¡Encerrados!

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Domingo, he estado toda la tarde desenvolviendo regalos como niña pequeña que cree que los regalos los envió Papa No el, o Santa Claus, hasta que mi estúpdodo hermano a los cinco años me dijo que no existía, bueno eso es otra cosa. Mis tíos sin duda ya no me ven como a una niña, todo lo que me han dado son cosas adolescentes o chic, los últimos regalos de Bruno y Leo, ¿cuál abrir primero? Pues, el tin marin lo arregló todo, primero el de Bruno. Desenvolvió el muy detallado empaque de flores turquezas y vida su interior, era una hermosa tiara decorada con diamantes falsos azules, y, un par de zapatos negros elegantes, que, por la marca deberían ser caros, y con una tarjeta de bordes rosa que decía:
"Malva, este es un día muy especial para ti, espero que difrutes mi humilde obsequio, y Feliz Cumpleaños" Bruno
Corto y lindo, ahora el de Leo. Cogí la caja forrada de papel negro y empecé a despedazarla, (soy muy mala con las personas que no me caen bien, aunque sería con la caja de la persona que no me cae bien, bueno, soy loca) y en su interior había una carta que decía:
Espero que esto te haga ver menos plana.
Tiré la tarjeta, ¿quién se cree para hablarme así? En el interior había un vestido negro, lindo y caro, pero con una faldita..., MI PECHO ESTÁ EN EL TRONCO NO EN MIS PIERNAS, ¿ME CREE FENÓMENO? bueno, saqué el vestido y lo guardé en mi armario. Me acosté en mi cama y se me vino a la cabeza que mañana es la segunda semana de clases, y ya tenía el testamento de tareas, había terminado la mayoría y lo que era para el lunes, cerré por un momento los ojos a una tomar un siesta de *cinco minutos* y pues bueno, me quedé dormida.
Cuando me desperté ya era lunes, y claro, me veía del asco con mi cabello despeinado, cogí mi uniforme, y sin planchar lo me lo puse. Tomé rápido mi desayuno y me fui al colegio a pie. Después de estar una aburrida hora escuchando historia sonó el timbre, hora de comer yupi, cogí mi almuerzo y me fui con Ema al patio.

- Malva, lo siento por arruinar tu momento, solo... quería preguntarte... bueno, quería saber en donde estabas...
- Ema, no te preocupes, te devo agradecer, me salvaste de... un trauma de por vida, Gracias
- Bien que debiste haber querido dijo con picardía mientras tomaba un trago de agua
No dije nada, pero al hablar de eso, me había acordado de las cuentas pendientes, ese chico sin duda me da miedo.
Además, si él cobra, papá me iba a desheredar y a matar a Leo, no quiero muertes, ya es suficiente la muerte de uno de mis personajes favoritos de libros, ¿por qué quiere hacer eso? de tantas chicas que hay en la escuela, incluyendo a la bruja teñida, se tiene que fijar en una plana, loca, que babea cuando lee y aparece el personaje principal, sinceramente,  hay chicas mejores que yo... estoy nerviosa y loca, y lo peor es que se sienta a lado mío, ¿lo haría en clase? Pero... solo lo he conocido por una semana, aunque ahora que lo pienso... me trata con demasiada confianza, ¿ya nos conocíamos acaso?.
El recreo terminó y vinieron dos horas eternas de dibujo técnico, la materia no era fea, pero sin embargo el maestro... mejor no digo nada, el profe tiene casi nuestra edad, es solo cinco años mayor que nosotros, y no es que enseñe mal, sino que mis compañeras locas, tres,(no recuerdo sus nombres) babean por él y por eso, la tutora del salón siempre nos llama la atención, bueno, por suerte una maestra lo llamó a la dirección, dejando el salón, que de inmediato se convirtió en discoteca. No miré ni una sola vez a Leonardo, me daba escalofríos pensar que haría, entonces lo miré de reojo, vida que estaba dibujando, se detuvo y me miró, volteé la cabeza para no ver su malévola risa, ¿que iba a hacer?.
Las clases terminaron, los chicos salieron felices, y los porteros entraron bien tristes, debían limpiar lo que mis compañeros habían dejado en el suelo. No regresé a casa, pues tenía unas clases extras en la academia de arte de mi escuela, mi compañera de trabajo era Ema, y ella aún disculpándose, me ayudó a hacer el trabajo que tenía atrasado porque yo, hecha la floja, no hice en vacaciones.
Al final del día, Ema me dijo que iba a ver algo en la sala de maestros, me dirigí al salón a recoger mis cosas cuando vida que faltaba mi termo con agua, y mi carpeta nueva. Busqué por todo el salón y no encontré nada. Katherine se acercó a mí y me dijo:
- Oye, si buscas un ridículo termo azul y una carpeta barata, me pareció verlos en el cuarto de las cosas perdidas.
Katherine salió riéndose del salón, ya sé que es una bruja pero... esto ya era demasiado, ese es el cuarto de las ¡pesadillas!
Explicaré, se dice desde hace mucho tiempo,  que en esa habitación, una niña fue a buscar su lonchera, y una vez dentro, una persona con gorra roja la encerró, y como le gustaba ver sufrir a las personas, le cortó una sonrisa y luego la apuñaló tantas veces que la hizo morir inmediatamente a la niña, el hombre fue asesinado tras su fuga a otro país, pero el alma de la niña sigue ahí, esperando desahogar su furia, con un estudiante que vaya a buscar algo en ese cuarto. Ya sé que en realidad es solo un cuento, pero... no lo he dicho antes, y nadie más que papá y Germán lo saben, le tengo terror a los fantasmas o almas en pena, siento un escalofrío enorme cuando escucho algo de eso, mataré un día a Germán por haberme hecho ese trauma.

Soy como un... malvaviscoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora