Leo me estaba llevando a un lugar donde había mucha gente. Seguíamos tomados de la mano. Me sentía avergonzada y nerviosa, ¿si mi papá estaba aquí?¿adónde me llevaba? Quería irme, pero tenía la amenaza de que me besaría, y ya lo había hecho una vez, no quería que hubiera una segunda vez.
Leonardo se detuvo.
-Aquí es.
Estábamos en medio de una feria, era muy linda, habían muchas tiendas con cosas interesantes y lindas, habían unos juegos mecánicos más atrás, y olía muy bien. Se parecía mucho a una feria que había habido hace unos dos años atrás, y que pedí que me llevarán, pero no lo hicieron.
-¿Te gusta?- me preguntó.
-Sí, creí que me llevarías a...
-¿Un restaurante? O, ¿un...
-No sé, a un lugar de alta sociedad.
-¿Por qué?- Leo parecía divertido.
-No sé, ¿vamos a entrar, o a quedarnos afuera?
Leo rió, y jalándome de la mano, entramos.
Habían tantas cosas que no sabía a donde ir primero. El ambiente era alegre y divertido, y me sentía bien estando allí.
-¿Adónde quieres ir primero?
- A un lugar donde se pueda comer.
-Entonces vamos allá.
Nos dirigimos a un puesto que estaba lleno de comida de distintos países, se llamaba "El mundial" habían tacos, pizzas, shaguarmas o como se escriba, sushi y otras cosas. También había una variedad de sanduche a y batidos, y los típicos dulces que encuentras en una feria.
-¿Quieres algo de aquí?
-Sí, me compraré una de esas manzanas...
-¿Comprarás?- sacando su billetera siguió- yo lo haré por esta vez.
Ordeñó una manzana acaramelada, unos batidos y dos sanduches, ah, y un trozo de pizza. Nos fuimos a sentar en un banco de madera, y el cogió un batido y lo empezó a tomar.
-¿No vas a comer nada más?
-No, tienes cara de ser glotona.
Hice un puchero, bueno, no sabía cocinar pero amaba comer, así que empecé con la pizza, luego con un sánduche, deje el otro para Leo, y al final empecé a comerme la manzana. El caramelo estaba muy duro, y me manché la boca.
-Vas a terminar toda cubierta de caramelo- Leo me ofreció un pañuelo
-Gracias- dije avergonzada y me limpié
-Quédatelo- dijo mirando el pañuelo
-¿Para qué yo lo lavé?
Él rió, y no dijo nada más.
Seguí comiendo mi manzana, parecía una niña pequeña. Leo me miró.
-Comes muy lento.
-Calla- dije y seguí comiendo.
Estaba tranquila comiendo, cuando Leo le da una mordida a mi manzana, por el lado contrario al que yo estaba comiendo.
-¿Qué haces?- dije asustada
-Ayudándote, se te va a derretir el caramelo.
-Si vas a ayudarme, hazlo cuando no esté mordiendo la manzana- intenté ponerme a su altura, pero él era mucho más alto que yo.
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Soy como un... malvavisco
HumorSoy una chica la cual es apodada como malvavisco por su forma de ser, y tiene una loca historia la cual no me gusta protagonizar. A mis 15 años de vida me sucede lo más loco que me haya pasado, un chico nuevo nada caballeroso, pero extrañamente me p...