Holaaaaa de nuevo :)
Quiero especificar algo: la historia TODAVÍA NO LLEGÓ A SU FIN. Verán, cuando anuncié la segunda temporada, muchos lectores pensaron que ya había terminado la primera. Pero no es así, todavía faltan cosas por pasar :)
Aparte, cuando termine la historia, lo voy a avisar, y contará con un epílogo.
Saludos, las amo <3
+++
Pasaron un par de semanas, y las insistencias por parte de Bonnie cada vez eran peores. Yo estaba nerviosa, totalmente nerviosa. No quería ni imaginar cómo estaría Morgan.
Aun no le había dicho a Ryder, ya que sabía que si se lo decía, él no dudaría en arrancarme la ropa de un tirón y, bueno... saben lo que sigue.
Nuestra relación estas semanas mejoraba cada vez más, y todos se daban cuenta de ello. Éramos como mejores amigos, nada más que nos besábamos y dormíamos juntos (NO EN ESE SENTIDO). Pero, aun cuando pensaba que lo conocía del todo, sentía que si yo me entregaba completamente a él, a la mañana siguiente tal vez Ryder ya me hubiera desechado como basura.
¿Confiar o no confiar? Esa es la cuestión.
Chiste malo, lo siento.
En cuanto a las bromas, hasta ahora han sido pocas y ligeras.
Bueno... hasta ahora.
-¡ALTO AL FUEGO! -grité cuando logré subirme a la barra de la sala. Todos mis hermanos, quienes estaban semidesnudos, dejaron de atacar y me miraron.
Eran recién las 9 de la mañana de un sábado, y una guerra de ropa se había desatado en la casa. Alrededor de 5 calzoncillos habían acabado en mi cara ya... solo rogaba que estén limpios.
-Confiesen... ¿toda esta ropa está limpia? -achiqué mis ojos y miré con recelo a toda la Fraternidad.
Todos se miraron entre sí con confusión, se encogieron de hombros, y empezó la guerra de nuevo.
Bufé cuando una media cayó sobre mi pelo. Me bajé de la barra y caminé por la sala, empujando a todos. Si bien fingía estar irritada y enojada, por dentro, estaba rebosando de felicidad. Esto era lo que quería. Ellos, simplemente ellos.
A lo lejos, vi a Ryder solo en boxers, tomando ropa del suelo y tirándola, mientras reía. Cuando a su alrededor no quedó más ropa, miró sus calzoncillos. Tardé unos segundos en darme cuenta de su intención.
-¡Ni se te ocurra sacarte el calzón, Heller! -le grité como si fuera una madre que estaba reprendiendo a un niño. Él alzó la vista y me miró con maldad, para luego perderse entre la multitud de hermanos.
Bufé y volteé. A unos metros de mí, vi a Simon, en una misma situación que Ryder. Sin ropa a su alrededor. Miró sus boxers, pero esta vez, no alcancé a detenerlo.
Grité con frustración y cerré mis ojos rápidamente. Escuché la sonora carcajada de Simon.
-¿Te gusta lo que ves, Penny Pens? -preguntó Simon acercándose. Abrí mis ojos y lo miré enojada.
-No, Simon, no me gustan las papa fritas, pensé que lo sabías -levanté una ceja. La sonrisa de Simon se esfumó y se sonrojó violentamente, mientras todos los demás estallaban en carcajadas. ¿Cómo bajarle el ego de un golpe a un hombre? Dile que tiene el pene pequeño. Simon tomó una camiseta del suelo y se tapó sus partes.
-No tenías por qué decir eso -lloriqueó y se fue corriendo escaleras arriba.
-No hablaba en serio, Simon -grité arrepentida por lo que había dicho.
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Adoptada por una Fraternidad © |EDITANDO|
Teen FictionUna chica con carácter fuerte y ganas de diversión, viviendo en una casa llena de jóvenes que les gusta parrandear, follar y andar desnudos las 24 horas del día. No suena bien, ¿no? {Obra registrada en SafeCreative bajo el código de 1412112752989. T...