XXIV. Primera foto.

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Dos días después nos encontrábamos en el parque con los niños corriendo de un lado a otro para lograr levantar sus papalotes lo más alto que pudieran. Stiles y yo corríamos de un lado a otro detrás suyo por si se caían o se les soltaba el lazo. Sentía las miradas de las personas sobre nosotros, sonreían y reían como yo me encontraba al estar en este tipo de cosas. Un momento familiar. Yo que corría detrás de Leo me detuve cuando él se tiró al pasto para acostarse.

-Esto es divertido- jadeó sonriendo de oreja a oreja- Es la primera vez que salimos a volar un papalote- sonreí tomando asiento a su lado.

-Me alegra que se la pasen bien- respondí observando como Joel huía de Stiles que se iba riendo de algo.

-Papá- voltee a mi llamado encontrando su mirada verde sobre mi con seriedad.

-¿Qué pasa Leo?- la verdad era que ver su mirada me daba nervios. Podía decir cualquier cosa, ya sea lo más insignificante y sentiría que se caía el mundo. Quería ser aceptado al cien por ellos.

-Te amo papá- musitó. Joder, debía tener una basura en el ojo porque estaba que llenaba una alberca. Era lo más maravilloso que podía escuchar de mi pequeño en toda mi vida y nunca me cansaría de escucharlo.

Pasando mi mano por mi mejilla me apresure a tomarlo en mis brazos para abrazarlo y besar su cabeza.

-Yo también te amo Leo, los amo a los dos y a tú papi- tantas emociones me recorrían ahora al mismo tiempo que no sabría cuál escoger para expresar este momento.

-Eres el mejor papá- de reojo visualice a Stiles mirándonos con curiosidad mientras cargaba de Joel como costal de papas sobre su hombro.

-Y ustedes lo mejor que pude tener- murmuré.

No sabía como reaccionaria el día de mañana cuando supieran toda la verdad del pasado. Podríamos ocultarlo, pero como dicen "Todo se sabe en algún momento" y si eso pasa, prefiero ser yo el que les diga todo a que otra persona lo haga. Haría todo porque me dieran su perdón.

Levanté la vista cuando escuché un chasquido. Negué con una sonrisa al ver a Stiles con su celular en mano tomando fotos. Leo se giro sonriendo en grande a la cámara que no me quedo de otra–según–que sonreír. En otra Joel corrió a nosotros abrazándose a mi cuello por mi espalda para otra foto y por última Stiles se tomó con nosotros otras. Si, era verdad que el dinero es necesario, pero algo que también es verdad es que el dinero no compra la felicidad. La felicidad siempre está ahí y es nuestra decisión el disfrutarla con las personas que más amamos en la vida. Crearla y hacer mucho recuerdos de esos momentos, porque no sabes cuando uno se vaya y no lo vuelvas a ver.

Al llegar a casa cansados los niños corrieron a sus habitaciones a bañarse y acostarse en sus camas. No comieron, pero debieron agotar todas sus pilas. Sonreí dejando mi celular en el mueble después de ver las fotos que Stiles había tomado y mandado. Las tenía que poner en cuadros para colgarlas en la casa.

-¿Feliz?- preguntó sentándose en la cama hasta sacarse sus pantuflas.

-Mucho- respondí acercándome a besar su mejilla- Todo a ustedes.

-Me hace feliz escuchar eso- sonrió cogiendome con sus manos mis mejillas y plantarme un dulce beso en mis labios- Ahora a dormir- me soltó acostándose por completo en su lugar.

-¿Es todo?- pregunté sorprendido y deseoso de algo más duradero. Apenas y reaccione al sentirlo. Era la primer vez que él daba el primer paso.

-¿Quieres más acaso?- giro un poco su cabeza con su sonrisa divertida.

-Pues claro que quiero más, nunca tendría suficiente de ti- conteste acercándome a abrazarlo por la cintura. Él fue el que se dió vuelta en mis brazos para poner su mano en mi mento y acercarme a él.

-Solo porque estoy de ánimos- susurro en mis labios. Su aliento caliente me hizo estremecer y fue suficiente para besarlo.

Sus dedos fueron a mi nuca jalando de mi cabello. Profundice el beso, mordí su labio inferior hasta tener mi lengua dentro de su cavidad. Esto era alucinante. Stiles fue el que se separó jadeando y pegando su frente en mi menton.

-Eso fue mucho- dijo con la voz entrecortada.

-Si.

Feliz bese su cabeza y le abrace. Así caímos dormidos en cuestión de segundos.

La mañana llegó y eso trajo que nuestros hijos estuvieran entre nosotros mirando mi celular dónde pasaban las fotos que nos había tomado Stiles.

-¿Las pondremos en cuadros?- preguntó Joel girando a mi.

-Claro- respondí con mi cabeza recargada en mis manos.

-¿Podemos tener un perrito?- saco Leo al parar en una foto donde al fondo se veía un perro de raza grande.

-Ya hablamos de eso Leo- respondió Stiles rodando los ojos.

-Nosotros limpiamos y lo educamos, por fiiiiiiiis pa- junto sus manos. Joel le siguió y yo lo único que hice fue ver a Stiles que levantó sus cejas en mi dirección.

¿Quería que yo tomara la decisión?

No me costaba mucho responder a eso. Hasta ni tenía que pensarlo mucho.

-Si pueden- conteste al tener sus miradas en espera.

-¡Sí!- brincaron saliendo de la cama. Sus gritos siguieron en todo el pasillo.

-¿En serio Derek?- cuestionó incrédulo.

Me encogí de hombros- Esperabas que tomara la decisión ¿No?

-Si, pero pensaba que estabas en el mismo canal- rodó los ojos saliendo de la cama- Como tú tomaste la última palabra te harás responsable del perro cuando a ellos se les pase su emoción de limpiar- cerró la puerta del baño después de decir eso. Bien, no había pensado en eso antes de decidir. Tal vez era mejor ir a su habitación y decirles que era mejor tener un videojuego.

Claro, lo hubiera hecho si no fuera por ver su emoción en sus caritas al verme en su puerta. Suspiré.

A mí izquierda estaba Stiles con sus brazos cruzados y una sonrisa de diversión al verme. Ahora sí fui yo el que puso los ojos en blanco. Leo y Joel se paseaban por las rejas dónde habían desde cachorros hasta adultos que les chillaban para llamar su atención.

Publicada: 30 de diciembre del 2021.

El Papá De Mis Hijos (COMPLETA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora