Cielo verde y salvador

Capítulo 9

Al día siguiente empecé mi mañana bañando a mi hija, la cambié rápido para que no tomara frío.
-Vas a cumplir dos años mi amor-le hablé y le sonreí, ella se rió, le hice una caricia en la carita-sos lo único lindo que me dejó esta mierda de vida-la abracé acunándola, Peter se apareció y se quedó mirando la escena-hola-lo saludé cordialmente-mejor.. Mejor salgo al jardín..
Iba a irme pero él se apresuró cerrando mi paso.
-Que.. Que bonita es-él posó su mirada en mi hija, le hizo caritas y ella simpática se rió-te sienta bien.. Digo, se madre..
No pude evitar pensar lo mismo de él, recordé el momento exacto en el que cargo a Amira y la tranquilizó.
-Gracias-le respondí cortante.
-Puedo.. ¿Puedo cargarla?-me preguntó eso y me sorprendí- siempre soñé con conocer a una mini vos
No supe si dársela o no, pero le cumplí el deseo.
Amira se quedó estudiando a Peter, rápidamente encontró la cadenita que llevaba puesta.
-Tené cuidado que ama llevarse la llave a la boca..-lo advertí, Peter levantó su mirada y me sonrió- es.. Es su juguete preferido podría decirse..
-Porque.. ¿Porque te lo sacaste?-me miró extrañado.
-Fácil.. Porque vos te lo sacaste-suspiré, mi hija estiró sus bracitos para que la cargara y terminé haciéndolo-mejor me voy..
-Lali me la saqué porque Manuela me pidió que lo hiciera, me dijo que no me quedaba bien, que deje cosas del pasado en el pasado, que me conecte con mi presente, mi nueva vida
Eso me terminó de reafirmar algo.
-¿Entonces porqué estas acá? Digo.. Ahora mismo estas persiguiendo al pasado.. Vos ya tomaste una decisión cuando dejaste de usarla, elegiste entre ella o yo-cuando solté eso último soné muy obvia.
-Yo.. Perdón...-su voz se quebró.
-¡Peter ese era nuestro juramento! Lo rompiste... Cuando dejaste de usarlo... Me dejaste atrás, me dejaste ir.. Así que no vuelvas a intentar acercarte, sé muy feliz con ella-se lo dije en la cara y me alejé.
Salí al jardín y sentí un nudo en mi garganta, quería llorar.
¿Para que volvió a mi vida? Solo me trajo una cataratas de desilusiones desde que se apareció.
Tomé algo de solcito y con las chicas nos quedamos hablando de tonterías, aunque la realidad era que yo estaba ida en mis pensamientos.
Antes de almorzar fui hacia la cocina, me senté en una silla para verla a Candela cocinar.
-¿Que tal todo con Peter?-ella elevó sus cejas- se nota que le gustas mucho.. ¿Se conocen de antes, no?
Solté un suspiro.
-Digamos que es parte de mi pasado.. No debería pertenecer a mi presente-agarré una galleta salada y la mordí desanimada- sería una tontería arriesgarme para jugar a Romeo y Julieta teniendo él una puta vida tan perfecta
Candela se rió.
-¿Celos?-me pregunto, después se acercó hasta donde estaba yo, se sentó a mi lado-¿seguro no sentís algo por él? Si no sintieras algo no estarías tan furiosa.. ¿Que te hizo?-quizo saber.
-Él.. Él rompió una promesa importante.. Tiene una linda casa, una vida exitosa, una esposa.. Una interesada en su plata pero tiene una esposa.. Yo tengo un esposo.. Uno para el olvido, y como si fuera poco tengo una hija-suspiré- de eso último no me quejo, es el motorcito chiquito por el cual me despierto todos los días e intento poner humor a la vida
-Lali, ¿te puedo decir La?-me miró a los ojos, asentí con la cabeza- aprovechá la oportunidad que te estoy dando de poder escaparte un ratito, se nota que a él si le importas, ¿sino porque me pediría que le hiciera un favor? Que arriesgara mi trabajo.. Ustedes sí que están jodidos de por donde se los mire pero.. Hay cosas que son inevitables.. Veo el brillo en tus ojos y el de él cuando me hablaba de vos, te quiere..
-No.. No quiero falsas ilusiones, ¡ya no quiero sufrir más! Todo es un infierno para mi.. Todo lo es..-la voz se me entrecortó, otra vez se me formó un nudo en la garganta.
Candela me dio un abrazo, lo necesitaba mucho.

Más tarde las chicas vinieron a la mesa grande, estábamos por almorzar cuando sonó el timbre de la casa.
-¡Vos! Abrí la puerta-Hakim me señaló, Peter me miró, evité sus ojos, cuando abrí la puerta era la estúpida de Manuela-¡hola!-Hakim la saludó- ayer nos invitaron a cenar, hoy a almorzar
Volví a la mesa, antes de sentarme tuve que poner cubiertos para la nueva invitada.
-¡Que linda casa!-Manuela sonrió maravillada, miró cada detalle de todo hasta que se encontró con mi cara, elevó sus cejas mirándome mal, después volvió su cara a mis ojos- Hakim quería preguntarte algo, ¿tus hijos te cambiaron la vida, no? Yo estoy intentándolo con Peter pero nada está pasando, ¿hay que hacer algo en particular?
Se me revolvió todo el estómago, ¿Manuela realmente estaba hablando de eso en la mesa?
Peter se puso algo nervioso.
-No es lugar para hablar de eso..-se puso avergonzado.
-¡Yo quiero ser madre joven! Como tus bellas esposas-Manuela siguió, quise irme pero supe que no podía hacerlo.
-Los hijos te cambian la vida-Hakim se puso en la piel de un padre ejemplar, cuando la realidad era que quienes cuidaba y criaban a los hijos éramos nosotras solas-¡espero que pronto que me cuenten una buena noticia!
Candela nos sirvió la comida y no pude comer, se me fue el hambre.
-Mariana tenes que comer, ¡y todo! Ustedes tienen que estar agradecidas de tener ese privilegio, sobre todo de que les doy todo-Hakim me señaló mi plato-¡todo!
Hice un esfuerzo y terminé todo lo que tenía delante de mi, cuando Hakim nos dejó irnos corrí hacia el baño porque tenía nauseas, había sido un momento de mierda.
Los latidos se mi corazón se aceleraron de la ansiedad y la tristeza que me daba todo.
Débil me puse de pie y caminé por el pasillo, Peter me miró y evadí su mirada.
-¿Te sentís bien?-me preguntó.
-No tiene porque interesarte-le saqué la mano de mi cuerpo porque pretendía ayudarme a caminar- olvidate de que habito esta casa, ¡olvidate de todo! Nuestro pasado no existió, de ahora en más sos solo un cliente de mi bruto marido
Volteé y le di la espalda, me fui, subí las escaleras hasta encerrarme en la habitación, la respiración se me aceleró y me puse a llorar.
No necesitaba más humillaciones.