I'm With You. [Thomas Sangster]

33.

Comencé a escuchar otra vez esa voz de fondo.

—Muñeca.- Parecía que hablara como si estuviera a 50 metros lejos de mí —Muñeca.- Su voz iba acercándose cada vez más —Muñeca, vamos despierta.- Cada vez más cerca —¡Muñeca!

Desperté sobresaltada. Angus estaba frente a mí con una sonrisa en su rostro.

—Te has quedado bien dormida, muñeca.- Me dijo.

Yo no entendía bien qué estaba pasando... ¿Qué pasó con Thomas? ¿Es que él no está...? Miré a mi alrededor en busca de respuestas. A mi lado estaban Chad y Abby durmiendo plácidamente. ¿Todo había sido un sueño?

—¿Dónde está Thomas?- Pregunté.

—Haciéndose la cirugía... Bueno, en realidad, ya terminó, es por eso que te desperté. ¿Quieres verlo?- Me preguntó.

Solté un gran suspiro de alivio al comprobar que todo lo que, supuestamente, pasó fue un gran y falso sueño.

Me levanté de mi asiento notando que Abby y Chad estaban despertándose de a poco.

—Levántense, tórtolos, y acompáñenme a ver a Thomas.- Dije y ellos sonrieron mientras se iban levantando.

Los cuatros nos dirigimos hacia el ascensor y Angus apretó el botón con el número 2 para que luego las puertas se cierren y el ascensor comience a subir. No hablamos durante el trayecto ya que estábamos tratando de contener la emoción. Cuando llegamos salimos rápidamente hacia el pasillo y nos dirigimos hacia la habitación donde se encontraba Thomas. La puerta estaba abierta, pero el doctor que estaba dentro nos dijo que podía pasar uno por vez.

—Entra primero tú.- Me dijo Abby y yo asentí.

Lentamente fui entrando a la habitación. Cuando lo hice me encontré con que Thomas estaba intentando bajar de su camilla. Yo me acerqué rápidamente a él y lo empujé, suavemente, hacia atrás para que se acueste.

—No se te puede dejar solo ni un minuto, ¿verdad?- Le pregunté mientras acercaba una silla a su camilla.

—Me quiero ir.- Dijo como un niño pequeño que no quiere que le den una inyección.

Cuando me senté en la silla nos quedamos un rato en silencio, y yo sonreí.

—Estoy orgullosa de ti.- Le dije y él me observó para luego sonreír.

—Todo esto es gracias a ti, no quiero ni imaginarme qué hubiese pasado si tú no hubieses descubierto lo de mi cáncer o te hubieses rendido en tus intentos de ayudarme... No sé cómo darte las gracias.- Me dijo y yo tomé su mano.

—Puedes agradecerme diciéndome que me amas.- Le dije y él rió.

—Te amo.- Dijo y luego hizo una pausa —Que conste que lo digo de corazón y no porque me lo pediste.

—Haré como que te creo.- Dije y él sonrió.

—Permiso...- Dijo Angus entrando a la habitación —Hola, hermanito.

—Los voy a dejar solos...- Dije y le sonreí a ambos para luego salir de la habitación y acercarme a Abby y Chad. Ambos estaban hablando muy enternecidos, pero aun así me acerqué a ellos.

—¿Les puedo contar algo muy raro?- Les dije y ambos me miraron al mismo tiempo. —Bueno, les diré.- Dije y los empujé hacia los costados para sentarme entre medio de ellos —Soñé algo que nunca pensé que soñaría y menos en este día momentos antes de que le hiciesen una cirugía a mi prometido...- Hice una pausa y me quedé pensativa.

—¿Qué soñaste, Cassie?- Me preguntó Chad.

—Que Thomas se moría... Fue horrible.- Dije y Abby tomó mi mano.