Se que lo había hecho mal cuando grito de dolor y forcejeo para sacarme de su interior, no había podido contenerme de penetrarlo sin preparación alguna, pero había pensado que al estar en celo no le dolería, estaba completamente equivocado porque estaba sangrando y gritaba de dolor.
-Es verdad- dije sorprendido agarrando sus muñecas para que dejara de golpearme- Lo siento no sabía que...
-¡Eres un idiota...te..te odio!- grito con la voz quebrada.
Claro que era su primera vez, hasta ahora se enteraba que era un omega. Era un completo idiota por olvidar eso. Sus palabras me dolieron, yo no quería que me odiara, pero tenía la culpa por perder el control. Intente calmarlo, pero nada servía, lo abrace, sus brazos cayeron a los lados de su cuerpo mientras seguía llorando. No había ningún rastro de placer en esto y era porque yo era el único que estaba disfrutando de esto, quería que se sintiera bien, pero era todo lo contrario. Pasaron largos minutos en los que permanecí quieto hasta sentir como su entrada se amoldaba a mi miembro, salí lentamente escuchadolo gemir bajo, quite unos cabellos de su frente y bese sus mejillas para entrar de igual forma, era cálido y suave dentro suyo.
Al llegar al fondo jadeo levantando la espalda y apretando mis caderas con sus manos, había entrado hasta lo más profundo de él y me sentía orgulloso de eso, me fui moviendo lento al principio hasta tener la libertad de moverme más rápido escuchando todos sus gemidos que salían de sus labios, a nada de anudarlo me separe para voltearlo y morder su cuello, sólo que en vez de morder su cuello mordí sus manos al estar cubriendo la zona, gruñi a eso sintiendo como lo anudaba sin haberlo marcado, intente quitar sus manos, pero se aferraba con fuerza para no dejar a la vista su cuello.Me tranquilice para no lastimarlo más de lo que ya estaba, ya tendría otra oportunidad para marcarlo.
Paso una hora o más en la que permanecimos unidos sin ninguna palabra más que nuestras respiraciones, había limpiado la sangre de su mano al a ver lo mordido con mi lengua. Esa mordida debía estar en su cuello, no en su mano.
Al estar liberados caí a su lado abrazándolo de la cintura, en ningún momento dejó de cubrir su cuello.
La mañana llegó y Stiles no me dirigió ninguna palabra al despertar, se quedó acostado en la cama viendo al suelo. Su cuerpo aún seguía desnudo con marcas rojas en su espalda y lo que más se veía eran las gotas de sangre secas que había en sus piernas y trasero, quería acercarme y pedirle perdón, pero sería inútil a este punto, no pude hacer nada más que salir para ir a la empresa y desquitarme con mis trabajadores.Stiles.
Me dolía todo el cuerpo con un mínimo movimiento que hiciera, mi entrada pulsaba y ardía al igual que mis manos que tenían una mordida. Había vivido el peor día de mi vida, hasta ahora me enteraba que era un omega luego de tantos años pensando que era un simple beta, no sabía que pasaría con mi vida desde ahora en adelante con ese hombre cerca.
No tuve fuerzas para tapar mi cuerpo cuando la puerta se abrió.
-Oh por dios- ya sabía quién era, tendría que tener vergüenza por dejarme ver así, pero ni eso podía sentir en este momento- Stiles estas... ¿Estas bien?
¿En serio preguntaba eso? Que no con sólo verme se daba cuenta que sentía de todo menos bien.
-Tu cuerpo- se acercó hasta verme a la cara, la mujer tenía los ojos llorosos.
Yo debería estar llorando, no ella.
-Lo lamento tanto- con gentileza tapó de mi cuerpo con la sábana- De verdad lo lamento- apreté la sábana a mi pecho- ¡Peter!- grito y los pasos por el pasillo corriendo se escucharon hasta entrar a la habitación.
-Qué es lo que pa...- se quedó callado al entrar a la habitación- Ay.
-Se que es mi hijo, pero no puedo con esto- paso sus dedos por mi cabello, extrañaba el toque de mi padre en mi cabeza como ella lo hacia- Llévalo con su padre de regreso- me levanté de golpe al escucharla, pero me arrepentí a los segundos al sentir un fuerte dolor atravesar mi cuerpo- Tranquilo cariño no te muevas, te llevaremos de regreso con tu padre.
-Gra-gracias- tome su mano.
-Ire a preparar el coche, cuando te sientas mejor cámbiate y te llevaré al aeropuerto- si me llevarían no podía perder tiempo, Derek podía regresar en cualquier momento y no quería verlo más, tapando mi cuerpo con la cobija me levanté y en ese momento sentí como algo bajaba por mis muslos- Será mejor que tomes un baño- la mujer me ayudó a llegar al baño donde me encerré para dejar caer la cobija y ver todo mi cuerpo con marcas rojas, al ver a bajo algo blanco bajaba por mis piernas hasta mis pies, me sentía incómodo. Tome un baño rápido y al salir un conjunto de ropa estaba en la cama, me apresure a ponerme prenda por prenda para salir de la habitación y bajar encontrando a los dos ahí.
-¿Listo?- asentí a los dos- Entonces vámonos antes de que llegue- los tres subimos a la camioneta donde estaba mi maleta que no había visto hace días- Todo está dentro- dijo el hombre- Y por cierto me llamo Peter, no había podido presentarme antes.
-Yo soy Talia la madre de Derek- los dos me miraron detenidamente.
-Ustedes ya me conocen, pero bueno, me llamo Stiles- una pequeña sonrisa apareció en sus rostros.
El camino al aeropuerto fue tranquilo, Peter me había pedido mi número para que le dijera que había llegado a mi hogar y cuando llegamos él ya tenía el boleto en su mano.
-Lamentamos por todo lo que pasaste- dijo entregandome el boleto.
-Solo olvidenlo que es lo que yo haré- sin más me di media vuelta para ir a mi vuelo, nunca regresaría a nueva York ni por mi madre, si ella nos abandonó yo también podía dejar de pensar en ella.
El regreso a casa fue muy relajante aunque el llanto de los niños era molesto que no dejaban dormir, debía pensar en que quería hacer luego de pasar por una gran pesadilla, lo bueno era que todo se había acabado y estaría en unas horas con mi padre en casa disfrutando de un café juntos mientras charlamos de sus casos más estresantes como antes.
Publicada: 28 de octubre del 2021.
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El Papá De Mis Hijos (COMPLETA)
Fanfiction- ¿Hombre malo papi?- preguntó inocentemente Joel. - Es sólo un viejo conocido cariño- conteste caminando con los dos al sillón donde me senté con ellos en mis piernas. - ¿Viejo amigo?- preguntó Leo. - Así es, pero si lo llegan a ver fuera de casa o...