Primer día del proyecto

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-Voy a demandar a ese profesor- dijo Ema dando un portazo a su casillero, me daba miedo verla enojada, siempre era dulce- Michael no es feo, pero lo odio, porque el estúpido siempre me hacia bullying cuando íbamos en cuarto grado, antes de que vinieras.

-Lo sé, y yo también quiero demandarlo, no puede mandarnos a hacer un proyecto así, y es desde el recreo, no voy a sobrevivir.

-Tranquila Malva... Ahora te toca tranquilizarme.

-Tranquila Ema- a veces Ema es muy loca- ¿ibas a decir algo mas?

-Ah si, bueno, creo que vamos a poder hacerlo, es más, así podremos presumir que hemos tenido pareja a las que no han tenido.

-No me parece un buen punto de vista, en cuarenta minutos empieza el proyecto.

-Malva- puso su mano en mi hombro- ten en cuenta que es como un ensayo para su futuro matrimonio.

Gracias, le dije de un modo sarcástico, odiaba que me molestara de esa manera, pero bueno, nos compartimos las bromas así, y bueno, creo que cuarenta minutos no pasan tan rápido.

40 minutos después.

Okey, retiro lo dicho, pasa rápido si es que a esa hora te toca arte, es la primera vez que quería que se terminara el recreo. Lo único gracioso es que a los chicos no les dejaron jugar fútbol y estaban sentados y aburridos. Y mas al fondo estaba Leo, me estaba viendo con una sonrisa en los labios. Intentando no verlo me acerqué a donde estaba él. Me senté. Y de mala gana le hablé.
- Ahora, ¿que se supone que debemos hacer?
-Lo que hacen los novios, mejor dicho lo que hacemos todos los días.
- Deja de molestar o te rompo la nariz- suspiré- es más, no sé que cosa vamos a aprender de esto.

-Yo tampoco- Leo parecía tranquilo, y todo lo que decía lo hacía con una sonrisa- pero hay algo bueno en esto.

- ¿Ah sí? ¿Qué?

Leo rió, y luego se acostó  en mi regazo.

-OYE, ¡yo no te he dado permiso de que te acuestes! ¡Levántate o te saco a la fuerza!

- Lo bueno- habló ignorando completamente lo que le acababa de decir- es que me hablas, supongo que tal vez no tenias pensado volver a hablarme después de lo del viernes.

-Vaya, después de todo si eres inteligente. Sí, tenía pensado no volver a hablarte, y este proyecto tonto no me dejó llevar a cabo lo que quería, ni siquiera sé qué es lo que debemos hacer.

-Copiemos a los que están allá- dijo señalando a unos chicos que parecían estar pasándola muy bien- son novios desde hace tres años, no ha de ser difícil parecer que somos pareja si los usamos como ejemplo.

Acepté la idea de Leo, y me dediqué a espiarlos, creía yo que no iba a se tan difícil.

- Querido Carli, mañana te traeré un almuerzo que te demostrará todo mi amor- dijo la chica.

- Gracias mi querido bizcocho, aunque yo se que tú me amas como a nadie más en el mundo, y yo te amo tanto, que seguiría amándote aunque nos separen, mi hermosa cosita linda de algodón.

- Oh, mi Carli...

- Creo que ya no puedo seguir espiándolos- dije mostrando una expresión de asco- son demasiado cursis, seguro que esto termina en un beso.

-¿Por qué esa expresión de asco mi pequeño bizcocho?- dijo Leo en tono burlón.

-Cállate, no me gustan los apodos- le dije medio jalandole el cabello

-Está bien, pero, ¿me traerás un almuerzo como lo dijo ella? Ah, cierto, no sabes cocinar.

-¿Podrías callarte?Claro que sé cocinar- obviamente estaba mintiendo, pero no quería quedar en ridículo de ser la única en el salón que solo sabe hervir el agua.

-Claaaro, te creo, parece que se terminó el recreo.

¿Tan rápido? pensé yo, no había intentado hacer algo que pareciera que eramos novios, pero, ¿qué se suponía que debía hacer? Aún no entiendo como le voy a hacer para que parezca que tengo pareja.

Leo se levantó, y fue tan caballeroso que no me ayudó a levantarme. Cuando ya estuve de pie, me cogió de la mano, y empezó a dirigirse al salón.

-No te sorprendas- dijo- debemos parecer que somos novios.

No dije nada, pensé que de esta manera, al menos el profesor pensaría que hicimos bien el trabajo de "ser pareja", pero no me gustaba caminar de la mano con Leo. Pensaba que mientras nadie me viera, todo iba a estar bien, pero la suerte nunca está de mi lado, y tuvo que estar la pareja de Katherine y Bruno mirándonos. Bruno miraba de manera asesina a Leo, y Katherine me miraba de manera asesina a mí.

A Leo pareció importarle poco lo que ellos estaban haciendo, pero a mí sí mi importaba,le iba a soltar la mano cuando él lo hizo primero, y lo que hizo fue rodearme con su brazo, en plan de abrazo, y siguió caminando.

- ¡Suéltame!- le dije.

-¿Acaso quieres que te cargue?

-No, es decir, creo que ya no hace falta hacer eso, vamos a llegar tarde a clase.

- Está bien, adiós linda.

Yo no le devolví la despedida, me adelanté a ir a clase, estaban todos ya dentro, excepto Leo, Bruno y Katherine. Parecía, por el ambiente, que casi a nadie le gustó el proyecto.

-Odio esto, en serio, yo traté de ser linda con él, pero él solo se dedicaba a tener la mirada clavado en su libro, es decir,voy a reprobar ciencias. O me cambian de pareja o denuncio al profesor- decía Ema casi gritando, estaba muy molesta.

-A mí no me fue mejor- dije algo nerviosa, no sé porqué estaba nerviosa- no hice nada que hiciera parecer que eramos pareja, solo discutimos.

-Tal vez el profesor vea eso como una pelea de parejas, tal vez te lo haga valer, pero yo... no he hecho nada, todo por culpa de ese tonto nerd- se empezó a golpear la cabeza con la mesa.

-Ema detente, no hagas eso. Mañana te ha de ir mejor, es más, tengo una idea.

-¿Cuál?- dijo Ema levantando la cabeza, por un momento creí que se iba a romper la frente.

-¿Si le haces un almuerzo? Tal vez te preste atención.

Ema me miró con cara de pocos amigos, luego puse su cabeza sobre la mesa.

-¿Le has visto comer alguna vez en el recreo?

En eso Ema tenía razón, nunca comía, se la pasaba haciendo tareas o leyendo, nunca comía, ni siquiera en las fiestas.

-Es un buen punto...

-¿Y si mejor lo haces tú?- dijo con una sonrisa- a lo mejor así se viera que sí parecen novios.

-Ema, yo no sé cocinar, no es por exagerar, pero se me quema la ensalada y la carne me queda cruda, le tengo miedo al sartén, y más miedo me da el aceite, y en microondas casi no se puede hacer nada. Y, a Leo tampoco le veo cara de que coma, ¿has visto si come en el recreo?

-No- Ema parecía segura de su idea- pero, si le haces tú el almuerzo tal vez coma.

-¿Tu crees?

-Claro, yo ya tengo una idea para mí, ojalá funcione.- hizo una risa tipo niña loca, y luego calló de inmediato.

El primer día del proyecto no nos fue nada bien, pero, tal vez el segundo, con la idea de Ema, resulte bien. Solamente espero no acabar con las manos quemadas.





Soy como un... malvaviscoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora