I'm With You. [Thomas Sangster]

19.

—¿Así que lo que te sucedió anoche fue sólo porque te sentías mal del estómago?- Pregunté incrédula.

Había dejado que Thomas se durmiera, ayer por la noche, luego de que tosió toda esa sangre. Hoy, por la mañana, le exigí que me diera una explicación y él me dijo que fue por un: “malestar estomacal”. ¿Me sigue creyendo idiota? Es obvio que él tiene algo, y que esos papeles que, según yo estaban escritos por un doctor, hablan sobre qué es toda esta porquería que le está pasando a Thomas.

—Así es.- Respondió Thomas con un atisbo de nerviosismo.

—No te creo una mierda, y lo sabes.- Hice una pausa —Esa sangre que expulsaste al toser, es por culpa de ese cigarrillo. Los fumadores, a veces, tosen sangre porque…

—Porque no nos controlamos.- Respondió rápidamente Thomas y yo lo miré enarcando una ceja —Pero sí puedo aprender a fumar menos, te prometo que no me volverás a ver toser sangre.

—No, Thomas, no. Tienes que ir al médico.- Dije decidida y salí de la cama para agarrar mi ropa.

—Cassandra, eres mi novia, no puedes obligarme a ir a un lugar sin mi consentimiento.

—Me importa una mierda tener tu consentimiento, Thomas. Estás mal, y necesitas que un profesional te vea.

Thomas intentó protestar pero yo entré en el baño dando un portazo, y, desde adentro, grité:

—¡Cámbiate que apenas termine de ducharme y cambiarme iremos al hospital “North Central Bronx”!

(…)

Le pedí a la recepcionista poder ver a alguno de sus doctores y la amable mujer me dijo que pasara por el pasillo de la derecha y esperara en una de las bancas azules hasta que el doctor salga de la habitación y nos indique a mí y a Thomas que podíamos pasar.

—Gracias.- Dije y tomé a Thomas de la mano para pasar a sentarnos en la banca.

—Esto es estúpido.- Me dijo Thomas mirando hacia la pared que teníamos enfrente de nosotros.

—Lo que es estúpido es que te pongas a toser sangre y que supongas que no me preocuparé por ti, porque lo hago. Fumar te está afectando demasiado, tengo miedo por ti.- Le dije.

Creo que fue lo más cursi que le he dicho, pero también era lo más cierto. Si a Thomas le llegaba a pasar algo grave… Bueno, mejor no hablemos sobre ese tema.

Thomas se acercó a mí y me abrazó. Me besó la mejilla y luego en los labios.

—No tienes por qué, Linda.

(:..)

Una vez sentados en las sillas que estaban en frente del doctor Sutton, tomé la mano de Thomas y él me miró. Le di una mirada de: “todo estará bien” y él asintió.

El doctor Sutton tenía una mirada cansada, pero a la vez alegre y amigable. Daba pena tener que arruinarle el día con alguno de tus problemas.

—Bueno, - Dijo el doctor y aplaudió para luego sentarse en su silla —¿Qué les ha ocurrido, jóvenes?

—Bueno, en realidad, es él quien vino a hablar. Yo soy Cassandra Lovegood y él, Thomas Sangster- Dije señalándome a mí y después a Thomas.

—Está bien.- Me dijo Sutton mirándome y luego miró a Thomas con una sonrisa —¿Qué le ocurre, señor?

—Para serle sincero, yo no debería de estar aquí.– Dijo Thomas y yo rodé los ojos —Me pasó algo sencillo, tosí sangre. Mi novia es una exagerada y es por eso que estoy aquí.