Al caer la noche ayude Leo y Joel a ponerse sus pijamas y a cobijarlos en sus camas. Parecía que Derek había salido porque desde que tuvimos esa platica no lo había visto en casa. Y así quería ganarse a los niños y a mi.
Les conté un corto cuento hasta que cayeron dormidos abrazados a sus peluches. Dejando un beso en sus frentes salí de su cuarto dejando la puerta entre abierta. Fui hasta mi habitación a cambiarme y lavarme los dientes, estaba cansado de sólo estar aquí. Retire las cobijas un poco para meterme a la cama y cubrirme dejándome llevar por el sueño.
No supe en que momento Derek llegó a casa y mucho menos cuando se metió a la cama.
Lentamente abrí mis ojos al entrar poca luz solar de la mañana por la ventana, al acostumbrarme a la luz sentí un poco de peso en mi cintura. Al ver atrás me encontré con el rostro relajado de Derek y su brazo era el peso en mi cintura. Aunque era cálido y me gustaba, me levanté teniendo cuidado de no despertarlo. Lave mis dientes y salí de la habitación al piso de abajo donde no me sorprendí de ver a Joel y Leo jugando con cubos de LEGO en la alfombra de la sala tratando de no hacer ruido.
-Buenos días amores- los dos se levantaron y corrieron a abrazarme.
-Buenso días papi.
-¿Lavaron sus dientes?- pregunté entrecerrando los ojos.
-Si papi- asintieron.
-Bien, vayan a jugar un rato mientras veo que hago de desayunar- tan pronto dije eso regresaron a seguir armando sus figuras.
Abrí el refrigerador encontrandolo lleno. Ya no me sorprendía. Saque cuatro huevos y salchichas que estaban en su empaque cerrado. Me dediqué a hacer el desayuno mientras miraba a los niños reír y compartir cubos intercambiando ideas. Por lo menos podía verlos desde la cocina sin salir. Pasaron veinte minutos cuando unas pisadas se escucharon y el rostro de Derek se mostraba.
Parecía asustado por un momento.
-Buenos días- saludo bajo.
Joel y Leo fueron a su encuentro regalandole unas enormes sonrisas.
-Buenos días papá- Derek con una sonrisa les abrazo besando sus cabezas.
Puedo asegurar que escuche un "Si son reales"
Algo dentro de mi dolió.
Sacudiendo mi cabeza reparti el desayuno en cuatro platos, por más que quisiera no podía dejar a Derek sin su parte, además no quería hacerlo sentir mal.
Lleve dos platos a la mesa y detrás vi a Derek con los otros dos y una pequeña sonrisa de felicidad. Tomamos jugo de uva que había en el refrigerador en envase.
-¿Papá saldremos a jugar?- preguntó Joel bebiendo de su jugo.
Derek me dio una mirada. Asentí.
-Claro- le respondió alborotando su cabello al estar a su lado.
-Juguemos fútbol- levantó las manos Leo. A él le gustaba mucho el fútbol, estaba en el equipo infantil de la escuela después de todo.
-Eso haremos campeón- le regalo una sonrisa. Los dos contentos gritaron y se apresuraron a terminar su desayuno. Yo me dediqué sólo a ver mi plato, no me sentía aún cómodo compartiendo casa, cama y desayunos con él. Quería llevar la fiesta en paz, pero los recuerdos de hace años no me dejaban hacerlo por completo.
-Stiles- pase mi bocado levantando la mirada.
-¿Qué pasa?- pregunté.
-Gracias por el desayuno, estuvo delicioso- se veía tan diferente con el rostro relajado y esa pequeña sonrisa.
-Me alegra que te gustará Derek- trate de devolverle la misma sonrisa.
Cuándo terminaron lleve los trate a la cocina para lavarlos. Si ellos iban a estar fuera jugando podía estar un momento a solas y eso me tranquilizaba. Pasaron los minutos y las risas escandalosas de los niños y sorprendentemente de Derek llegaban dentro de la casa.
Nunca lo había escuchado reír. Nunca lo había visto así. Ahora en la ventana mirándolos se veían como una verdadera familia y Derek parecía un padre de verdad, su expresión reflejaba la felicidad y sus ojos tenían un brillo especial.
Estaba seguro que si las cosas hubieran ido bien entre él y yo, ahora estaríamos los dos juntos sin ningún problema disfrutando de nuestros hijos felizmente. Pero claro que no se podía volver atrás y cambiar las cosas. Solté un suspiro, tal vez era momento de decirles a ellos, no había motivo alguno para que no los contacte. Seque mis manos en una toalla y subí corriendo a nuestra habitación compartida para tomar mi celular y enviar un corto mensaje.
Antes no lo hubiera hecho como lo llevaba haciendo, pero como estamos casados y compartiendo casa pues no hay porque ocultarlo. De inmediato recibí una respuesta positiva de que vendrían. ¡Vamos por ello Stiles! Me anime.
Parecía que él no trabajaba como antes se la pasaba así que aprovecharía eso para ir a trabajar. No creía que a los niños les pase algo con él. Asintiendo tome una pequeña mochila y salí de casa, estaba por subir a mi Jeep cuando él grito.
-¡Stiles!- di la vuelta enfrentandolo- ¿A dónde vas?- pregunto con el entrecejo un poco fruncido, no tanto como antes.
-Tengo trabajo Derek- respondí tranquilo.
-¿No puedes trabajar desde casa?- masaje mi cien al escucharlo. ¿Tanto tenía miedo que no quería que ni saliera de casa?
-Ire por unas horas y regresare, no dejaría a mis hijos- solté brusco.
-Nuestros Stiles, no me excluyas- su molestia volvió a mostrarse. Bien, yo quería llevar la fiesta en paz y se molesta por algo pequeño.
-Si Derek, nuestros- le asegure para calmarlo.
Su expresión cambio. Parecía contento con mis palabras.
-Esta bien, ve con cuidado y regresa antes del anochecer- pidió de buena manera. Sonreí y le asenti sin necesidad de responderle.
Mi sorpresa ya no podía ser más alta por sus palabras y nuevo comportamiento. Era un nuevo y mejorado Derek Hale. De camino a ver a un cliente pensé en todo lo pasado y en lo de ahora.
Podía, podía haber una posibilidad de que no todo fuera tan malo.
Publicada: 20 de noviembre del 2021.
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El Papá De Mis Hijos (COMPLETA)
Fanfiction- ¿Hombre malo papi?- preguntó inocentemente Joel. - Es sólo un viejo conocido cariño- conteste caminando con los dos al sillón donde me senté con ellos en mis piernas. - ¿Viejo amigo?- preguntó Leo. - Así es, pero si lo llegan a ver fuera de casa o...