Derek.
Lo sabía, sabía que había sido un completó idiota hace cinco años y medio, ahora me odiaba mucho más. Yo, yo me había perdido de mucho. Y quiero decir mucho porque Joel y Leo amaban a su tío, tío que estuvo con ellos desde que nacieron. Les brindo su protección y amor y yo solo fui una figura ausente. Aunque no sé si eso contaba como una figura. Entre a la cocina llevando mi vaso de agua, me recargue en la encimera con mis manos en mi cabeza. Estaba molesto conmigo mismo.
Suspiré pesadamente cuando escuché unos pasos detrás, enderece mi cuerpo cerrando la llave que apenas me daba cuenta ya estaba tirando el agua.
-¿Estás bien?- preguntó cruzando sus brazos. Sus ojos me miraron atentamente en espera de una respuesta.
-No- respondí bajando la mirada. Quería que mis hijos me quisieran tanto como a ese hombre.
Sus dedos me sorprendieron al hundirse entre mi cabello.
-¿Quieres contarme por qué no?- acerque mi mano hasta acariciar su brazo hasta llegar a su dorso. Me encantaba su cálida mano, siempre había querido esto desde que estuvo a mi lado hace mucho, pero en ese entonces solo me tenía miedo que no me tocaba.
-Es tonto- sonreí un poco. Stiles levantó las cejas no complacido con la respuesta- Quiero que nuestros hijos me amén tanto como a tu amigo, quiero tener fotos con ellos, pasar tantos momentos inolvidables como se pueda, pero solo con ustedes- respondí cabizbajo.
Una baja risa me hizo fruncir el ceño.
-Derek los niños te aman como no tienes idea. Al ir creciendo me preguntaban por su papá al punto de decirle así a mi padre o a mis amigos. Aunque eso es normal ya que eran pequeños, pero ahí siempre estabas tú. No presente, pero te pedían a ti. Las fotos pueden ser tomadas el día que sea, no es necesario ir a lugares lujosos para tener momentos inolvidables. Donde sea será un momento inolvidable- respondió con una sonrisa, su mano nunca se alejo de mi tacto y eso me hizo feliz. Asentí a sus palabras lentamente, él tenía razón. No sé necesitaba de dinero ni de lugares exclusivos para tener esos momentos. Siempre que estuviéramos juntos era suficiente. Dudoso me acerque hasta poner lentamente mi mano libre en su cadera.
-Tienes razón. Solo somos nosotros y eso es lo importante- murmuré cerca suyo. Inconscientemente paso la punta de su lengua por sus carnosos labios y eso me fascinó. Nuestros ojos viajaron a los labios contrarios. Me acerque a una distancia considerable para que él fuera el que terminara el recorrido faltante. Nunca volvería a forzar las cosas si él no lo quería. O no cuando estábamos llevando las cosas con calma.
Para mí sorpresa y deseó. Stiles termino el camino pegando nuestros labios, mire como cerraba sus ojos y eso fue lo que necesite para besarle como tanto había añorado desde que le ví otra vez luego de mucho tiempo.
Solté su mano llevándola a su mejilla para pegarlo más a mi y mover mis labios más cariñosamente. Él lo siguió sin alejarse.
Abrí los ojos cuando lentamente se iba separando, le mire como abría sus párpados hasta que su lengua paso por sus labios y una sonrisa apareció.
-Vayamos con tu madre y tu tío o son capaces de recorrer la casa de pies a cabeza- sonreí siguiéndole al salón. Estaba mucho mejor que antes, después de todo por fin lo había besado. Parecía que mi tío supiera lo que había pasado porque me miraba con burla al tener una sonrisa de oreja a oreja. Y es que, joder, estaba súper feliz.
Por las nueve ellos salieron al haber pagado un hotel para quedarse por unos días. Había pensado en que se quedarán, pero no aceptaron cuando se los mencioné. Según mi tío, teníamos que tener nuestra privacidad. Pero lo que no sabía era que nos estábamos llevando las cosas tranquilamente y a decir verdad, me encantaba ir así.
-¿Tomarás un baño?- levanté la mirada al escucharlo. Se encontraba recargado en el marco de la puerta de nuestra habitación sosteniendo una toalla en sus brazos.
-En un momento lo haré, tomate tu tiempo- Stiles asintió sonriendo para irse al baño a bañar.
Y así podía vivir el resto de mi vida. Si lo tenía a él y a nuestros hijos dejaría al olvido todo lo demás. Ya no me importaba si en algún momento Stiles me dejaría marcarlo o ponerle de la forma correcta el anillo en su dedo. Estaba feliz de la manera que estábamos aunque claro que sí todo eso se podía en algún futuro sería el hombre feliz de ahora. Nada cambiaría la manera en la que me sentiría.
Quince minutos o más la puerta se abrió mostrando a Stiles con su pijama mientras se secaba el cabello con una toalla blanca.
-El baño es todo tuyo- musitó con una sonrisa de lado.
Me puse de pie acercándome a dejar un delicado beso en su cabeza para entrar al baño. En algunos momentos escuchaba su voz mientras leía algo de su celular que le hacía levantar la voz para quejarse o reír.
Stiles era un ser perfecto.
De eso no había duda. Yo lo había lastimado tanto que a veces me me hacía dudar de si estaba bien tenerlo a mi lado.
Unos minutos más tarde salí encontrandolo con un libro en sus manos. Cambiado y seco me metí bajo las cobijas y me acerque como todas las noches para pasar mi brazo por su cadera. Stiles al estar recargado en el respaldo se fue deslizando hasta estar por completo acostado, dejo su libro de lado dándome la cara. Admire sus ojos, los míos se cerraron en el momento que sentí sus dedos en mi cuero cabelludo, masajeando, provocando que el sueño me estuviera invadiendo.
Rápidamente le acerque mas a mi para dejar mi cabeza en su pecho, me gustaba su tacto y olor.
-Te amo- susurré. Solo pude sentir como sus dedos dejaban de moverse unos segundos para seguir con su labor y yo quedar completamente dormido en sus brazos con sus dedos en mi cabeza.
Publicada: 25 de diciembre del 2021.
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El Papá De Mis Hijos (COMPLETA)
Fanfic- ¿Hombre malo papi?- preguntó inocentemente Joel. - Es sólo un viejo conocido cariño- conteste caminando con los dos al sillón donde me senté con ellos en mis piernas. - ¿Viejo amigo?- preguntó Leo. - Así es, pero si lo llegan a ver fuera de casa o...