Hace unos minutos que la mujer salió de la habitación diciendo que me daría mi tiempo para salir, todos estaban locos. A mi no me importaba su hijo, ni su casa, ni nada que se tratará de él. Pase horas pensando y viendo alguna forma de salir de aquí, pero habia seguridad por el patio y sirvientas por los pasillos, no podía ni bajar por la ventana porque me verían enseguida. Al parecer pase mucho más que un par de minutos al ver a Derek si no me equivocaba entrar a la habitación enojado.
-Baja a comer- su voz sonó enfadada y demandante.
-No tengo hambre- dio unos pasos a mi-¡Quiero estar solo!- grite.
-¡Dije que bajes a comer!- su voz retumbo en la habitación, mis rodillas tembraron y caí de rodillas con mi respiración acelerada por lo repentino olor de sus feromonas. Eran pesadas que alguien como yo no podía soportar.
-Pa...para por favor- pedí- Yo no hice nada para estar aquí, yo no pedí estar contigo- lleve mi mano a mi pecho intentando calmarme.
-Eres mío y eso no lo puedes evitar- gruño bajando a mi altura- En tu próximo celo serás completamente mío- mi vista se vio borrosa y caí de lado en sus brazos.
-Quiero a mi papá- susurre antes de caer inconsciente.
Derek.
Con él en brazos lo acosté en la cama quitándole los zapatos, me había sobrepasado al liberar mis feromonas sobre él, había leído su información y tenía un cuerpo débil, tenía que llamar a un médico para que le hiciera un examen de género, era verdad lo que había dicho en el avión sobre que era un beta, pero yo nunca me equivocaba y sabía que él era mío.
Algo que espere por más díez años, había pensado que nunca lo encontraría, pero ahora estaba aquí sobre mi cama durmiendo profundamente con una lágrima bajando por su mejilla. Sabía que tenía un mal carácter, pero nunca había tenido pensado atemorizarlo y hacerlo llorar, yo quería consentirlo, darle amor y hacerlo feliz, pero estaba haciendo lo contrario de todo eso.-Es mejor que lo dejes ir con su padre hijo- dijo mi madre después de un silencio en la mesa.
-No puedo, tú sabes cuánto espere por él y ahora que lo tengo no quiero dejarlo ir- tome un trago del vino.
-Lo sé, pero tenías que haber hecho las cosas correctamente- bajo su cubierto- Te tiene miedo y eso no está bien, debería amarte y tú tratarlo mejor si quieres que eso pase.
-Tratare de cambiar madre, pero no lo dejaré.
Al terminar de comer subí a la habitación viendo que seguía dormido, quitándome mi ropa y colocándome un pantalón ajustable me acosté a su lado para pegarlo a mi, su calor me encantaba como su dulce aroma que apenas podía percibir me relajaba.
Me desperté al escucharlo respirar aceleradamente, toque su frente asustado, estaba muy caliente, salí de la habitación corriendo para tomar el teléfono y marcar al número del médico familiar, no tardaría mucho en llegar y así fue, subió a la habitación y reviso el cuerpo de Stiles mientras mi madre estaba a mi lado esperando a que nos dijera algo.
Pasaron minutos hasta que salió.
-¿Qué es lo que pasa con el compañero de mi hijo?- preguntó mi madre ganándose mis palabras.
-Esta estresado y su cuerpo está débil- le dio una mirada donde se encontraba Stiles- Si sigue así puede colapsar, no es bueno que este estresado todo el tiempo y menos que este rodeado de feromonas dominantes, eso hace que cada vez su cuerpo pierda fuerza al no estar marcado, es recomendable que este tranquilo y descanse, este ambiente no le ayuda nada.
-Bien entonces lo mantendremos tranquilo- dije.
-No hagan que este exaltado siempre- sacó unas pastillas de su bolso- Le he inyectado un medicamento para que su fiebre baje, estas pastillas lo ayudarán a dormir.
-Gracias Sebas- agradeció mi madre acompañando al médico a la puerta y regresando segundos después- Te lo dije hijo, es mejor que regrese con su padre y que empieces desde cero para acercarte a él.
-No haré eso- apreté las pastillas- Sebas dijo que es porque no está marcado así que lo marcare en su celo.
-Si haces eso te arrepentirás más adelante por no hacer bien las cosas- negué a eso.
-No me voy a arrepentir nunca- bese su frente y entre a la habitación acostandome a su lado de nuevo.
Estaba haciendo lo correcto con todo esto, si lo marcaba su cuerpo no perdería fuerza y estaría a mi lado siempre. Ya estaba decidido todo, lo haría sí o sí.
Al día siguiente no despertó hasta el otro día, miraba la habitación como si todo hubiera sido un sueño. ¿En serio creía que lo dejaría ir luego de todo este tiempo buscándolo?
-Bajemos a comer Stiles.
Se abrazo con la mirada en el suelo, eso me molestaba ¿Qué no podía dejar de tener miedo todo el tiempo y obedecerme? Era sencillo.
Cansado me acerqué y lo tome de la muñeca jalandolo fuera de la habitación, mi madre había salido de compras con mi hermana por lo que podía estar tranquilo. Lo hice sentarse y la encargada de la comida puso su plato delante suyo al igual que el mío. Espere a que comiera, pero lo único que hacía era ver su comida como si estuviera viva.
-Come- dio un brinco en su lugar y tomo el tenedor cortando un cacho de carne.
Sólo comió la mitad y fue todo.
-¿Quieres salir a caminar al jardín?- pregunté bajo.
Su mirada por fin se topó con la mia y asintió lentamente, sonreí un poco y me levanté al igual que él para salir al jardín. Pasaron minutos en los que caminamos alrededor hasta que nos sentamos en el pasto.
-Mi madre traerá ropa para ti- hable tomando su mano lentamente.
-No la necesito- intento retirar su mano y eso me enojo, lo jale de la muñeca a mi regazo para esconder mi rostro en su cuello- No, sueltame por favor- suplico intentado alejarse, no se lo permití metiendo mis manos bajo su camiseta, desde que había tocado su piel en el avión tenía la necesidad de más- Para...
-Quedate quieto- gruñi mordiendo levemente su cuello, tenía tantas ganas de enterrar mis dientes en su cuello en este momento. Chupe su piel dejando marcas rojas y un gemido salió de sus labios haciendo que lo acostara en el pasto y me metiera entre sus piernas.
Publicada: 10 de octubre del 2021.
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El Papá De Mis Hijos (COMPLETA)
Fanfic- ¿Hombre malo papi?- preguntó inocentemente Joel. - Es sólo un viejo conocido cariño- conteste caminando con los dos al sillón donde me senté con ellos en mis piernas. - ¿Viejo amigo?- preguntó Leo. - Así es, pero si lo llegan a ver fuera de casa o...