14- Revolución.

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Abro mis ojos por la molesta luz de sol que entra por la ventana. Miro a mi alrededor y veo a mis hermanos semidesnudos durmiendo a mi lado, así que me tranquilizo y vuelvo a dormir.

Esperen…

Abro mis ojos como platos.

¡¿MIS HERMANOS SEMIDUESNUDOS DURMIENDO A MI LADO?!

Y, oh esperen de nuevo.

¡¿YO SEMIDESNUDA DURMIENDO CON ELLOS?!

Gimiendo del horror intento sentarme en la cama, pero algo me lo impide. Mejor dicho, alguien me  lo impide. Ryder, que duerme como un angelito aun, tiene su brazo alrededor de mi cintura, y abrazado a mi espalda, esta Simon.

-Esto debe ser una broma –susurro.

Con cuidado saco los brazos de mis hermanos y me siento lentamente en la cama. A mi derecha se encuentra Ryder y seguido de este, David (cabe aclarar que este ultimo esta abrazándolo, jaja, que nenas); a mi izquierda, que hasta recién me abrazaba, esta Simon; y por último, a los pies de la cama y durmiendo en posición fetal, esta Cook. Están todos semidesnudos.

¿Ya he dicho que están todos semidesnudos? Bueno, por si no lo dije: están todos semidesnudos.

Intentando no tocar a Simon, bajo de la cama por encima de él, y para mi suerte, lo logro sin despertarlo. Empiezo a buscar con desesperación mi ropa. ¿Qué mierda pasó ayer?

Me meto al baño y me miro en el espejo. Ay, qué asco. Mi pelo esta todo enmarañado y está manchado con una sustancia desconocida para mí. Mi labio está roto, y hay sangre seca en mi nariz y en mi ceja.

Sin embargo, mi fea apariencia lo recompensaba el saber que Sarah había acabado peor. Sonreí con maldad al recordar la pelea.

Bien, les cuento: luego de que me haya tirado encima de Sarah y hayamos caído al piso, empezó la guerra. Al principio, mis hermanos intentaron separarnos mientras se reían, pero al final, unos ‘amigos’ de Sarah, vinieron y empezaron a pelear con ellos. Tan solo 5 minutos después, ardía Troya. Todo era un completo descontrol, esta vez la gente sí nos prestaba atención: empezaron a formar un círculo alrededor de nosotros y a apostar como si de una pelea clandestina se tratase. Bueno… después de todo, algo así era.

Sin embargo, la diversión acabó cuando empezamos a escuchar las sirenas de la policía. Aunque me estaba orinando del miedo, la situación me pareció graciosa ya que inmediatamente ambos bandos (el de Sarah y el mío) nos aliamos para poder escapar. Por suerte, todo salió bien y no nos atraparon.

Sarah terminó casi sin cabello, con la nariz rota y sus lindos ojos morados. Ah sí, también le golpeé una teta, si de algo sirve aclarar. Vamos a ver si puedes seducir hombres ahora, perra.

Me cambié y sin prestarle mucha atención a mi aspecto, salí de la casa de…. bueno, de alguien.

Obviamente, no sin antes sacarle fotos a mis hermanos, que en ese momento si parecían muy cariñosos.

De algo me serviría.

+++

 

 

Salí del baño secándome el pelo con una toalla. Entré a mi cuarto y me tiré sobre la cama. Miré la hora: la 1 de la tarde. Llamé a Jordan.

-¿Aló? –atendió al tercer tono.

-Roy –espeté enojada. Solo lo llamaba por su apellido cuando me enfadaba con él.

Adoptada por una Fraternidad © |EDITANDO|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora