XIX. Niños

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-Te doy la segunda oportunidad Derek- respondí a su propuesta- Tú esfuerzo por mejorar las cosas me hicieron saber que de verdad hablas en serio, así que...empecemos de nuevo y dejemos el pasado atrás.

Brincando del suelo se levantó para abrazarme después de dejar las rosas en el sillón a un lado. Correspondi de igual forma, pero esta vez, dándome el permiso de inhalar su aroma. Sus feromonas eran muy suaves a comparación de antes. Él hizo lo mismo en mi cuello. Al alejarnos pensé que me besaría en los labios, pero en vez de eso beso mi mejilla cerca de las comisuras de mis labios cuidadoso de mis reacciones. Ya veía, quería ir despacio para que no me sintiera presionado.

-Gracias- murmuró feliz.

Asentí dándome el valor por acariciar su mejilla- Esta bien.

El momento iba de maravilla cuando se escucharon las pisadas de los niños.

-¡Papi mira!- levantaron unas tabletas medianas.

Oh Dios.

Eso sí que no.

-¡Derek!- grite corriendo a ellos para quitárselas- Son pequeños aún, no quiero que se estén desvelando por estar metidos aquí.

-Stiles- sonrió tratando de tranquilizarme.

-Nada de Stiles...

-Esta bien, un amigo me ayudó a ponerle unos ajustes, se apagan al dar las ocho y tiene restricción en algunas páginas y vídeos, además puedes guardarselas y dárselas cuando terminen sus tareas- la mención de todo eso sí me tranquilizó. Todo estaba bien mientras no pudieran estar metidos en ellas por horas y el que yo las guarde hasta que terminen sus deberes estaba perfecto, también las restricciones.

-Así si me calmo- dije devolviendoselas. Ya habían hecho su tarea así que estaba bien que las tuvieran- Ya escucharon niños.

-Si papi- sonrieron emocionados de tener unas tabletas.

-Ahora vayan a lavarse, dejen esto en sus camas y bajen a comer- obedeciendo volvieron arriba riendo- Tú también- le apunté a Derek que sonriendo asintió.

Puse las rosas en un jarrón con agua, eran hermosas y olían muy bien. Las puse en la mesa para que se vieran bien y coloque los platos de comida en los lugares de cada uno con su vaso de jugo, está vez de manzana.

Los tres aparecieron cinco minutos después tomando asiento.

-Son hermosas las flores papi- dijo Leo admirandolas.

-Si, hermosas- apoyo Joel metiendo su tenedor de comida a su boca.

-Lo sé, son muy hermosas. Su padre me las trajo- los dos giraron a Derek que bajo la cabeza tímido.

-Eres un romántico papá- le elogiaron.

Después de todo eso comimos platicando de algunas cosas hasta que terminamos, nos acostamos a ver una película en el sofá cama de la sala los cuatro. Reímos y comimos palomitas hechas por Derek. La noche cayó y los niños quedaron profundamente dormidos, mirándonos cargamos uno cada quien para subir a su habitación a acostarlos y taparlos con sus cobijas.

Derek tomando mi mano cariñosamente me guío a nuestra habitación, nos turnamos para cambiarnos y acostarnos en la cama. Como días atrás se había hecho costumbre paso su brazo por mi cintura acercándome a él. Esta vez me sentí más cómodo y caí dormido en segundos.

Tener el rostro relajado de Derek cerca del mío me hizo sonrojar, al parecer me había dado vuelta en sus brazos escondiendo mi cara en su pecho desnudo. Pero era tan cálido que me gustaba.

-Buenos días Stiles- sonrió pegando sus labios en mi frente. Nuevo, pero lindo.

-Buenos días Derek- devolví el saludo. Estuvimos así por lo menos quince o más hasta que la puerta se abrió y dos cuerpos pequeños subieron a la cama y empezaron a brincar.

-¡¡Hora de despertar!!¡¡Hora de despertar!!- gritaban tomados de las manos.

Algún día los haría hacerse pipi por estar haciendo todo esto. Soltandome del brazo de Derek me senté sólo para jalar a Leo que se trajo a Joel como cadenita.

-¿No saben respetar el sueño de sus padres?- negando con una sonrisa se abrazaron. Entrecerrando los ojos los tire en la cama atacandoles con cosquillas, Derek les tomo sus manos riendo al ver sus rostros rojos y con algunas lágrimas de tanto reír. Los escuche rogar por segundos hasta que me sentí satisfecho. Por milagro ninguno se hizo pipi.

-Malos, duelen nuestros estómagos- dijeron tallando sus ojos.

Se veían tan malditamente lindos mis bebés.

-Mis hermosos bebés- les mime como les gustaba. Sonriendo se lanzaron a mi.

-¿Pueden llevarnos los dos a la escuela?- preguntó con duda Joel.

Desde que nos habíamos mudado con Derek, él era el que siempre los llevaba a la escuela mientras yo me quedaba en casa y es que era incómodo estar a solas con él. Pero ahora, ahora las cosas están mejor que antes.

-Los llevaremos los dos- asegure besando sus cabezas.

-¡Yupi!- festejo Joel- Vamos Leo debemos ir por nuestras cosas.

Bajando de la cama torpemente salieron corriendo a su habitación. Se veían tan felices de que los dos los llevaramos.

-¿Estás bien con ir juntos?- cuestionó sentándose en la cama- Yo no quiero ha...

-Esta bien Derek, dije que iríamos lento y así iremos- le tranquilice. Metiendo mis pies en mis pantuflas negras me encamine al baño.

Al salir Derek estaba cambiado esperando a que saliera.

-En serio gracias Stiles- agradeció de nueva cuenta. Parecía feliz, pero nervioso a la vez.

-Anda ve a lavarte mientras preparo algo- asintiendo entró al baño corriendo.

Fácil como quitarle un dulce a un bebé fue hacer unos huevos con pan tostado. Leo y Joel ya estaban en la mesa esperando su desayuno, les acerqué sus botecitos de jugo está vez mientras a Derek su taza de café, yo me fui por un vaso de jugo. Me encantaba el café desde que era pequeño, pero conforme paso el tiempo supe que hacía mal consumirlo a diario, era la primera vez que Derek lo bebía desde que nos juntamos así que no le hacía mal una taza.

Entrando al comedor se sento dejando su maletín a un lado de su silla.

-¿Saldras a Nueva York?- pregunté. Él no tenía una empresa en Beacon así que era extraño que tuviera con él su maletín.

-No, pero trataré de abrir un pequeño negocio por aquí, la empresa en Nueva York se la deje a cargo a mi tío- respondió dándole un trago a su café.

-Hablando de tu tío, hace unos días les envíe un mensaje para que vinieran a conocer a los niños- dije- Espero no te enoje eso.

Derek dejó su taza en la mesa- No me molesta Stiles, eres libre de hacer lo que quieras- sonrió poniendo su mano sobre la mia- Ahora todo es diferente.

No teniendo que decir asenti.

Publicada: 25 de noviembre del 2021.

El Papá De Mis Hijos (COMPLETA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora