Soy como un... malvavisco

Una obra termina con amor

Llegó el día, después de tantos ensayos, llegó, todavía no he besado a Bruno, en los ensayos omitimos esa parte. Estaba todo preparado para que la gente empiece a venir, mi papá y mis hermanos ya están aquí, mi papá me amarró el brazo con el suyo para que no me perdiera de vista.

- Queridos invitados- se escuchó a la directora, que estaba en el escenario principal en el patio- les agradece so que hayan venido a nuestra feria de Inicio de clases, nos hemos esforzado mucho, esperamos que sea de su agrado, ¡disfruten la feria!

Papá me desató, y me dijo
- Malva, sé que vas a actuar, suerte hija, te estaré viendo, y.... espero que en la obra no haya ninguna escena que no debas hacer.
Sentí un pequeño temor, mi papá me mataría si viera esa escena,pero, no puedo cambiarla, ojalá salga viva de esta.

La feria era linda, había comida, juegos, recuerdos, y vida a muchos estudiantes de otros colegios, todos tenían un uniforme más bonito que el mío. Hasta que me llamen soy libre, así que aproveché para disfrutar un poco la feria.

Tenía algo de dinero, así que fui a la sección de juegos. Habían muchos, tiro al blanco, bingo, la ruleta, canasta, etc. No sabía cual escoger.
Vi a una chica con ojos cafés demasiado tiernos, y cabello castaño rojizo, parecía que buscaba a alguien así que me acerqué a preguntarle.
- Hola, ¿buscas algo?
- Ho...hola- escuché salir de su boca con una voz súper tierna- busco a la directora, me dijeron que le diera esto, pero... no conozco este colegio.
- Dame eso, yo se lo daré a la directora, tu disfruta la feria- le dije haciendo voz de persona confiable.
- ¿No te molesto?
- Claro que no, esta feria se hizo para que otras personas la disfruten, no para que alumnos de otras escuelas hagan trabajos.
- Gracias - dijo sonriendo, es demasiado tierna, y me dio el documento y se fue despidiéndose.
Mi curiosidad me decía que lo leyera, pero no podía, digo, no debía hacerlo. Después de dar vueltas encontré a la directora, y le entregué el documento.

- Srta. Vaya preparándose, no quiero que haya errores en la obra.
- No habrán errores señora directora, lo prometo- ella no había visto la obre en los ensayos así que no sabía como era, así, si nos equivocamos no se dará cuenta.

Me gasté al final el dinero en comida, estaba comiendo cuando me puse a pensar en donde estaba Leo y Ema, y en como se llamaba esa chica de apariencia tan tierna, supongo que de mi edad no es porque es mas bajista que yo. Pensaba eso cuando una niña de cabello plateado y con un muñeco vudú apareció de repente, haciéndome asustar.

- Hola vampira- dijo una fría voz que me resultó familiar, Magdelaine.
- Me asustaste, hola, y ese muñeco tan feo me...
- ¿Asusta? Lo sé, todos los que lo han visto se asustan, Agujas se arregló para el día de hoy, y aún así no lo quieren, por cierto- dijo mientras le daba una lamida a su paleta negra, no pregunté de que era- me enteré de que te besuquearas con un tipo hoy.
- Pues... no, en la obra parecerá un beso, pero en realidad no habrá
- Leo no vino hoy por eso
- ¿Por qué?
- Él- dándole otra lamida a la paleta dijo- me dijo que no es de tu incumbencia.
- Y... ¿te pintaste el cabello?
- Sí, casi no se nota, pero creo que el plateado se ve mejor que el blanco, bueno- lamida a la paleta- ya me voy, motosierra te manda saludos.
Ese maldito payaso, hice un gesto de despedida y miré el reloj, ya tenía que estarme cambiando, salí corriendo a ver mis cosas y me cambié.

*****

La obra, se escuchó a la directora llamando por los altavoces a los invitados hacia el gimnasio, y este se empezó a llenar poco a poco, todos estaban listos excepto yo, la mirada asesina de papá desde la ultima fila del gimnasio me daba mucho miedo. Bruno estaba feliz, Ema ansiosa, los demás nerviosos y yo asustada.

La narradora empezó saludando a todos y dando las palabras de bienvenida empezó a narrar.
No veía a Leo por ningún lado, supongo que decía en serio lo de no venir, escuché que alguien dijo Alegría, apretando los dientes, se me había olvidado que tenía que salir a actuar.
Estaba todo bien hasta que llegó mi primera escena con Bruno, él decía sus diálogos con naturalidad, a la obra de Ema los profesores le aumentaron diálogos y, especialmente a mi personaje.
La obra iba bien y a muchos les gustaba, hasta que llegamos a la escena del BESO APASIONADO.