Capítulo 18

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Me escapé de Peter por una semana entera.
-Sabía que podías estar acá-terminó de subir las escaleras del altillo, lo cerró y me miró, traté de evadir su mirada, pero él levantó mi cara-perdón por lo de Manuela..
-No hay nada de lo cual disculparse Peter, esa es tu verdadera realidad, siempre vas a lidiar con eso.. Yo fui un error-se me formó un nudo en la garganta.
-No digas nunca más que sos un error-me fulminó con la mirada- en mi mundo..-me hizo una caricia-sos la única.. Se que estamos jodidos de todas partes pero.. Creo, confío en que vamos a tener un feliz comienzo, no hablemos de finales felices, hablemos de un feliz comienzo-suspiró, sacó un mechón de mi pelo de mi cara, lo puso atrás de mi oreja, me abrazó-arriba el ánimo chiquita, quiero verte bien
Me dejé abrazar mientras empezaba a sentirme mal.
-Mejor vuelvo.. Vuelvo a mi verdadero presente-me escapé nuevamente de él, fui corriendo hacia el baño por las nauseas.
-Toc toc-Eugenia se apareció cuando estaba mojándome la cara-¿como venís sintiéndote?
-Pésimo, desde hace una semana no se le van las nauseas, Hakim me llama todo el tiempo, sobre todo cuando Peter está con él, ¿se habrá dado cuenta de algo?-de solo pensarlo me sentí nuevamente mal.
Eugenia me abrazó, después subí las escaleras e intenté dormir una siesta, intenté eso y no tuve éxito, cuando bajé nuevamente Hakim me llamó desde su oficina.
-Necesito unos masajes-no me lo pidió, supe que era un hecho, tenía que hacerle los masajes-en la espalda
Nuevamente retomó su conversación con Peter que estaba sufriendo por mi.
-¿Necesitas algo más?-quise irme pero Hakim me agarró del brazo.
-¿Te dije que Mariana es mi persona preferida en el mundo? Tengo muchas mujeres pero Mariana tiene algo, es impulsiva, rebelde, tiene carácter, me agrada y me enfurece al mismo tiempo, pero es con quién mejor lo paso-puso su mano en mi trasero.
La cara de Peter dijo mucho, en realidad demasiado.
-Te deseo una vida muy apasionante como la nuestra-Hakim miró firmemente a Peter- con la encantadora de Manuela, se nota que es una chica de buena familia
-Lo.. Lo es..-Peter le respondió tratando de no hacer contacto visual conmigo, le estaba costando.
-¿Mariana nos traes un té oriental?-Hakim elevó sus cejas mirándome-sé que Candela te está enseñando a cocinar, crees que no les presto atención pero estoy en todo, seguro tw enseñó a preparar un simple té
Hakim hizo que me quedara helada, se rió.
-Ya.. Ya traigo el té-me apresuré a salir de la oficina.
Cuando llegué a la cocina y vi a Candela a los ojos se me pusieron los ojos brillosos, me asusté mucho, ella sin preguntarme que me pasaba me recibió en sus brazos.
-Tengo miedo Cande..-cerré mis ojos para impedir que se me cayeran las lágrimas- Hakim está presente en todo, no se le escapa nada, tengo miedo de que termine todo en tragedia, como Romeo y Julieta..
Ella besó detenidamente mi mejilla.
-Ey... Tratá de no pensar en eso-me agarró la mano dándome ánimos-tenes un bebito ahí dentro-puso su mano en mi panza que solo se hinchaba un poco después de comer algo.
-Siento.. Siento que me estoy quedando sin tiempo.. Tengo que salir de acá antes de aparecer con una panza de un día al otro-la miré sintiéndome mal, me senté porque me empecé a marear- ¿podes preparar un té oriental? Tengo que llevárselos yo
-Se lo llevaría yo pero se que se molestaría si no sos vos-Candela me miró apenada.
Esperé a que estuviese el té y volví a la oficina.
-Acá les traje el té..-le di una tacita a Hakim y otra a Peter-¿algo más?
-Por ahora no, pero no te vayas muy lejos Mariana, seguro te necesito para otra cosa más tarde-eso me lo dijo haciéndose el seductor, se me revolvió el estómago.
Fui directo hacia el jardín donde estaban las chicas.
-Hola-las saludé y me senté en una hamaca después de sentar sobre mi a mi hija, jugué con su pelo.
-¿Estas bien? Estas algo ida-Gimena me miró.
-Hakim quiere tener sexo conmigo, me lo dijo indirectamente y al mismo tiempo directamente frente a Peter.. No se si sospecha algo o qué-la voz me tembló- no se me nota la panza todavía, solo cuando como algo, por eso estuve vistiéndome con cosas sueltas
-Ey.. Algo se nos va a ocurrir-Eugenia elevó sus cejas- bueno.. Puedo intentar seducirlo yo, así te saco esa carga de encima
-¿Enserio lo harías?-se me formó un nudo en la garganta- es mucho
-Ey, te dimos nuestra palabra de que vamos a cuidarte todo lo que podamos-Eugenia me abrazó.
Cuando Peter terminó su reunión con Hakim, mi esposo me llamó, pero quién se acercó fue Eugenia, empezó a hacerse la coqueta para distraerlo.
-¿Acaso queres que te compre más joyas?-Hakim elevó sus cejas mirando a Eugenia- así me tienen-se lo dijo a Peter con una sonrisa- me compran con tan poco
Peter quería golpearlo, lo noté porque estaba cerrando fuertemente sus puños, por suerte Hakim estaba cegado al estar seducido por Eugenia.
-Nos vemos mañana, ¡saludos a Manuela!-Hakim se despidió de Peter.
Cuando la puerta se cerró vi a mi esposo irse de la mano con Eugenia, se me partía el alma que tuviera que hacer algo así para "salvarme" de este infierno.
Traté de pensar en otra cosa pero la conciencia me traía a la mente la imagen de Eugenia entregándose para que no tuviera que pasar por algo más, eso me dio ganas de llorar pero no lo hice porque estaba con mi hija.
Amira jugó con mi pelo y besé su frente.
-Espero que nuestra mala suerte cambie en algún momento-le hablé delicadamente haciéndole una caricia en la punta de la nariz, ella se rió-me gustaría tener tu sentido del humor, tu alegría, yo solía ser igual a vos-la acuné junto a mi- solo quiero que vos sí seas libre...-se lo susurré.
Hice lo que no quería hacer, me puse a llorar en silencio, no quería que mi hija me viera así.

Por la noche Hakim estaba de buen humor, se sentó a cenar con nosotros.
-Yo creo que próximamente vamos a tener otro bebé, va a ser hombre claramente-habló "orgulloso" mirando a Eugenia, eso hizo que me quedara helada- no hay nada por seguro pero yo creo que..
Dejé de escuchar lo que estaba diciendo, noté los ojitos brillosos y la mirada perdida de Eugenia, quería abrazarla.
Cuando la cena terminó fue lo primero que hice.
-¡Que vida de mierda!-lloré junto a ella- ¿te lastimó?-me aparté para verla a los ojos.
-Solo.. Solo fue salvaje, pero en el mal sentido..-la voz se le fue yendo- no va a pasar nada Lali, confío en que no va a haber bebé, no quiero traer a otro nene a este mundo en el que vivimos día a día
No la solté en ningún momento.
-Lo que daría por que todas fuéramos libres-se lo susurré, besé con cuidado su frente.
-Por suerte.. Por suerte en tanta mierda nos tenemos, sos como mi hermana-ella intentó sonreírme, aunque la realidad era otra, la realidad era que ella estaba rota, como Emilia, como Gimena, como yo.

Cielo verde y salvadorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora