I'm With You. [Thomas Sangster]

7.

Desperté en la cómoda cama de Thomas. Ayer, luego de ese beso, él decidió que era mejor que yo me quedara a dormir en su casa. Así que, luego de haber ido a mi penthouse, agarrado ropa y cosas para mi higiene, Thomas me llevó directo para su casa.

Estaba enfadada conmigo misma, el desastre que había hecho en el desfile me iba a perjudicar demasiado en mi carrera como modelo. ¿Y si me despedían? He escuchado que muchas modelos que han hecho algo embarazoso fueron despedidas para no manchar el nombre de la marca y me da miedo que eso me pase a mí también.

Cuando me levanté de la cama me dirigí a la sala y me encontré con Thomas sentado en el sofá con varios periódicos y revistas y con su celular en su mano.

-Tírame las malas noticias.- Le dije.

-"La modelo de 'Vanity Fair', Cassandra Lovegood, hace el ridículo en desfile de dicha marca". Te digo otro: "Se rumorea que la modelo Cassandra Lovegood se desmayó en desfile a causa de las drogas". Uno más: "La modelo de 'Vanity Fair', Cassandra Lovegood, se desmaya en desfile debido a la influencia de pastillas".- Dijo Thomas. Todo eso lo leyó de títulos de diarios y en internet.

-Ya no saben ni qué inventar.- Dije frustrada.

-Es obvio que sólo ponen estos títulos de mierda para que la gente lo lea y los escritores tengan más dinero.

-Pero ahora qué voy a hacer. ¿Salgo a la calle y le grito al primero que vea: "¡Hey, idiota, en mi puta vida he estado bajo la influencia de drogas, así que no te creas lo que dicen en los periódicos!"?

-No, pero puedes cambiarte e ir al edificio de 'Vanity Fair' y luego hablas con el jefe sobre lo que pasó y le pides que trate de aclarar las cosas con la prensa.

Yo asentí.

(...)

Thomas me llevó hasta el edificio y luego se ofreció a acompañarme para hablar con el jefe. Me sentía nerviosa, estaba asustada, no quería que me despidieran de uno de los mejores trabajos que he tenido en mi vida.

Una vez en el piso en el cual se encontraba la oficina de nuestro jefe, comenzamos a caminar hasta llegar a su asistente que se encontraba en un lugar de recepción.

-¿Puedo hablar con Marcus?- Le pregunté.

Ella me hizo un gesto con la mano para que espere y eso hice. La mujer agarró el teléfono y apretó un botón.

-Señor, aquí...- Ella hizo una pausa y me hizo una cara como para que le diga mi nombre.

-Cassandra Lovegood.- Dije.

-Aquí la señorita Cassandra Lovegood - prosiguió la mujer - quiere hablar con usted - la asistente hizo una pausa mientras escuchaba lo que Marcus le decía -. Okey, ahora le digo.- Luego colgó y dejó el teléfono en su anterior lugar. -Dijo que puedes pasar a verlo.

-Gracias.- Dije.

Thomas y yo nos dirigimos a su oficina y tocamos la puerta de esta. De adentro se escuchó un: "Adelante" y yo abrí la puerta para luego ingresar al lugar.

-Sangster, Lovegood, buenos días.- Nos dijo con una sonrisa sentado desde su lugar. -Por favor, siéntense.
Ambos nos sentamos en los sofás pequeños que habían en frente de él.

-A qué se debe su visita.- Dijo Marcus.

-Bueno, en realidad, sólo yo soy la que quiere hablar con usted.- Dije nerviosa. Podía sentir cómo me sudaban las manos, aunque Marcus no mostraba ninguna señal de enfado hacia mí.

-Dime, Cassandra.

-Bueno, primero y principal, quería pedirle disculpas por el desastre que hice ayer en el desfile, sinceramente lo arruiné. Y, como segundo tema, quería pedirle si usted podía hablar con la prensa y tratar de aclararles que yo no estaba bajo la influencia de ninguna droga y sólo fue mi tacón que se dobló.- Dije.

-No arruinaste el desfile. Tu primera pasada fue espectacular. Luego, sí, te caíste, pero eso a cualquier modelo le puede pasar.- Me dijo Marcus.

-¿No me despedirás?- Le pregunté.

Marcus rió y Thomas sonrió.

-Claro que no, Cassandra. Perder a una modelo como tú sería el peor error que esta marca pudiera cometer. - Me dijo mi jefe con una sonrisa.

Yo suspiré aliviada.

-En cuanto a hablar con la prensa - prosiguió Marcus -, lo haré. He leído varios artículos en los diarios y me parece una barbaridad que digan esas mentiras.

-Gracias, Marcus.- Le dije.

(...)

-Al final todo resultó bien.- Me dijo Thomas mientras abría la puerta de su casa.

-Así es.- Dije mientras entraba a la casa y Thomas cerraba la puerta.

Me acerqué a la cocina, abrí el refrigerador, y luego agarré una botella de agua.

Thomas se sentó en uno de los taburetes y apoyó sus codos en la barra de mármol.

-¿Podemos hablar sobre el beso de ayer?- Me preguntó.

Wow, que directo.

-Bueno...

-No quiero que empieces a pensar cualquier cosa o que te ilusiones conmigo sólo porque te besé, lo hice porque te vi muy mal y me salió... bueno... besarte, pero eso no quiere decir que ahora nosotros dos nos vamos a casar y vamos a tener hijos.

-Ya lo sé, Thomas, tampoco es como si me gustaras o algo por el estilo.- Dije y bebí de la botella para ocultar mi incomodidad.

-Me parece bien, porque no me gustaría herirte ni nada...

-Para, ¿quieres?- Le dije interrumpiéndolo.

-¿Qué ocurre?

-Me estas confundiendo demasiado, Thomas. Antes no te importaba ni en lo más mínimo si me herías o no, y ahora vienes y me dices: "no me gustaría herirte", ¿qué carajo tienes en tu cabeza?

Thomas se quedó callado por un corto tiempo y luego habló.

-Ya te dije que maduré...

-No, no me vengas con eso porque yo no me trago esa estupidez.- Dije interrumpiéndolo.

Quería que Thomas me aclarara de una vez su repentino cambio de actitud para conmigo.

-Bueno, déjame explicarte bien - dijo y dio un suspiro -. El día en que me encontraste borracho yo te dije que me parecías linda y al otro día, como estaba sobrio, pude comprender lo que te dije y me sentí avergonzado porque tú ya no me ibas a ver como el tipo que te trata mal. La cosa es que tú me agradabas, no me gustabas ni nada de eso, me agradabas y... bueno, me agradas, y yo no me quería mostrar tierno y dulce contigo ya que eso no es lo mío. Lo que sí quise fue tratar de llevarme mejor contigo.

Cuando él terminó de hablar yo me quedé callada y luego reí.

-Ah, bueno, gracias por reírte de mí luego de tratar de darte una explicación lo menos cursi posible.- Me dijo Thomas.

-Parece el típico cliché de: "Oh, me agradas pero me haré el malo frente a ti". - Le dije poniendo una voz burlona y Thomas me enseñó el dedo de en medio.

-Hablo en serio, Cassandra, me agradas.- Me dijo y se bajó del taburete - Pero no pienso tener ningún tipo de relación amorosa contigo porque eso sería raro.