El Papá De Mis Hijos (COMPLETA)

XV. Cara a cara.

Hasta Theo se levantó más temprano para estar con los niños que madrugaban a tan temprana hora del día. Se tomarían el día libre, no irían a la escuela por la simple razón que nos mudariamos y ellos querían conocer a su padre mejor. Al dar las díez saque mi celular y me fui a los mensajes.

S: Puedes venir ya.

Fue lo único que escribí lanzando el teléfono a la maleta abierta. La cerré y la puse en las escaleras.

Escuche un zumbido. Él ya había respondió y podía asegurar que llegaría en cinco minutos.

-Papi- me senté en el sillón viendo a mi pequeño- ¿Papá nos quiere?

Frunci el ceño.

¿De dónde sacaron esas preguntas?

Aunque la verdad no sabría decirles la verdad esperaba mi mentira fuera verdad.

-Claro que los quiere amor- bese su frente- Si no estuvo aquí fue por trabajo, pero nunca los dejó de querer.

-Yo también quiero a papá, lo quiero abrazar- dijo tímido. Cerré mis ojos un momento.

-Lo sé amor.

Justamente cuando estaba Leo por decir algo la puerta fue tocada. Joel corrió a tomar mi mano en el momento que me levante del sillón. Theo que nos había estado observando gruño y fue a la puerta para abrirla de mala gana. Intercambiaron unas cuantas palabras y entraron a la sala, Derek me dio una mirada para después observar con detalle a mis angelitos que se escondieron tímidos detrás de mis piernas. Intente aguantarlo, pero mi sonrisa me ganó, me daban risa y ternura, hace apenas unos segundos querían verlo para decirle muchas cosas y ahora se esconden cuando él ya estaba frente a ellos.

Mire como Derek me daba una mirada de; ¿Me ayudas?

Asenti arrodillandome junto a ellos.

-Jole- los dos me miraron enseguida-¿No dijeron que querían platicar y abrazarlo? Él ya está aquí.

Dándole una mirada de reojo volvieron a mirarme. Bien.

-Derek- le llame.

-¿Si?- preguntó enseguida. Parecía triste y emocionado a la vez.

-Ven- él pasando saliva se acercó hasta estar a centímetros de nosotros- Agáchate por favor- pedí. Theo se encontraba recargado en la pared divertido de ver a Derek nervioso.

Hizo lo pedido.

No quería hacerlo, pero tenía que.

Tome su mano izquierda viendo como se sorprendía, observó mi movimiento hasta tener la mano pequeña de Leo en la suya.

-Leo él es tu papá y Joel...- dije sus nombres para que él se los grabará, no quería que después les este llamado por otro que no es. Con Joel hice lo mismo, uni sus manos con las de Derek que la apretó un poco con una sonrisa en sus labios. Solamente bastaron segundos para que Joel y Leo se lanzarán a abrazarlo siendo completamente correspondidos por él.

-Mis pequeños- lo escuche murmurar entre sus cuellos.

Me levanté dejándolos abrazarse. Camine hasta Theo que tenía sus manos en puños. Sonreí tomando las dos.

-Tranquilo Theodoro- su expresión se suavizo encontrándose con mis ojos- Tú eres su papá Theo recuérdalo y eso nunca cambiará- dije bajo. Capas y Derek escucha y se pone en modo alfa agresivo/posesivo como hace años.

-Y ellos serán mis revoltosos- respondió sonriendo por fin- Te quiero Sty y siempre estaré para ustedes- me tomo en un abrazo el cual correspondi con fuerza. La verdad era que no quería irme de aquí y dejarlo. Ya me había acostumbrado a estar solo son él y los niños.

-También te quiero Theo.

Un bajo gruñido a mis espaldas me hizo dejar de abrazarle. Al voltear me encontré con Derek aún sosteniendo sus manos las cuales fueron soltadas ya que ellos corrieron a brazos de Theo.

-Vendremos a verte papá Theo- dijeron los dos cariñosos.

Señale con el dedo a Derek al ver que se intentaba acercar a separarlos de él. Al verme se detuvo y frunció su ceño apretando sus manos en puños.

Bien, debía enseñarle nuevos modales y comportamientos a este alfa.

Al menos entendía ya cuando le pedía algo.

-Los amo mis revoltosos- escuche a Theo. Beso sus rostros haciéndolos reír como siempre- Pórtense bien y vengan seguido a verme.

-¡Si papá Theo!- se dieron un último abrazo para tomar mis manos.

-Las ma...- mis palabras se quedaron a medias al ver a Derek con mi maleta y las dos pequeñas de mis hijos.

-Ya las tengo, vámonos- le di un asentimiento a Theo y salí de casa.

Una camioneta negra se encontraba fuera y sorprendentemente no tenía a sus gorilas esperando. Dejando eso de lado abrí la puerta de atrás ayudando a subir a Joel y Leo. Escuche como Derek cerraba la cajuela y se subió detrás del volante. Por mi parte subí con mis hijos, no pensaba ir con él y menos dejar solos a mis pequeños atrás.

Él me dio una mirada por el retrovisor y en segundos la esquivé viendo a Theo menear su mano en despedida desde la puerta haciendo una señal con su teléfono.

En el transcurso a nuestra nueva casa los niños iban jugando entre ellos sin notar la tensión entre su padre y yo. Me dediqué a ver la carretera y los árboles.

¿Árboles?

¿Acaso piensa sacarnos del pueblo? Oh eso no.

-Derek...

-No saldremos del pueblo Stiles, la casa donde viviremos está dentro del bosque- respondió a mi pregunta. Asenti quedándome en silencio. No sabia de que podría hablar con él, después de todo nunca nos conocimos ni él intentó entablar conversación hace años.

Cuándo la camioneta paro una gran casa se encontraba frente a nosotros, casi era como en la que estábamos nuestros hijos y yo, pero un poco más grande.

Los niños soltaron sonidos de emoción apresurandose a bajar de la camioneta. Ni les pude ayudar por la sorpresa.

Claro, es un hombre adinerado. Él podía conseguir lo que quisiera.

Derek fue el que les ayudo a bajar y diciéndoles que tuvieran cuidado al correr desaparecieron dentro de la casa.

Un poco torpe baje de la camioneta y fui atrás para poder tomar mi maleta, pero antes de eso Derek me detuvo.

-Ya lo hago yo, ve con los niños- dijo dándole una mirada dentro de la casa.

Negué- Puedo llevar mis cosas por mi cuenta Derek, tú solo dedícate a los niños para conocerlos- dicho esto tome mi maleta y la jale. Escuche como gruñía sin decir palabra alguna.

Publicado: 15 de noviembre del 2021.