Soy como un... malvavisco

Día 5. Hola, me llamo Vincent

El día 3 no hicimos nada interesante, estuvo lloviendo todo el día, así que nos pasamos viendo películas, y el día 4 lo mismo, el día 5 si hubo algo diferente, las chicas dominamos el campamento, ¿por? Se llevaron a los chicos, a todos los chicos a otro lugar a ayudar a los maestros, estar solo con chicas sería divertido.

Estaba todo muy silencioso cuando apenas se fueron, pero ahora hay más ruido que cuando están los chicos, las chicas (incluyéndome) somos unas cotorras. Debo agradecer a los maestros y a la lluvia, ya que gracias a ellos no he tenido que ir a esa cita con Leonardo. Lo único que era diferente, era que no se veía a nadie en la cancha de fútbol, estaba completamente vacía, así que Ema, Diana y y, decidimos ir a hacer un pequeño picnic allá.

 Por las diez de la mañana salimos, cada una con una canasta con bocaditos, que compramos con nuestro dinero en la sección de snacks que hay en la cafetería. Fuimos a la cancha y nos sentamos y empezamos a comer, compartiendo lo que habíamos traído mientras conversábamos.

- A pesar de que nos dañó las vacaciones, me está gustando que hayamos ido a este campamento, porque he podido ver una muy linda escena el día del primer juego.- me miró y sonrió maliciosamente- acéptalo Malva, me vas a tener que decir en algún momento, ¿están saliendo?

- No, y déjame comer tranquila- seguí comiendo las papas que había traído.

- Ema- dijo Diana para participar en la conversación- ¿te gusta alguien de aquí?

- No, ninguno me parece atractivo.- empezó a comer un sandwich que había traído Diana.

- ¿Cómo me confirmas que no estás saliendo con Michael?- dije para molestarla.

- ¿¡Michael!? Es la peor persona que haya conocido en este colegio, nunca me fijaría en él.- exclamó sobresaltada Ema.

- ¿Por qué lo odias tanto?- preguntó Diana con curiosidad.

- Pues... Es algo... Sumamente vergonzoso...

- ¿Se lo puedo contar yo?- dije

- No... Yo misma lo digo.- respiró hondo- ese chico me hacía bullying, mucho bullying cuando era más pequeña, y lo odiaba y él a mí, me hizo barbaridades que nunca terminaría de contar, desde quitarme el almuerzo hasta hacer que me convierta en su sirvienta, lo odiaba. Pero dicen que del odio viene el amor, yo lo seguí odiando, pero él... se terminó enamorando de mí.

- ¿Por eso? Debió haber sido muy horrible que te molestara.

- Me molestaba en público, como lo que Katherine le hace a Malva, pero más suave, él no era tan malo conmigo. Y no sólo por eso, si no que un día estaba conversando con mis compañeras, y él... - hizo una gran pausa y luego siguió- me besó en público, todo el salón vio el maldito beso. Yo le metí tres golpes y hasta el día de hoy sufro con eso, las chicas del paralelo B me molestan con ese tipo, ¿cómo después de tanto tiempo de tratarme mal pasa eso?

- Pobre de ti Ema, ¿fue tu primer beso?

- Ehm... Sí, si lo fue. Y Malva.- cambió su expresión radicalmente- no me vas a engañar, Leonardo es un chico muy decidido, apuesto a que ya se besaron.

- ¿Qué?- casi me atraganto con la comida que tenía en mi boca- Ema sinceramente creo que estás...

- Calla Malva, no me vas a engañar, ¿cómo fue?

- Nunca nos besamos, en serio...- se notaba que lo que decía era mentira.

- Malvavisco, no te creo...- se cayó de repente.

- ¿Sucede algo?- preguntamos Diana y yo.

- Sí... Mi pulsera favorita, no la tengo, prometo que la tenía cuando partimos hacia acá.