Mis 15 y un invitado metido

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Yo quería salir a comer, yo quería viajar, yo quería pasar en un parque de diversiones, yo quería tener una fiesta sencilla con pizza snacks karaoke y esas cosas pero no, mi tía tuvo la gran idea de hacerme una fiesta rosa, no es que no me guste, pero quería algo más simple, mi papá le gustó la idea pero iba a ser familiar (igual no tengo muchos amigos, (casi ofrecer alone) butano ya que más da.
La casa de mi tía es algo grande, nada comparada con mi humilde casita, tiene 3 pisos, un yacusi y una piscina, y un jardín hermoso como de película, y se ha ahorrado y gastado para hacer una habitación de vapor, sauna mejor dicho, eso es porque mi tío trabaja fuera del país y pues bueno, aveces también por ser su sobrina favorita (la única) me da dinero, claro que a todos nos da dinero, pero a mí algo extra, ventaja de ser mujer, bueno, digo que la fiesta va a ser en el jardín de mi tía, alcanzaría para unas 30 personas en el jardín, y en la casa creo que unas 100, ya que hay mucha sala y hartas habitaciones.
Todo sería bonito si no me hubieran obligado a usar un vestido y tacos, no tacos esos que son deliciosos con frijoles y carne y todo eso, no, tacos esos zapatos con unos palos en el talón (creo que así se llama) de 2metros que hacen que los pies a los diez minutos te queden doliendo, peor en cuatro horas o más, por suerte mi papá y mi tía con su increíble fusión (mi papá nada escotado ni atrevido,tipo monja, y mi tía extravagante muy chic y detallado) consiguieron una costurera que me hizo un vestido bonito, sin nada atrevido, pero no monja, pero no como todos los vestidos de fiesta rosa, era especial, me llegaba a las rodillas y la fiesta no era para nada parecido a una de quince, parecía mas bien esos bailes que hacen los estadounidenses.
Después de hacer todas estas cosas de último minuto, empezaron a llegar los invitados, y si, cuando ya habían más o menos siete invitados se dieron cuenta de mi cabello, no estaba para nada arreglado, Germán se ocupó de eso, claro obligado, pero como él es un experto en esas cosas lo único que hizo fue comer un extremo de mi pelo de un lado y del otro, juntarlos como esas trenzas que se hacen algunas chicas, y ponerme una diadema con un lazo y una rosa en medio, ¿entendieron? No ¿nadie? Bueno, yo me entiendo.
Ema llegó, por fin, estaba rodeada de adultos y de mi mequetrefe hermano que no me paraba de preguntar si Ema iba a venir, pues, no sé si lo dije, pero a Alejandrito le gusta mucho Ema, cuando la vio con un vestido dorado y unos zapatos no tan altos como los míos, que por primera vez me hacían ver alta, y con su pelo arreglado, no como el peinado que Germán me hizo, se sonrojó y se fue del jardín, como dirían algunos no resistió ver tanta belleza.
Ema me saludó con un juego de manos, el juego de manos de la película juego de gemelas, y empezamos a conversar de por qué no había ningún chico en la fiesta, respuesta más fácil, y obvia que la tabla del uno, por mi padre, mi tía se esforzó para convenserlo, solo logró convenserlo de que sea uno, ha quién, Bruno.
Este no llegaba, así que Ema y yo nos pusimos a conversar, pero no faltó que se acordara del abrazo y del beso en la mano de... ash, no me gusta decir su nombre, y yo a cada rato intentaba cambiar el tema, y cuando todo iba bien llegó, Alejandrito abrió la puerta, y dijo:
- ¡HOLA CUÑADO!
¿Qué rayos? Llamó a Bruno cuñado, toda la fiesta se cayó, yo directamente fui a la puerta para halarle las patillas y arrastrarlo de las orejas, cuando vida una silueta más alta que la de Bruno, la tez blanca, no tanto como la mía que es casi pálida, y el cabello largo... pero, ¿Qué hace él aquí? ¿Cómo se coló? Y ¿Por qué Alejandrito le dijo cuñado?. Quise cerrarle la puerta en la cara o irme como si no hubiera visto nada, pero este me miró y sonrió, como todos me miraban, me acerqué a darle la bienvenida a la fiesta de quince, que no parece de quince, y le dije avergonzada por todas las  miradas que apuntaban hacia mí, y el aura malvada que se podía ver de mi papá.
- Bien... bienvenido a... mi.. reja, digo fiesta de añoscumplir, digo, de cumpleaños.
- ¿Tanto te sorprende verme?- dijo con tono malicioso
- Me sorprende que Alejandrito te conozca.
- Mi cuñadito debe conocerme.
- No le digas así, bueno, pasa.
Se acercó a mi y me besó la mejilla, haciendo que me sonroje, y que todos emitan un ooooohhh que, sus labios estuvieron pegados a mi mejilla por dos segundos, que, gracias a mi tía mi papá no vio, gracias tía, por eso eres mi tía favorita, aunque no seamos de sangre, ya que ella le tapó los ojos. Maldito pervertido pensé, me entregó algo, y me susurró algo: * feliz cumpleaños, y te ves linda con ese vestido, princesa de las planas*.
-¿QUÉ DIJISTE?
- Ya me escuchaste, para que repetirlo.
- Eres un...
No pude terminar de decir lo que iba a decir porque él me sujetó de la mano y me llevó al otro lado del patio, y todos gritaban: ahí va la suertuda, no hagan cosas no debidas, cuál es tu número de teléfono cuña.

Una vez en el otro lado me soltó, lo primero que hice fue gritarle:
- ¿QUÉ HACES TU AQUÍ, Y CÓMO SUPISTE DÓNDE ESTABA?¿ERES ACASO UN ACOSADOR ENFERMO O QUÉ?
- Tu hermano me dijo
-¿Y cómo?
- Si juegas te digo.- dijo sentandose en el suelo encementado.
- ¿Jugar? ¿A qué?
- Sientate, por cierto dijo con una cara de malicia mientras se sujetaba la barbilla con pose pensativa lindas piernas.
- ENFERMO PERVERTIDO, ¿QUÉ ANDAS VIENDO?
-Para qué estas parada
Me senté inmediatamente y tenía ganas de abofetearlo pero me resistí. Sacó de su saco negro un lápiz y lo puso en medio de los dos y dijo:
- Borrador ordena y punta obedece.
- ¿Verdad o desafío en serio? Esta bien, juego.
Leo hizo girar el lápiz y luego se detuvo, yo borrador leo punta.
- Bien, pregunto, ¿Cómo mi hermano te dijo la dirección?
- Moviendo la boca.
- Responde bien.
- Tendije como me lo dijo, no cuando o donde y por qué ni cuando lo conocí.- dijo riendose
- Ash, ¿Dónde?
- Una pregunta por cada giro.
Que tipo más pesado, como lo detesto, ni siquiera sé como llego aquí, claro que sé que caminando, a su edad no se puede conducir. Hizo girar el lápiz, esta vez paró en borrador Leo y yo punta, ¿qué preguntará?.
Fingió pensar un momento, luego empezó a reírse, y se me quedó mirando de manera maliciosa.
- ¿ Qué... vas a... ha... hacer?
No me contestó, me sujetó los brazos y se acercó mucho a mí, luego me acarició la mejilla y su cara estuvo a centímetros de la mía.
- PE.. PE.. pero, ¿No me has preguntado nada? No me has dicho si elijo verdad o desafío.- dije con mucha dificultad
- Tu tampoco me preguntaste que elegía, así que, disfruta.
- ¡Pervertido, sueltame, ayuda!
C- Callate, solo va a ser un beso, te va a gustar.
- NO QUIERO QUE MI PRIMER BESO SEA A ESTA EDAD.
No me contestó, se acercó más a mí y me sujetó mas fuerte, cerró sus ojos y... estaba tan cerca de mí.
- Malvaaa, ¿Dónde es...
Ema pasó por nuestra escena y nos vio, muy cerca, se quedó boquiabierta y terminó diciendo:
- Dis... disculpen, si... sigan haciendo lo... lo que estaban haciendo, yo...yo... olviden que me vieron.
Y se fue corriendo, no quería que se vaya, ahorita si estoy frita, pensé. Creí que me besaría, pero en vez de eso me soltó, se levantó y me míró.
- Otro día ajustaremos cuentas.
Me tendió la mano para ayudarme a levantarme, a lo que me levanté, él se dirigió a la puerta, Alejandrito fue a despedirse de él, se despidieron como si fueran amigos, Alejandro fue hacia él, y Leo le sacudió el cabello, y ambos sonrieron, después de eso, se fue.

Ema se me acercó, y preguntó si me gustó, le dije que no pasó nada, y le agradecí por salvarme, Ema se sintió mal, quería un beso, iba a decirme algo, pero sonó el timbre, ¿Volvió?, Alejandrito fue a abrir.
- Hermana, Bruno quiere decirte algo.
¿Bruno llegó? Pero, claro que no voy a decir cuanto pasó cuando vino Leo desde que comenzó la fiesta, pero Bruno llegó demasiado tarde.
- ¿Por qué vienes tan tarde?- pregunté
- Hubiera llegado más temprano si un larguirucho y si un chaparrito no me hubieran golpeado ni amarrado en una silla, para luego encerrarme en un armario, hubiera llegado a tiempo.

Ahora entiendo por qué Alejandrito se fue a la tienda y demoró mucho, Bruno dijo que sus padres ya mismo llegan así que no se podía quedar, me dio el regalo se despió y se fue, Alejandrito estás muerto.
Estuve buscando a Alejandrito por toda la casa, Me dijeron fiesta de jardín, hasta que lo encontré conversando con Ema de la manera más educada, lo saqué de la conversación y una vez que nos alejamos de Ema, le dije:
- ¿Por qué encerraste a Bruno en un armario?
- No tienes pruebas
- Muchachito agradece que no puedo amenazarte con que le voy a decir a papá porque él te felicitaría, pero contestame, ya.
- Cuando fui a la tienda me topé con Leonardo, él es un gran amigo, y le dije que sería mejor si él fuese a la fiesta en vez de Bruno, yo hice el plan, él me corrigió los errores, lo pusimos en marcha y, ya.
- Antes del suceso de la tienda, ¿lo conocías?
- Sí, pero eso no te puedo decir, y, me voy a comer.
El enano de cinco años es un auntentico diablo, y más astuto que yo. Así siguió la fiesta y aunque tuvo en feo desarrollo hubo un lindo descenlase... aguanta, ¿Cuando y como Leo ajustará cuentas? Estoy maldita.
Malvavisco aterrado X.X

Soy como un... malvaviscoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora