ÚLTIMO CAPÍTULO!
En un rato voy a subir el epílogo, tranquilos.
Amor y paz <3
+++
Corrí hacia toda la gente que se amontonaba fuera del edificio a una distancia prudente.
-¿Qué diablos ocurrió? –le pregunté a una chica que hablaba con desesperación por teléfono. Me miró y pude ver algo extraño en su mirada.
-Alguien provocó la explosión, tal vez tú y tus hermanos sepan algo sobre eso, Turner –acusó con veneno, y se alejó de mí.
Me quedé estática en el lugar, pero a los pocos segundos reaccioné.
Como alma que lleva el diablo, empecé a caminar rápidamente entre todo el tumulto de personas, buscando a alguien en especial.
Cuando la encontré, la cacé del brazo e hice que volteara bruscamente. Al encontrarse con mi cara llena de ira, dio un paso atrás.
-¡Por tu jodido bien espero que tú y tus amigos no tengan nada que ver en esto, novata! –elevé mi voz con furia, ya que con todos los gritos y las alarmas de incendio dentro del edificio apenas podía escuchar mis propios pensamientos.
No recordaba bien su nombre... ¿Ana? ¿Aria? ¡Adria! Ese era. Ella era la chica que me tiró una bombita de agua ayer, pensando que las bromas aún seguían en Berkeley. Le había advertido a ella sobre no hacerlo más, pero no estaba completamente segura de que mi advertencia haya llegado a oídos de sus compañeros.
-Y-yo... no lo sé –tartamudeó, con nerviosismo. Volteó a mirar el edificio y noté lo paralizada que estaba-. Pero yo no tuve nada que ver en esto, de verdad –me miró asustada por la situación.
Suspiré repetidas veces, intentando calmarme. No sé quién mierda fue el que causó esto, pero cuando lo encuentre, no viviría para contarlo. Gracias a él, mi Fraternidad se encontraría en un gran aprieto más tarde, ya que, como me había demostrado esa desconocida hace unos momentos, nosotros éramos los principales sospechosos.
Vi como algunos chicos se adentraban al edificio, corriendo. A lo lejos se empezaban a escuchar las sirenas de los bomberos.
-¿Hay gente adentro? –pregunté alarmada. Miré a Adria, y ella asintió lentamente-. Carajo.
Me saqué la chaqueta y se la tiré.
-¿Qué jodidos haces, mujer? ¡Morirás! –me gritó la rubia, reaccionando de repente.
Entré corriendo al edificio, ignorando los llamados de la novata y de algunos directivos y profesores que se encontraban en la escena. Después de esto, espero que me suban las calificaciones, maldita sea.
Apenas entré, instintivamente me puse el brazo sobre la cara y entrecerré los ojos. Parpadeé y vi como el fuego inundaba cada rincón del lobby. Me dirigí hacia las escaleras, esquivando las llamas y algunos muebles destrozados que estaban en el camino.
Subí casi corriendo, intentando no mantener los pies más de un segundo en cada peldaño, por miedo a que se partan.
Llegando sana y salva al primer piso, me encontré con el mismo desastre que en el lobby. De repente, escuché unos pedidos de auxilio dentro de uno de los salones, y sin dudarlo, me dirigí hacia ese lugar.
Abrí la puerta de una patada e inconscientemente, la melodía de 'Misión Imposible' apareció en mi cabeza.
Bravo, Penny, estás a punto de morir y te crees una súper espía.
ESTÁS LEYENDO
Adoptada por una Fraternidad © |EDITANDO|
Teen FictionUna chica con carácter fuerte y ganas de diversión, viviendo en una casa llena de jóvenes que les gusta parrandear, follar y andar desnudos las 24 horas del día. No suena bien, ¿no? {Obra registrada en SafeCreative bajo el código de 1412112752989. T...