28.

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Al día siguiente tardamos dos horas en llegar a New Jersey con Thomas y luego entrar al hospital.

—Queremos ir a ver al paciente John Sangster.- Le dijo Thomas a la recepcionista.

—No es horario de visitas.- Dijo la mujer escribiendo algo en una carpeta.

Thomas y yo nos miramos.

—¿Al menos me diría en qué habitación se encuentra?- Preguntó Thomas.

La recepcionista subió la mirada lentamente y dejó la carpeta en la que estaba escribiendo a un lado.

—Espera un poco, niño, ¿quieres? Cuando puedas visitar al señor Sangster te avisaré. Ahora siéntate.- Dijo y volvió a agarrar la carpeta.

Thomas y yo la miramos mal y nos fuimos a sentar en unos de los asientos azules que se encontraban allí.

—Es un tanto desagradable como para trabajar en un hospital.- Dije con el ceño fruncido.

Thomas se quedó mirando a la mujer y dijo:

—Cuando se vaya a hacer algo, nos acercaremos a su lugar y buscaremos el nombre de mi padre en alguna de sus carpetas y el número de su habitación.

Yo lo miré confundida.

—No somos ‘los Ángeles de Charlie’, Thomas.- Dije.

Thomas me chistó y agarró una revista para mí y otra para él. Ambos comenzamos a fingir que estábamos leyendo, pero la mujer no se levantaba de su asiento. Pasaron algunos minutos y ella seguía en su lugar.

—Plan B.- Dijo Thomas y yo lo miré sin entender. —Finge que te duele el pie.

—¿Qué? No lo haré, Thomas.

Él me empujó de mi asiento haciendo que me callera al suelo pero no me dolió nada. Me hizo un gesto para que comience a fingir y lo hice.

—¡Ay, Dios, mi pie me duele demasiado!- Dije haciendo la peor actuación del siglo.

—¡Alguien ayude a mi novia por favor!- Dijo Thomas mirando a la recepcionista.

En ese instante todas las personas que estaban esperando en la sala se levantaron a ayudarme, al igual que la recepcionista.

—¿Cuál es el pie?- Me preguntó ella mientras los demás formaban un circulo a mi alrededor pero me dejaban lugar para ver a Thomas acercándose a la recepción.

—Este.- Dije señalando mi pie derecho.

Thomas estaba revisando las carpetas, muy concentrado. La recepcionista sacó mi zapato y comenzó a revisar mi pie.

—Si veo algo muy grave tendré que mandarte con un médico, niña.- Me dijo y yo hice un gesto de que iba a desmayarme.

Thomas comenzó a agitar sus manos desde la recepción lo que, claramente, daba a entender que ya tenía el número de la habitación de su padre. En eso la recepcionista le pegó suavemente a mi pie.

—¡ME SALVÓ!- Dije agarrando mi zapato y comenzando a colocármelo.

—¿De qué hablas?- Me preguntó confundida mientras los demás me observaban del mismo modo.

—Usted dio ese golpe y me salvó, le debo la vida.- Dije mientras me levantaba y alejaba de ellos dejando a la mujer mirando su mano sin entender nada.

Divisé a Thomas al final del pasillo haciéndome un gesto para que lo alcanzara.

—No te darán ni siquiera un Emmy por eso.- Me dijo una vez estuve a su lado y yo lo empujé.

I'm With You. [Thomas Sangster]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora