Cielo verde y salvador

Epílogo

Dos años pasaron, la noche anterior a mi casamiento me puse muy ansiosa, Peter estaba igual que yo, eso me dio ternura, ninguno de los dos quería que nada fallara.
Mis amigas estuvieron cuando me cambié, me puse el vestido de novia, siempre lo había soñado, era de encaje, cortito y sencillo, me lo había diseñado Eugenia, ella me sonrió, había encontrado su pasión, está estudiando esa carrera, ahora era feliz junto a Agustín y están esperando su primer hijos juntos.
-Estas hermosa-Gimena me abrazó cálidamente.
-Realmente linda-Candela asintió con la cabeza.
Emilia me puso una corona hecha con flores frescas blancas.
-Ya estás lista-me sonrió y me guiñó un ojo, estaba igual de entusiasmada que yo.
Mi hija también estaba lista, cuando la música sonó empecé a caminar por un camino con pétalos, la ceremonia era al aire libre, éramos pocas personas, pero las que siempre estuvieron para nosotros, quienes realmente nos quieren.
Atrás mío se pusieron a caminar Amira que ya tenía cuatro años y Santino con dos, ella sonreía, en cambio, su hermano miraba todo sorprendido, no entendía porque todo estaba tan decorado y le sacaban fotos.
Al llegar donde estaba Peter él sonrió ampliamente, ya se me llenaron los ojos de lágrimas, que flojita.
Quién empezó la ceremonia diciendo unas palabras fue Agustín, amigo de toda la vida de Peter y amigo mío.
-Siempre lo supe, que esto iba a terminar-elevó sus cejas mirándonos, todos nos reímos- ahora tengo que hacer una pregunta importante, aunque sepa la respuesta la pienso hacer.. Mariana Esposito, ¿aceptas a Juan Pedro Lanzani?
Asentí con la cabeza emocionado
-Sí, acepto
-Juan Pedro Lanzani, ¿aceptas a Mariana Esposito?-Agustín lo miró con una sonrisa, Peter también asintió con la cabeza.
-Entonces los declaro marido y mujer
Nuestros amigos y familia aplaudieron, gritaron, también nos tiraron arroz, con Peter nos miramos a los ojos sonriéndonos tontamente, agarré su cara con mis manos, lo besé yo, él se aferró hacia mi.
Nos quedamos chocando nuestras frentes, Peter después besó la punta de mi nariz.
-Te amo-me lo susurró, le di otro besito.
-Yo te amo-asentí con la cabeza- mucho mucho
Entrelazamos nuestras manos y ambos caminamos por el pasillo, mientras seguían aplaudiéndonos.

En el momento del vals me reí cuando Peter me sacó a bailar, empezamos a movernos y por ese instante nadie más existió para mi, me perdí en su mirada.
-Saliste.. Sí saliste buen alumno al final, las clases de baile todas las noches hicieron su efecto-elevé mis cejas, él se rió.
-Lali sos mi gran maestra en la vida, me enseñaste que hay que arriesgar, que hay que jugársela por el amor verdadero.. Siempre lo supe mi chiquita, siempre supe que vos sos eso, mi gran amor, te convertiste en mi gran compañera, la persona que amo mimar por las mañanas, la mamá de mis hijos.. La persona por la cual hago todo, hago todo para que vos y nuestros amores sean felices.. Te amo La
Cuando recién empezó su hermosa declaración se me llenaron los ojos de lágrimas, no me había podido contener.
-Toda mi vida.. Desde que la vida nos separó sentí un vació que nada ni nadie supo llenar, me sentí rota, me faltaba una parte muy importante.. Me faltabas vos Peter-dejé de bailar para agarrar su cara entre mis manos, quería que me mire firmemente- me faltabas para ser feliz.. Pasamos muchas, pero cada día que pasa confirmo que eso nos unió aún más, no elijo a otra persona que no seas vos, sos mi mejor amigo, mi compañero y por supuesto mi amor-besé sus labios y lo miré como si acabara de cometer una travesura, le sonreí- sos papá, sos el papá de los amores de mi vida, ustedes tres me enseñaron y me enseñan de amor... Te amo mi Pit-le hice una caricia en una de sus mejillas.
Nos abrazamos fuertemente, desde que la vida por fin nos volvió a unir nunca más nos habíamos soltado.
Vi caminar hacia nosotros a Amira y Santino, nuevamente mente estaban agarrados de la mano, me pareció la imagen más tierna y llena de amor del mundo.
-Mamá Santino no paró de decir mamá todo el tiempo, no se que quiere-Amira suspiró,
Lo cargué entre mis brazos.
-Solo quería esto-me reí.
-Yo puedo hacerte caballito-Peter la agarró y la subió sobre él, lo vi irse con Amira, la llevo de un lado del jardín al otro, ella se reía sin parar, mientras Santino se había robado mi coronas con flores.
-Sos afortunado eh, te tocó el mejor papá del mundo, la mejor hermana, y esta mamá loca de amor-besé reiteradas veces una de sus mejillas, se rió a carcajadas.
Todos comimos, bailamos y nos sacamos fotos, imágenes que próximamente colgaríamos en nuestra casa.
Cuando se hizo de noche la fiesta siguió, recién a las cinco de la mañana del día siguiente, nos fuimos a dormir, obviamente después de acostar a nuestros hijos.
-Lali-Peter me llamó, yo estaba el borde de dormirme pero saqué fuerzas y abrí mis ojos- te amo
Le sonreí.
-Yo también Peter- me acomodé para hacer cucharita y finalmente dormirme.

Tiempo después..

Terminé de estudiar lo que me habían dado para rendir en la carrera que me había anotado, Filosofía y letras, me había animado a estudiar algo que me gustaba, eso lo hice después de publicar mi primer libro, Peter orgulloso no paró de sacarme fotos con cada libro mío que veíamos en distintas librerías, le recomendaba a cada persona que compren el mío, me hacía reír mucho.
-¿Estas lista para volver?-me preguntó una vez que estábamos en el auto junto a nuestros hijos, asentí con la cabeza.
Vi pasar casas, edificios y personas hasta llegar a un lugar conocido, el lugar donde nos habíamos criado con Peter, nuestro barrio humilde.
Bajé y de ambas manos sostuve a mis hijos, caminé después de años por esas calles que tenía tantos recuerdos, de pronto me pare frente a una puerta, dude si hacerlo o no, pero la toqué.
No escuché ninguna respuesta, cuando di media vuelta para irme la abrieron.
Quedamos mirándonos cara a cara con mi mamá, la había borrado de mi vida por estar enojada, por no entender porque hizo lo que hizo.
-¿Papá?-le pregunté, ella suspiró.
-Papá ya no está más..-miró al cielo- porque.. ¿Porque volviste?
-Porque quería que conozcas a tus nietos.. Y para decirte que te perdono.. Necesitaba decirte eso.. -le señalé a mis hijos, ella se agachó a mirarlos y les sonrió, después levantó su mirada y se acercó de a poco, me abrazó.
-No te merezco.. No tengo perdón Lali-ella se puso a llorar- solo quiero que seas feliz..
Me aparté un poco y quién se acercó fue Peter, me tomó de la mano, mamá no se sorprendió, con timidez le sonrió también a él.
-Hola-lo saludó con los ojos aún brillosos.
-Ya.. Ya tenemos que irnos, tenemos que ir a otro lugar-la saludé con la mano poniendo distancia, Amira agarró de la mano a Santino.
Una vez en el auto Peter arrancó el motor, me quedé pensando en muchas cosas, lo que sentía ahora era que de a partir de este momento iba a poder ir por la vida con más liviandad, me sentí liberada, finalmente libre, libre de todo, en paz conmigo misma.
Puse el CD favorito de mis hijos, las canciones alegres de ABBA empezaron a sonar y todos nos pusimos a bailarlas, Peter se las sabía de memoria, se puso a cantarlas.
-Sos mejor cantante que bailarín-lo molesté riéndome.
-Tal vez en otra vida fui cantante-se rió conmigo.
Miré detrás de mi asiento a mis hijos divirtiéndose, después a mi costado, Peter cantaba manejando.
Miré al cielo y después sonreí, después de tanto sí había podido tener mi feliz comienzo.

FIN