En frente de la escuela de los mellizos pude ver como todos miraban en nuestra dirección y la razón era que mi pequeño Leo había jalado de su maestra para que conociera oficialmente a su padre, haciendo que los padres de los demás niños nos mirarán curiosos. Aparte de que Derek tenía tomada mi mano con una pequeña sonrisa al ser nombrado como papá. Se veía que estaba orgulloso de que lo llamaran así frente a todos. Tal parecía que sólo los traía a la escuela, pero no bajaba del auto hasta apenas que veníamos juntos.
-Señor Stilinski buenos días- saludo la maestra dándonos unas miradas a los dos- ¿El padre de sus pequeños?
Mirando a Derek sonreí- Así es, él es el papá de mis hijos.
Extendiendo la mano a Derek le sonrió- Mucho gusto señor...
-Derek Hale- dijo rápido.
-Mucho gusto señor Hale- se dieron un apretón- Lo había visto estos días, pero no tuvimos el gusto de presentarnos, yo soy Diana la maestra de Leo y Joel. Encargada de entregar a los niños con sus padres en la salida.
-Gracias por cuidar de nuestros hijos- le agradeció. Al parecer no sonreía frente a otras personas que no fuera con los niños y conmigo.
Despidiéndose se alejo entrando a la escuela con los últimos niños que llegaban.
-¿Tienes algo que hacer?- cuestionó conectado su mirada con la mía.
-Por el momento no, termine con mis clientes por el momento hasta que tenga noticias de la tienda artesanal- respondí. Sus dedos piquetearon en el dorso de mi mano.
-Entonces...¿Te gustaría acompañarme a buscar algún lugar para empezar con mi negocio?
-Me encantaría Derek- dándome un pequeño apretón en nuestras manos unidas beso mi mejilla. Entramos de vuelta al auto y andamos por las calles de Beacon. Hubieron unas que otras paradas para preguntar por uno que otro negocio o terreno para comprar, ninguna le parecía correcta y las razones eran tontas para mi; que porque estaba lejos de la casa, era muy pequeño, que estaba muy grande y demás excusas. No sabía que era lo que buscaba exactamente.
-Nada, no hay nada- bufo cruzado de brazos aún lado de mi.
Rodé los ojos, estaba exagerando. Si yo tuviera tanto dinero hubiera comprado un terreno grande como los que habíamos visto y abrir un negocio más grande, pero bueno.
-Hay muchos lugares buenos Derek, sólo que tú no decides- le dije.
-No me gustan- re negó.
Suspire, parecía un niño y lo malo era que yo iba a abrir la boca.
-Bueno, si no encuentras uno de tu agrado puedes poner tu negocio junto al mío. Hay un local desocupado así que podría servirte- tan rápido termine volteo su cabeza hacia mi. Juraba ver sus ojos obtener un brillo.
-Esa es una estupenda idea- descruzo sus brazos y prendió la camioneta. Después de seis horas de estar fuera y comer unos tacos estábamos de nuevo frente a la escuela de los niños. Derek bajo a por ellos y los subió detrás en sus asientos.
-¿Quieren algo de comer niños?- preguntó viéndolos por el retrovisor.
-¡Una cajita feliz!- gritaron moviéndose como gusanos en sus asientos.
-Leo y Joel, quédense quietos- regañe. Los dos obedecieron y sonrieron.
-Unas cajitas felices serán- concedió.
Entre platicas de nuestros hijos sobre su día en la guardería llegamos a McDonald's y pidió dos cajas felices con juguete. Este hombre haría que mis hijos fueran unos consentidos. Necesitaría corregirlos más adelante, por ahora dejaría que los mimara tanto como quisiera.
Bajaron a toda prisa de la camioneta corriendo dentro de la casa dejando sus mochilas en los sillones para ir a la mesa y abrir sus cajas.
-Que conste si mis hijos se hacen unos mimados tú tendrás que asumir las consecuencias- le apunté con el dedo.
-Son mis hijos y los amo Stiles, si mimarlos me pone en problemas los asumire- dijo acercándose a tomar mis caderas con sus manos y acercarme a él- Te amo también a ti.
Escuchar sus palabras hizo que mi corazón empezará a latir como loco. No de miedo como antes.
-Lo sé- respondí bajo observando sus ojos verdes. Ese color me empezaba a facinar. Minutos en los que nos vimos toque su pecho y me separe- Iré a tomar un baño. Cuida de ellos.
Pasando la punta de su lengua por sus labios asintió entrando al comedor donde estaban los niños.
Subí corriendo las escaleras hasta entrar a la habitación y al baño donde me quite toda mi ropa entrando bajo el agua. Quince minutos después salí cambiado a la sala donde estaban los tres viendo una película infantil. Leo se encontraba recargando su cuerpo en el costado de su padre mientras Joel estaba acostado en las piernas de su hermano. Los tres reían cada que pasaba algo gracioso en la película. Decidí dejarlos a los tres pasar un rato juntos para salir fuera y llamar a Theo. No había tenido contacto con él desde hace días.
-Hey desaparecido, si no pudiera saber que sigues en el pueblo pensaría que no quisieras saber más de mi- puse los ojos en blanco por su dramatismo.
-Calmate Theodoro. Sabes que si me iría primero te haría una broma grande para que no te olvidaras de mi.
-Bueno, si me dices eso estoy más conforme- soltó una risita- ¿Cómo están mis revoltosos y tú?
-Estamos perfectamente bien Theo. Decidí empezar de nuevo con Derek, él a estado haciendo todo lo mejor para cambiar el como lo veía. Los niños lo quieren y yo no soy quien para quitarles esas sonrisas de felicidad- conté jugando con las agujetas de mis tenis.
-Sigo sin estar de acuerdo con que vivan con él, pero tienes razón....amo a mis revoltosos y si ellos lo quieren, yo tampoco soy quien para alejarlos de él. ¿Sólo recuérdales que los amo mucho si Sty? No quiero que me dejen de querer.
Frunci el ceño.
-¿Acaso estas borracho? Tú mejor que nadie sabe que ellos te aman también. Estuviste con nosotros desde hace mucho Theo y eres estupendo. Te quiero- del otro lado se escuchó un sollozo. Estaba confirmado, Theo estaba tomando. Siempre lo hacía cuando se sentía solo o no soportaba algo- Iré de inmediato allá- escuche un "Si" antes de colgar. Theo necesitaba de mi compañía y la de los niños, pero lo segundo seria difícil ya que Derek los tenía con él y no creía que le gustará que los alejara de él por lo menos unos minutos.
Publicado: 07 de diciembre del 2021.
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El Papá De Mis Hijos (COMPLETA)
Fanfiction- ¿Hombre malo papi?- preguntó inocentemente Joel. - Es sólo un viejo conocido cariño- conteste caminando con los dos al sillón donde me senté con ellos en mis piernas. - ¿Viejo amigo?- preguntó Leo. - Así es, pero si lo llegan a ver fuera de casa o...