𝗣𝗿𝗼𝗳𝗲𝘀𝗼𝗿 𝗛 © ━ Tom Hiddleston.

Capitulo 8: ¿Debería rendirme?

I've made up my mind, Don't need to think it over, If I'm wrong, I am right, Don't need to look no further, This ain't lust... I know this is love, but.

Adele cantaba suavemente el primer verso de su canción cuando Madison se sentó junto Al Profesor, deslizó una taza de café humeante frente a él y un cuenco con galletas que él no tardó en tomar y probar. Se moría de hambre sin darse cuenta, había bebido tanto que tenía el estómago vacío.

Madison lo miró de reojo con una galleta en la boca.

—Veo que ha estado ojeando el escrito — El Profesor murmuró, se acomodó las gafas con el dedo y se sacudió las migajas de las manos — ¿Ya empezó a reescribirlo? ¿Lo va a hacer o es una pérdida de tiempo para usted? Puedo llevármelo, si quiere.

El Profesor hablaba mucho al parecer cuando bebía.

Él la miró fijamente.

—No he empezado todavía. Y no — espetó tomando su propia taza para tomar un poco — No es una pérdida de tiempo para mí.

Ambos se miraron a los ojos, Tom no tocó su café. No se podía concentrar, estaba bajo el efecto del alcohol, más de lo que él quisiera. Sin pensarlo, se removió en el sofá para verla de frente. El movimiento hizo que Madison se tensara mientras le sostenía la mirada.

—Señorita Wilson, sobre ese beso...

Madison se sacó la taza de los labios, se los lamió discretamente y dejó la taza en la mesita de estar, volvió a mirarlo rezándole a los dioses que tuvieran misericordia de ella y fuerza de voluntad.

—No sé de qué beso habla, eso nunca pasó. Tal vez esté difariando por el alcohol.

A Tom le dolió que dijera eso, pero en teoría él se lo había pedido. Hacer como si eso no hubiera pasado, pero él no había podido dejar de pensar en ella... desde entonces.

—Estaré borracho, pero no estoy tonto — murmuró — bueno, tal vez un poco.

Ella subió una ceja sobre la otra y Tom se acercó, solo un poquito, pero lo suficiente como para que se le quitara el aliento a ella.

—Profesor, creo que debería irse... Si alguien lo ve aquí, no sería ético.

Tom se acercó más, una mano se deslizó hacia la de Madison recargada en el colchón del sofá. El Profesor le miró los labios, el alcohol estaba tomando toda la partida por sí mismo.

—¿Es usted una bruja? — preguntó con tranquilidad.

Madison lo miró perplejo y se hizo hacia atrás, ofendida o... extrañada. Sonrió con un poquito de ironía y se alejó. Se levantó para separarse de él en una fuerza de voluntad increíble y rodeó el sofá para acercarse a la ventana y acomodar las cortinas nerviosamente. Luego juntó los papeles en la mesa de estar y los tomó, Tom la siguió con la mirada y no pensó en nada cuando se levantó para seguirla cuando venía de vuelta, murmurándole que era mejor que se fuera. Ella puso una mano en el pomo de la puerta tratando de girarla con dificultad cuando la mano de él se recargó suavemente sobre la suya y sintió que él le rozaba la espalda con su cuerpo.