𝗣𝗿𝗼𝗳𝗲𝘀𝗼𝗿 𝗛 © ━ Tom Hiddleston.

Capitulo 16: Llena de ti.

Cuando entramos a mi cuarto me detengo, y provoco que nuestros labios se separen en un tortuoso movimiento, él me mira con ojos adormecidos y dudo si proseguir el asunto.

—¿Qué pasa? — se inclina a mi, dándome un beso pausado, mis labios lo buscan otra vez, desesperada

—Estas muy cansado, quizá sea mejor que no hagamos esto ahora — susurro contra sus labios, al oírme se aleja para verme mejor.

—Me daría una ducha, eso me vendría bien

Mis mejillas se ponen rojas de solo pensar en él, desnudo la ducha, en mí ducha, incluso dejo de respirar mientras mi mente me lleva a pensamientos poco decorosos con él y eso me hace sentir tanto deseo como logro desconocerme a mi misma.

—Claro, no hay problema con eso — hago el ademán de bajarme de sus caderas pero Tom sujeta mi peso por mi culo volviendo a presionarme contra él de manera posesiva.

—La ducha me vendría bien contigo — su voz suena ronca y entrecierro los ojos con el alma en un hilo, no es una proposición indecorosa, sin embargo por el tono de su mirada, se siente totalmente vulgar y eso me gusta.

Asiento, sin hablar, no puedo articular ni una sílaba, mis cuerdas vocales están congeladas bajo el efecto intimidante de su mirada.

Realmente no tengo idea como alguien que se ve tan normal y decoroso, puede parecer de pronto un lujurioso y oscuro ser; hasta ahora el sexo ha sido bastante normal, intenso y fogoso, pero normal. Ésta vez, su mirada es bastante diferente a las anteriores, sus pupilas dilatadas me hacen temblar las piernas y sentir pulsaciones poco decorosas en mi sexo.

Me baja de sus caderas con cuidado y me acerco a la puerta del baño, abro la puerta y entro en silencio mientras lo siento atrás de mí, su respiración en mi nuca, golpeando con una intensidad tan desesperante que mis estribos están por desatarse con locura.

—Deseo hacer muchas cosas contigo, de tantas formas como sea posible, las veces que sea necesario.

De mi boca sale un gemido cuando con una de sus manos expertas, se introduce entre mis pantalones bajando lentamente hacia mi sexo, me siento perpleja, pero no me puedo negar ante la sensación de sentir como su dedo índice se mueve en circulos sobre mi ropa interior, comenzando a sentir de a poco como la prenda se moja.

Dios, ¿El prof H, un maniático sexual? Esa no me la hubiera esperado, todavía no me siento segura con esa nueva información, pero por el momento me encuentro mas que excitada y encantada que cualquier otra cosa. No quiero que pare.

—¿Te gusta? — su voz ronca, nuevamente me provoca un soponcio, siente sus dientes mordisquean mi piel en la zona del cuello.

¿Qué se supone que debería decir? ¿Estar así de entregada a él no es suficiente respuesta? No, claro. Él desea oírlo.