𝗣𝗿𝗼𝗳𝗲𝘀𝗼𝗿 𝗛 © ━ Tom Hiddleston.

¿Epilogo?

♥

—¿Y este te gusta?

Levanto la vista de mi móvil distraída. Debería estar poniendo atención en el vestido que Sarah estaba mostrándome, debería estar mostrando un interés genuino por escoger el vestido que voy a llevar conmigo el día que camine hacia el altar directamente hacia él. Pero era él quien me tenía sobre esa delgada linea entonces, mordiéndome las uñas mientras repaso una y otra vez las palabras que escupimos en la noche después de una de las discusiones más fuertes que hemos tenido.

Celos.

Desconfianza.

No de su parte, de la mía.

—Sí, está lindo — musito apagando la pantalla del móvil. No he llamado, ni enviado mensajes. Seguro tiene que estar con...

—Y como sigas sin poner atención voy a creer que ya no te quieres casar con mi hermano — Levanto los ojos para verla de pie al lado del espejo colgando el vestido, su mirada inquisitiva se centra en la mía tratando de averiguar que me tiene así de distraída. Por suerte, Julie llega abriendo la puerta de la tienda con un par de bolsas en la mano y nos saluda.

De inmediato y como por arte de magia me ve a los ojos y parece leerme el pensamiento.

—¿Encontraste lo que buscabas? — Sarah le digo, distrayéndose con ella.

—Para nada, pero me compré un par de botas que no sabía que necesitaba — arquea las cejas y suspira en mi dirección, se sienta a mi lado observándome detenidamente — ¿Estás bien? — pregunta cuando Sarah se vuelve hacia los vestidos otra vez

—¿Mentira o verdad? — susurró cruzando las piernas para aminorar mis complicadas emociones.

—Verdad, obviamente — coge una copa de champaña de la mesa cercana y sigue mirándome — suéltala, ¿Qué pasó?

—Solo discutimos — suelto observando a Sarah venir con dos vestidos más.

—¿Solo? — susurra Julie entre dientes — parece que estás a punto de putear al que te contradiga de primera, bebé.

Intento reírme, pero no puedo. La ansiedad en mi interior es la causante de mis distracciones, debería estar preocupada buscando el vestido y no pensando en una absurda discusión dándole lugar a terceras personas de las cuales no debería ni pensar.

—Ya vengo voy a hacer una llamada — me levanto cogiendo el móvil y me alejo lo suficiente para hablar, le marco a Tom esperando que podamos encontrar una solución para lo que pasó. Yo soy así, digo putazos y me enojó cabrón incluso odio y me decepciono pero luego ya se me pasa.

Tom tarda en contestarme, más de lo usual.

—¿Qué?

Espera, ¿Qué?

Sacudo mi cabeza e ignoro el antipático tono de su voz.

—Lo siento ¿Estoy molestándote?

—Sí, estoy por entrar a una reunión importante ahora — hace una pausa — que bueno que llamas porque no llegaré a cenar hoy tengo una reunión con el decano y arreglar otros asuntos de la universidad ¿Puedes pasar por Will al Jardín?

Trago con dificultad, la frialdad en su voz me perturba y me hace desconocerlo con dolor.

—Bien — consigo decir.

—¿Es todo?

—Sí

—Bien, tengo que irme. Nos vemos luego — corta.