Adoptada por una Fraternidad © |EDITANDO|

50- De vuelta al juego.

Hola! Nuevamente perdón. Estoy cada vez más cerca de terminar la historia, y acá va un pequeño adelanto.Tardé porque estuve disfrutando mis últimas semanas de vacaciones, y en cada rato libre aprovechaba para escribir.

Además, estoy trabajando en un nuevo proyecto, que muy pronto se los mostraré ;)

RESUMEN DE LOS ANTERIORES CAPS: los chicos y Penny siguen en Boston, a la espera de Navidad. Pen cada vez se acerca más a la familia Heller... pero se aleja de Ryder. Luego de que ella le admitiera que lo amaba (y no ser correspondida), Ryder se estuvo comportando raro, sin embargo, ambos intentan seguir su relación normalmente, no queriendo forzar nada. Mientras tanto, el grupo se debate si decirle o no a Simon que el bebé que está esperando Blake no es suyo.

Acá les dejo la descripción de algunos viejos personajes que se van a nombrar en el capítulo, para refrescarles la memoria:

Todd: uno de los primeros y más grandes amigos de Penny en la Universidad, pero no pertenece a la Fraternidad de los chicos. Él en un principio demostró un gran interés en Penny, lo cual conllevó a varios problemas con Ryder y los demás, quienes se mostraban bastantes celosos y posesivos con ella en ese entonces. Todd y Penny pelearon en una de esas vueltas, lo cual hizo que se distanciaran un tiempo, pero luego volvieron a ser amigos.

John: es el líder de la fraternidad Zeta Pi, y muy amigo de Penny y los chicos. Él tiene una gran importancia en la Universidad y siempre está al tanto de todo. Es un chico muy amable y sociable.

Kol: hermano de sangre de Penny. 

FOTO MULTIMEDIA: ADRIA ABASCAL (YOUNG AVRIL LAVIGNE)

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Ryder

Me desperté sobresaltado al escuchar un fuerte estruendo. Miré por la ventana y me tranquilicé al darme cuenta de que lo que había escuchado había sido un trueno, ya que seguía lloviendo a cantaros.

Me levanté y salí de mi cuarto, siendo las 4 de la mañana. Desde que murió mi padre, solía tener pesadillas, lo que me llevaba a despertarme a mitad de la noche y no poder dormir más. Si bien ya no tenía aquellas pesadillas, cada vez que venía a dormir a mi casa de Boston ellas volvían.

Bajé las escaleras en la oscuridad absoluta, pero eso no presentaba un gran problema para mí ya que conocía esta casa a la perfección. Entré a la cocina, prendí la luz y me serví un vaso de leche.

Me senté en un taburete de la isla, y clavé mi mirada en la puerta. Tal vez, si es que todos los dioses estaban a mi favor, ocurriría alguna escena totalmente cliché, en la que Penny entraría por esa puerta, discutiríamos, nos arreglaríamos y luego tendríamos sexo salvaje sobre la mesa.

Soñar no cuesta nada.

Suspiré y me pasé una mano por la cara con frustración.

Penny.

Aquella mocosa que desde que puso un pie en la Fraternidad hizo que mi mundo (y no solo el mío) se ponga patas para arriba. Con ese sarcasmo, esa fortaleza, seguridad y bondad me atrajo como un imán hacia ella, y desde el primer instante me tuvo comiendo de su mano, aunque yo no lo hubiera reconocido.

Ella rompió todas las barreras que construí estos últimos años a causa de variadas mierdas por las que tuve que atravesar. Me cambió, me hizo ver que podía ser mejor si me esforzaba.