𝗣𝗿𝗼𝗳𝗲𝘀𝗼𝗿 𝗛 © ━ Tom Hiddleston.

Capitulo 14: No es lo que parece.

Madison despertó en la madrugada. Estaba envuelta alrededor de una mano y en su nuca sentía la ligera respiración del hombre que apretaba su cuerpo contra ella.

Se movió un poco quitando la mano de Tom de su cintura desnuda y se deslizó por la cama con cuidado de no despertarlo. El reloj sobre la mesa de noche marcaba las 6 de la mañana. En dos horas tenía que estar en su primera clase. Así que caminó hasta su armario y escogió ropa sencilla. Las dejó apiladas a los pies de la cama y se metió rápidamente al baño para darse una ducha rápida.

Madison pretendía hacer las cosas con normalidad. Así que, aunque pensó que tal vez no significaría nada para él. Iba a prepararle el desayuno antes de que él tuviera que irse a la universidad.

Así que al salir de la ducha envuelta en una toalla alrededor del cuerpo y con el cabello mojado goteando por la espalda. Se aproximó al lado de la cama donde Tom dormía aún en la misma posición y se dio cuenta que el móvil de Tom estaba en el suelo junto con sus pantalones.

Con el corazón comenzándole a zapatear intensamente se acercó.

Ella sabía que era muy malo siquiera pensarlo, pero no pudo evitarlo. Porque el móvil estaba saliéndose del bolsillo delantero y podía mostrarse perfectamente el nombre quien estaba llegando a su sexta llamada perdida; Zoe Dember.

  Ella sintió un escalofrío recorrerle toda la espina dorsal pero sus masoquistas ojos siguieron mirando el móvil en el suelo, dejó de sonar y luego, un mensaje se asomó por la pantalla.

ZoeDember:
Tenemos que hablar, estoy en Nueva York.

Madison subió automáticamente los ojos hacia el hombre que estaba dormido y comenzaba a removerse entre sus sabanas; el pánico la tomó presa y se alejó de ahí hacia los pies de su cama, tomó la ropa doblaba y voló hacia el baño de vuelta cerrando la puerta con pestillo.

Su espalda se quedó pegada contra la puerta mientras su pecho intentaba recobrar el aliento que sin darse cuenta había dejado de recibir en sus pulmones. El mensaje, las letras, el nombre todo se repetía en su cabeza con angustia, ella no quería pensar nada malo.

Pero, ¿Qué sabía de él? prácticamente nada, casi nada, la nada misma.

Respiró profundamente y trató de no darle importancia. Aunque el corazón le daba un vuelco cada vez que lo pensaba, decidió apartarlo a un costado y seguir. No podía ir y exigirle una explicación cuando a penas estaban comenzando esto juntos. Podía permitirse sentir todos los celos que quisiera, pero no actuar como una lunática. Así que solo lo dejó estar y se calmó lo suficiente como para seguir vistiéndose.

Tom estaba sentado al borde de la cama, con el torso desnudo. Intentando ponerse los zapatos, él levantó la cabeza para verla y el corazón de Madison se detuvo torpemente al chocar su mirada contra la de él.