𝗣𝗿𝗼𝗳𝗲𝘀𝗼𝗿 𝗛 © ━ Tom Hiddleston.

Capitulo 18: Nuevas amistades.

Madison golpeó la puerta de la oficina del profesor Hiddleston, no esperó mucho hasta que una voz británica le pidió entrar. Ella entró con la cabeza agachada, giró sobre sí misma para cerrar la puerta y volvió a girarse para verlo a él. Estaba escribiendo algo con un lápiz o firmando algo, alzó la cabeza para corroborar que se trataba de Madison y sonrió mirándola sobre sus gafas.

—Dame un segundo — él pidió firmando un par de cosas más — el maldito papeleo que si sigo postergando, voy a terminar volviéndome loco — Madison hizo una linea sus labios se quedó ahí, de pie, inmóvil observándolo y esperando — ¡Listo! El ultimo — resopló cansado, dejó el lápiz sobre la mesa y hizo la silla hacia atrás empujándola contra su trasero, caminó alrededor de su enorme escritorio de madera y apoyó las caderas en el borde cruzándose de brazos, mirando a la chica frente a él con diversión — Entonces, ¿Qué te pareció la clase?

—Tom — ella comenzó aferrando sus brazos a un par de libros en su regazo — No debiste hacer eso, ahora es probable que alguien por ahí piense que la alumna se está ligando al profesor.

Tom encogió ligeramente los hombros.

—Nadie va a sospechar nada y si alguien sospecha, no pasa nada — sacó una mano para apuntarla y hacerle un gesto para que se acercara — ven aquí.

Madison tuvo una lucha interna entre sí ir o no, sabía que si lo tocaba perdía los estribos, se dejaba llevar y no medía consecuencias de nada, pero como siempre, terminó cediendo a él porque no podía evitar no estar cerca de él, además se sentía eufórica por la clase, por los poemas, por su voz redundando en todo el salón. Así que se acercó, Tom tomó los libros de su regazo, su bolso y los dejó a un rincón del escritorio, la tomó de los brazos para acercarla más a ella.

—Oye, no. Puede venir alguien — ella dijo

—No va a venir nadie —él respondió inclinando su boca levemente hacia ella, Madison se hizo para atrás

—¿Cómo estás tan seguro?

Tom ahogó una risita, se alejó de ella fue a la puerta, puso el seguro y volvió a ella, ésta vez, tomándola por las caderas alzándola del suelo para sentarla sobre el escritorio.

—¡Oye! — ella exclamó bajito

—Estoy eufórico — Tom dijo, inclinando sus labios al cuello de Madison, besando la piel que erizaba ante su tacto, sonrió al ver lo que sus besos hacían en la tersa piel de ella — ¿Tú no?

—Bueno, sí — intentó decir ella sin perder la voz, estaba derritiéndose ante los besos de Tom e inconscientemente comenzó a meter sus manos bajo la camisa del profesor, tanteando la piel en su espalda — pero, pero éste no es lugar.... — Madison echó su cuello un poco hacia atrás cuando el profesor bajó con besos cálidos por la silueta de sus clavículas, las manos de éste se metieron bajo la camiseta de ella y levantó hacia arriba sus brazos para quitarle la sudadera — no... — ella intentó decir, pero el profesor atrapó su boca haciéndola callar de un golpe.