XXVIII. El hubiera no existe.

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Una semana después los niños estaban de regreso en casa, el amigo de mi castaño. Si, mi castaño. Sonaba tan bien. Bueno, Theo al ver su cuello me dió una mirada de advertencia luego de decirme un sin fin de cosas que me pasarían si lo lastima y bla, bla, bla. Los niños al saber lo que significaba la marca gritaron diciendo que ahora sí éramos una familia de verdad.

Ahora estábamos en el comedor comiendo pizza que había pedido Joel y Leo. Y bueno hasta ahora también me enteraba que mi hijo en realidad su nombre completo era Leonardo y que le decían de cariño y para más corto "Leo", nombre que el Sheriff había propuesto y pedido a Stiles que le pusiera cuando lo llevaron a registrar.

No podía creer que hasta apenas me enteraba de eso. Que era algo muy importante de saber. Sumamente importante.

-¿Vamos a tener una hermanita?- Stiles y yo empezamos a toser al escuchar a Leo hacer tal pregunta.

-¡HERMANA!- levantó los brazos Joel apoyando la idea de su hermano mellizo.

-Niños- Stiles paso una servilleta por sus labios- ¿De dónde sacaron eso?

-Papá Theo dijo que tú necesitabas de cariño de papá y cuando estaba en la cocina dijo que ahora tendría a una pequeña sanguijuela- dijo Leo mordiendo su rebanada de pizza como si aquel apodo fuera de lo más normal.

-Ese ca....- Mordió su lengua callando la grosería.

Y desde ahí no se mencionó nada de eso otra vez, vimos una película y cuando cayó la noche decidí que era el momento perfecto, solo nosotros cuatro.

Me levante de mi lugar teniendo las miradas de los tres que me miraron al escuchar el control de la tele caer al suelo. Decidido metí la mano en mi bolsillo izquierdo y saque lentamente una caja aterciopelada azul marino, puse una rodilla en el suelo y abrí poco la caja observando como Stiles apretaba sus labios con una sonrisa y los ojos húmedos empezaban a ser acto de presencia. Nuestros niños miraron el anillo y a su padre hasta que cayeron en cuanta de lo que significaba.

-Stiles, lo dije hace unos días y espero que no sea muy precipitado esto, pero no puedo soportar más verte no lucir este anillo que en aquel momento te obligue a usar en contra de tu voluntad. Luego de nuestra charla me había dicho que no necesitaba de que tuvieras mi marca o el anillo para ser feliz y es verdad, pero tú me dejaste colocar esa hermosa marca en tu cuello que no puedo evitar pedirte esto...- sonreí abriendo la caja por completo- ¿Te casarías conmigo amor?

Esperaba que me dijera que si y ya, pero solté una risa al tener su cuerpo sobre el mío tirados en el suelo. Beso mis labios repetidas veces sin dejarme articular palabra alguna.

-Oh oh...- giramos al mismo tiempo para ver a Leo taparse la boca mientras Joel estaba tirado en el suelo asomándose bajo el mueble donde estaba la tele, las bocinas y las muchas películas que habíamos estado juntando.

-¿Qué pasa hijo?- pregunté frunciendo el ceño. Joel gateó sin levantar la cabeza del suelo.

-El anillo se a extraviado- señaló con su dedo bajo el mueble.

-¿QUÉ?- Stiles se levantó yendo hasta donde estaba Joel- Mi anillo- reprochó tirándose al suelo.

Gire sin levantarme para ver a los dos.

-No sonrías- me apunto.

-Podemos conseguir otro- dije sin más, pero Stiles me dió una mirada fulminante.

El Papá De Mis Hijos (COMPLETA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora