𝗣𝗿𝗼𝗳𝗲𝘀𝗼𝗿 𝗛 © ━ Tom Hiddleston.

Capitulo 31: Perfecta para mi.

Ni uno de los dos podía articular palabra de un momento a otro, por su parte Tom estaba preocupado por la forma en que Zoe pudiese ver a Madison, él sabía perfectamente que no era una niña sin embargo a ojos de los demás todo resultaba un poco confuso, le había contado que tenía una novia pero no había mencionado que Madison en la practica era su alumna así que antes de bajarse tuvo que decirle a Madison la situación, como siempre, ella entendió perfectamente, todo sea por que Tom logre conseguir la tutela de su hijo...

Sin embargo, las manos a Madison le sudaban más de lo normal a causa del pensamiento en su cabeza, no quería ni tenía intenciones de dar ningún paso en falso, así que cuando Tom le contó un poco nervioso que Zoe, no sabía que ella era su alumna/novia y que solo sabía que eran novios, asintió sin pensárselo mucho, porque quería hacerlo todo... bien.

Mientras dirigió su mirada fuera de la ventana, sintió la una mano de Tom sobre la suya, acariciándola con ternura mientras ella volteó el rostro para verlo a los ojos.

—¿Estás bien?

No, siento que estoy entrando en pánico.

—Estoy bien ¿Y tú?

—Un poco nervioso — Tom hizo una pausa para poner una mano sobre la mejilla izquierda de Madison — si estás nerviosa, solo puedes esperarme aquí en el auto.

Madison tragó con dificultad observando los ojos zafiro de Tom.

Él quiere que vayas con él.

—No, iré contigo ¿Qué puede pasar además de recibir miradas juzgadoras? — encogió los hombros y tomó la mano de Tom sobre su cara para llevarla a sus labios.  Tom sintió como su piel se erizaba ante el toque de sus labios contra su piel — haremos ésto juntos.

Tom asintió con un deje de nerviosismo y salió del auto, rodeándolo rápidamente para abrirle la puerta a Madison, a pesar de que ésta estaba abriéndola por cuenta propia, él alcanzó a sostenerle puerta abierta mientras ella se bajaba del auto, la observó ajustarse el vestido bajo el abrigo y ella se le acercó para ajustarle el suéter en el pecho, ambos se miraron nerviosos a los ojos y Tom deslizó su mano hacia abajo para tomar la de Madison.

Respira, respira Madison.

Subieron los escalones del pórtico y Tom tocó la puerta, no pasaron muchos minutos antes de que la puerta fuera abierta para dejar ver a un hombre casi de la misma edad que Tom sosteniendo a una niña de unos tres años en brazos, éste se quedó pasmado al ver a Madison y luego fijarse en Tom.

—Hola, Klaus — Tom susurró

—Tom — el tipo dijo, la niña se zamarreó de su agarre chillando — ¡Dios! Está bien, ve con mamá — y luego se volvió a ellos — Qué bueno que has venido, estamos como locos y Zoe está un poco estresada, creo que a William le va a ser bien un fin de semana de paz lejos de sus primos.