Capítulo 8

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Al día siguiente me quedé observando al hijo de Emilia, Jamil corrió hacia ella.
-Esta es una de las pocas cosas que me hace feliz-ella esbozó una pequeña sonrisa mirándome, su hijo la abrazó-¡ya cuatro años tiene! No puedo creerlo
Yo también le sonreí.
-Estas rara-soltó Eugenia al cabo de un rato-¿que te pasa? Podes contarnos.. Nunca hubo secretos entre nosotras..
Gimena elevó sus cejas también mirándome.
-Peter Lanzani me pasa-solté un suspiro- me confunde.. En todos los aspectos habidos y por haber, el dice.. Me prometió sacarme de acá hace años, pero no quiero ilusionarme, ustedes saben lo que es esta vida.. ¿acaso ven algo parecido a una salida?
Ellas se me quedaron mirando.
-No..-respondió Eugenia algo desanimada.
Suspiré.
-Eso no es todo.. Besé a Peter-después de eso cerré mis ojos para no ver mirar sus caras, me intimidé.
Todas se rieron.
-¡Era obvio que iba a pasar!-Emilia me sonrió cuando abrí mis ojos-¿realmente lo queres o hiciste eso porque es la primera persona amable que te da atención en años?
Ese comentario me cayó mal.
-Es.. Es Peter.. No se si el de siempre pero.. Yo en el pasado sentía cosas.. Peter fue mi primer gran amor, solo que nunca se lo dije, nunca lo supo-suspiré, me agarré la cara con las manos-no quiero.. No quiero equivocarme, saltar a una pileta y que no haya agua, ¿me entienden? Es muy complicado todo, no quiero ir por la vida siendo clandestinos
-Lali por ahora no hay otras oportunidades que digamos-Gimena me miró apenada- si realmente lo queres tomá la única opción que tenes, sería una pequeña alegría en cada aburrido día
-Tengo miedo-se me escaparon algunas lágrimas, me las sequé rápidamente-¿y si todo termina? ¿Y si todo termina mal?
-Ey... Vos después hacé lo que quieras, pero siento que verlo a Peter te da un poco de aire, te hace bien, puedo notarlo, tus ojos brillan cuando decís su nombre-Eugenia me dio un abrazo-deja de llorar tarada
Eso me hizo reír.

Por la tarde me senté a escribir la historia que soñaba publicar algún día.
-¿Hay algún personaje inspirado en mi?-Peter entró a la biblioteca, yo estaba sentada escribiendo en un escritorio, dejé mi libreta y me puse de pie.
-¿Qué queres?-le pregunté mirándolo a los ojos-te dije que no des vueltas por toda la casa, Hakim te puede atrapar, ¡es arriesgado Peter!-le di un golpecito en su brazo, él se rió-¡no es gracioso!
-Te preocupas por mi..-me agarró de las manos después de acortar nuestra distancia.
Tiré de él para escondernos detrás de un estante.
-No.. No me persigas por todos lados-se lo dije tratando de no mirar su boca, él elevó sus cejas coqueto, lo solté-sos un tarado
Iba a irme cuando Peter me besó, me tomó por sorpresa, no lo vi venir, eso me desconcertó.
A los minutos me relajé y disfruté de eso, cuando nos apartamos no sabía que hacer, que decir.
-Solo.. Solo venía a decirte que hoy vienen a cenar a mi casa.. No pude decir que no, Hakim se auto invitó-lo noté preocupado, él se puso a jugar con mi pelo- te dejo.. Te dejo seguir con lo tuyo
Así como vino se fue, eso me dejó una especie de vacío.
Caminé hasta donde estaban mis amigas y cargué a mi hija, le hice caricias en la carita, ella entrecerró sus ojos hasta cerrarlos, tenía sueño, besé su frente.
Me quedé así, teniendo el único momento de paz de mi día.

Por la noche Hakim nos dejó ropa para que nos pongamos, hice caso y después nos pasaron a buscar, al llegar nuestro esposo ya estaba en la casa, era una moderna, el estilo de casa con el que siempre había soñado Peter.
-Hola-nos saludó Maruela, por último me miró algo mal a mi, eso no me interesó en absoluto.
Nos sentamos alrededor de una mesa grande y una persona nos trajo el plato principal.
-¿Como vienen los negocios?-Manuela le preguntó a Hakim, él que ama ser el centro de la conversación le respondió entusiasmado.
Desde la otra punta Peter me miró, no pude descifrarlo.
-Así que tenes hijos-Manuela siguió-¿porque no vinieron?
Hakim le nombró a todos sus hijos varones menos a mi Amira, le respondió para que no interrumpieran la cena.
Peter me hizo señas para que me escapara y me puse de pie para ir al baño.
-¡Me tenes que pedir permiso!-Hakim elevó el tono de voz mirándome mal.
-¿Puedo ir?
Él terminó permitiéndomelo.
-Voy a buscar la comida personalmente, se está tardando mucho-Peter se puso de pie y entró a la cocina, al cabo de un minuto me encontró en uno de los tantos pasillos que tenía su casa.
-Así que este es tu lugar, lindo.. Pero siento que le falta algo de calidez-miré cada rincón- no tenes fotos-observé.
-No.. Nunca tengo tiempo para eso.. La mayoría de las fotos están en las redes sociales de Manuela-suspiró- no quiero que nada de lo que pueda llegar a decir ella te afecte
-No te preocupes por mi Peter, ¿crees que algo puede afectarme a esta altura?-suspiré- volvé por tu lado que yo vuelvo por el mío..
Me desaparecí para volver a la mesa, cuando Peter también se sentó Manuela empezó.
-Noto amor entre todas ustedes y este hombre maravilloso que es Hakim
Nunca una persona estuvo tan errada en la vida.
Peter contuvo la risa porque leyó mis ojos, eso hizo que también me diera risa.
-Ellas son la luz de mis ojos-Hakim le respondió haciéndose el amoroso-gracias por invitarnos a cenar hoy, estamos muy agradecidos
Llegó el postre y me quedé mirándolo sorprendida, instintivamente busqué la mirada de Peter, él esbozó una pequeña sonrisa.
Eran panqueques con dulce de leche, para mi cumpleaños solían prepararme eso, era mi postre favorito en el mundo, se había acordado.
Hace años no comía eso, lo disfruté mucho.
-Fue lindo recibirlos-Manuela nos saludó con la mano, antes de cerrar del todo la puerta noté que con su mano agarraba la cara de Peter y lo besaba.
Una vez en la limusina traté de borrar esa imagen de mi cabeza, ¿porque sin desearlo me había ilusionado? Tal vez.. Tal vez porque quiero creer que los finales felices existen, pero tan solo hay que vivir un día de mi vida para darse cuenta de que nada va a cambiar.
Al llegar a la casa mi hija estaba dormida, la chica que había cuidado a nuestros hijos se despidió y se fue, suspiré, me cambié para meterme en la cama, me senté en el borde y agarré mi cajita, saqué la cadenita y me la quedé mirando, nunca le pregunté.. ¿Porque una llave?
La guardé nuevamente y me metí en la cama, lo que daría por sentir un abrazo en este momento.

-Flashback-
Años atrás, a los 15 años de Lali.

-Peter-lo llamé, estaba helada-tengo frío
Vivía en una casa que tenía el techo con varios agujeros, eso hacía que entre el aire por todas partes.
Peter solía quedarse a dormir en mi casa.
Se metió conmigo en la cama y me abrazó.
-Leí que no hay nada como el calor corporal-se quedó bien pegado a mi cuerpo.
-Sos un nerd-me reí-pero te quiero así-me volteé para mirarlo a la cara, por un instante creí que había mirado mi boca, pero seguro no había mirado eso, Peter nunca me vería así, nos quedamos mirándonos en silencio-¿me queres como yo te quiero a vos?
-¿Como me queres?-me preguntó con curiosidad.
-Con toda mi alma-me resultó una respuesta obvia, él elevo sus cejas.
-Vos no sabes realmente como yo te quiero..-apoyó su cara sobre la almohada.
Me hizo una caricia en la cara y eso me dejó pensando, ¿porque era tan bueno conmigo?
-¿Y como que me queres?
-No pienso decírtelo, quiero que lo descubras sola-suspiró-¿dormimos?-besó mi frente.
Su perfume me encantaba, sonreí y lo abracé nuevamente.
-Buenas noches Peter
-Buenas noches La

-Fin del flashback-

Cielo verde y salvadorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora