Capitulo 6: La colisión.

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Con el pasar de los días, Madison soporta la idea de toparse a El Profesor en los pasillos

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Con el pasar de los días, Madison soporta la idea de toparse a El Profesor en los pasillos. Pero no pasó tanto como se hubiera esperado. Dispuesta a aceptar el hecho de que lo que sentía solo estaba reflejado en su mente trató de hacer caso omiso a la alteración que sentía en el pecho cuando lo veía. El sentimiento, el ardor en los ojos. El impulso nervioso de responderle con una sonrisa a lo lejos para corresponderle al saludo que él impulsaba primero con un ligero asentimiento de cabeza.

Después se volvía a la realidad. Qué él era Su Profesor y que nunca iba a poder pasar nada entre ella y él. Un amor platónico que Madison nunca se había atrevido a tener a lo largo de su corta vida.

El sábado, no acompañó a Barbara y Eloise a bailar. No se sentía de humor para cosas como ese entonces. Se sentía un poco deprimida por sus sentimientos tan infantiles. Se baño y se puso ropa cómoda, se sentó en el sofá e intentó ver Harry Potter por enésima vez. Solo que no estuvo viendo la película del todo porque su celular de vez en cuando parpadeaba con mensajes de Barbara, fotos de ella y Eloise pasándola muy bien mientras bailaban.

Y Madison por más que intentaba no lograba entender del todo el tipo de relación de amistad que había entre ellas. Era sumamente raro y también, normal. Porque eran amigas y pasaban gran parte del tiempo juntas, pero Eloise siempre se ponía medio rara cuando Barbara le hablaba solo a ella.

Encogió los hombros y le dio un mordisco a una dona que había pasado a comprar a la cafetería de Sarah. En la película, Snape descubrió a los tres amigos hablando de él a sus espaldas y Madison ahogó una risita que la hizo sentir como si de nuevo tuviera siete años.

Echó la espalda atrás cuando sonó la puerta. Tres toques. Precisos y lentos. Madison miró hacia la puerta, la lluvia golpeteando el vidrio de la ventana al otro lado ¿Quién podría ser?

Eran casi las diez de la noche.

Dejó la dona a un costado y le puso pausa a la película. Se levantó lentamente y se sacudió las migajas de la remera holgada que tenía puesta, se acercó a la puerta y se asomó a ver por la rendija.

Casi se cayó de culo al suelo y el corazón comenzó a latir muy fuerte dentro de su pecho. Él Profesor tocó la puerta otra vez. ¿Pero qué estaba haciendo ahí? Madison se puso nerviosa, le sudaban las manos ¿Y si no le abría? Podría mirarla feo en la universidad luego o peor, cuestionar su comportamiento de frente en los pasillos.

No, era una locura. Él no haría eso.

Cerró los ojos y se frotó la cara con las manos. Se acercó al espejo, se reacomodó el pelo y se sacudió pelusas invisibles de la ropa. No lucía como una pordiosera, al menos. Tomó aliento con mucho esfuerzo y quitó el seguro, con mucho nervio giró el pomo de la puerta y la abrió conteniendo el aliento.

—Profesor Hiddleston — dijo soltando el aire, las mejillas se le pusieron rojas de inmediato.

El Profesor tenía una gabardina negra con las solapas del cuello hacia arriba, el cabello rizado lo tenía medio mojado al igual que las gafas y más abajo, las botas marrones.

𝗣𝗿𝗼𝗳𝗲𝘀𝗼𝗿 𝗛 © ━ Tom Hiddleston.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora