminé de cerrar la puerta de mi habitación, 5 de mis hermanos pasaron corriendo delante de mí casi tirándome, y bajaron las escaleras.
En la planta baja, el estruendo que había era impresionante. Gritos, risas y voces inundaban la sala. Me asomé por la baranda para ver.
Desde arriba, pude ver como estaban absolutamente todos mis hermanos rodeando a alguien que desconocía. Lo abrazaban y reían, como si se conocieran de toda la vida.
-Cuéntame, hermano –lo abrazó por los hombros David-. ¿Alguna chica?
-Algunas cuantas –dijo ese desconocido y todos estallaron en carcajadas, mientras le daban palmadas en la espalda-. Bueno... se ha estado diciendo por ahí que vive una chica en la casa –elevó sus cejas-. ¿Es eso cierto?
Pude ver como a mis hermanos se les iba la sonrisa por unos segundos, pero luego volvían a su estado de felicidad.
-Está arriba, te caerá bien –dijo un poco tenso Ryder.
-No lo dudo –sonrió el chico.
Si hubiera sido otro momento, tal vez me hubiera encerrado en mi cuarto durante todo el día, ya que esto me daba mala espina. Pero anoche hable con Jordan y los demás y quedamos en vernos hoy, así que sí o sí debía pasar por donde estaban todos ellos.
Bajé las escaleras viendo mi teléfono, fingiendo que no sabía que estaban ahí. Sin embargo, cuando llegué a mitad de escaleras, no aguanté más la intriga y levanté la cabeza. Me quedé estática en el lugar, mirando al chico nuevo.
Era alto, de tez bronceada, ojos claros y cabello corto y rubio. Llevaba una remera de manda larga ajustado a su bien trabajado cuerpo. Él llevaba una sonrisa divertida, pero cuando me vio, se le fue de la cara.
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Adoptada por una Fraternidad © |EDITANDO|
Teen FictionUna chica con carácter fuerte y ganas de diversión, viviendo en una casa llena de jóvenes que les gusta parrandear, follar y andar desnudos las 24 horas del día. No suena bien, ¿no? {Obra registrada en SafeCreative bajo el código de 1412112752989. T...