Nos encontrábamos todos los estudiantes fuera de nuestras casas, precisamente en el centro del campus. Ryder se había parado junto con David, Cook y Simon en el escenario improvisado que había quedado desde nuestra última broma.
Keegan no se apartaba de mi lado. Me había pedido disculpas unas mil veces en los últimos 10 minutos, y yo lo había perdonado unas mil veces más. Después de todo, él tenía razón: las bromas no debían parar, después de todo era un simple juego... bueno, hasta hace media hora cuando intentaron violarme.
-Seré breve –dijo Ryder con ira haciendo que todos los adormilados estudiantes saltaran del miedo-. Todos ustedes son una bolsa de mierda que para lo único que sirven es para arruinar todo. ¡¿En qué puñetero momento les permitieron entrar en el juego de bromas, eh?! –gritó.
-No somos niños para que nos permitan o no las cosas –defendió un idiota-. Nosotros hacemos lo que queremos. Penny Turner nos hizo dar cuenta que ustedes no nos mandan aquí. ¡Nosotros tenemos el poder!
Todos gritaron y aplaudieron, dándole la razón a ese chico. Bajé la mirada, intentando no romper en llanto de nuevo. ¿Esto era mi culpa?
-Pues Penny Turner ya no les dará locas ideas, se los aseguro–dijo entre dientes Ryder, haciendo que todos callen-. Estas últimas semanas se la pasaron haciendo bromas de mal gusto, y nosotros como unos imbéciles se los dejamos pasar. ¿Pero hasta llegar al punto de disparar al aire y drogar a una chica para que parezca muerta? Y eso no es todo... –dio un paso adelante y apretó los puños con ira-. ¡¡Hace tan solo media hora intentaron violar a una chica con la jodida excusa de que era una broma!! –todos largaron un grito ahogado.
Keegan me abrazó por los hombros con fuerza.
–Esa persona a la que hirieron es... -cerró los ojos y suspiró- alguien demasiado importante para mí. No permitiré que esto vuelva a pasar, con nadie más. No permitiré que le hagan daño a Penny, o a cualquiera de mis hermanos. El ritual de iniciación, las travesuras, o como ustedes le dicen... 'La guerra de bromas' se acaba aquí. Ya no habrá bromas, nunca más.
+++
Me abracé a mí misma y pasé mis manos por mis brazos repetidamente, para intentar acabar con el frío.
Allí, frente al gran tablero donde estaban anotados los puntos de cada equipo por broma, intentaba descifrar quien había ganado el juego. Sin embargo, aunque cuente una y otra vez los puntos, siempre llegaba a la conclusión de que ambos equipos tenían el mismo puntaje. Ninguno había ganado aquí.
Debajo del tablero, sobre una pequeña mesita de caoba, se encontraba el libro Omega. Su tapa era dura y de color bordó, con las letras 'OKB' grabas en dorado. Sus páginas eran infinitas, y el libro era tan grande y pesado que fácilmente podía confundirse con una enciclopedia.
En ese libro, además del origen de la fraternidad y de las reglas, se encontraba el registro de hermanos y rituales de iniciación a lo largo de todas estas décadas. Llegué a la generación 2014. Una sonrisa se me formó inconscientemente cuando empecé a ver las pequeñas fotos de todos mis hermanos, y debajo de estas, sus nombres completos. Reí cuando leí que el segundo nombre de Simon era Doris.
Cuando a lo último vi una foto mía con mi nombre debajo, me sorprendí. Nunca me habría imaginado que esté en este importante libro. Imaginé las generaciones futuras cuando vean mi foto y se asombren cuando vean una chica en la fraternidad.
Finalmente, llegué a los rituales de iniciación. En letras grandes decía 'Guerra de bromas', y debajo, todas las bromas que habíamos hecho ambos equipos. Pasé mis manos por las letras, recordando cada travesura, cada risa, cada enojo y lloriqueo. ¿Cómo algo tan estúpido se había vuelto tan importante para mí?
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Adoptada por una Fraternidad © |EDITANDO|
Novela JuvenilUna chica con carácter fuerte y ganas de diversión, viviendo en una casa llena de jóvenes que les gusta parrandear, follar y andar desnudos las 24 horas del día. No suena bien, ¿no? {Obra registrada en SafeCreative bajo el código de 1412112752989. T...