I'm With You. [Thomas Sangster]

21.

Thomas estaba tan pálido que Chad comenzó a abanicarle la cara con su mano.

—¿Cómo te enteraste?- Me preguntó tratando de recuperarse del impacto de mis palabras.

—Eso no es lo que más importa ahora, ¿no te parece?- Pregunté limpiándome una de mis lágrimas —Gracias, Chad, por dejarnos venir a tu casa, pero me parece que mi novio y yo tenemos temas de los cuales hablar en privado.

Thomas me miró y yo, todavía con mis ojos llorosos, le hice una seña con la mano para que se levantara y así él lo hizo. Chad, algo confundido y preocupado, nos condujo hasta la puerta principal y nos despidió. Luego, Thomas y yo entramos al auto para emprender camino hacia nuestra casa.

Tendríamos cosas de las cuales hablar.

(…)

Ambos nos encontrábamos en la sala, discutiendo. Angus nos observaba con una botella de cerveza en su mano, desde la cocina. Thomas hablaba apenado y yo sólo hablaba con un alto tono de voz.

—¡Es que todavía no entiendo cómo pudiste ocultarme tu enfermedad todo este tiempo!- Dije.

—No quería preocuparte.- comenzó a decirme Thomas mientras me tomaba de las manos y me miraba a los ojos —No quería que nuestra relación se tornara extraña. Tú andarías todo el tiempo preocupada por mí y por nosotros porque no tendrías ni la más puta idea de cuándo podría llegar a morir y eso es lo que yo no quería para nosotros. Cuando comenzamos a estar juntos yo tenía clara la idea de no decirte nada para proporcionarte un noviazgo normal tal y como cualquier persona querría.

—Okey, okey.- Dije soltándome de su agarre y me limpié las lágrimas bruscamente —Pongámoslo así… Digamos que yo nunca me enteré de nada, digamos que jamás imaginé que podrías llegar a tener cáncer… ¿y si morías mañana? Yo debería de seguir viviendo sabiendo que nunca hice nada para tratar de prevenir que algo tan trágico haya pasado, ¿entiendes? De cualquier manera yo saldría lastimada, Thomas, pero está bien porque acepto el reto.- Thomas me miró frunciendo un poco el ceño en señal de que estaba confundido por lo que dije —Te amo, Thomas.

Hubo un silencio absoluto en la sala.

—Creo que es el momento de que me valla a mi cuarto, nenes.- Dijo Angus y salió de la cocina para dirigirse a su cuarto.

Se escuchó que una puerta se cerró y Thomas habló:

—¿De verdad me amas?- Preguntó impresionado y feliz a la vez.

—Pues claro, idiota.- Le dije limpiándome una lágrima —Y porque te amo soportaré que tengas cáncer y te ayudaré a que te recuperes. Haré que dejes los putos cigarros a un lado y que comiences con los tratamientos que haya que hacerte porque te amo y quiero verte bien.

—Yo también te amo, Cassandra.

Lo miré enternecida ya que se veía como un niño frágil y necesitado de cariño, con su cabello revuelto, su cara roja y sus ojos llorosos. Lo abracé y Thomas escondió su cara en mi cuello mientras depositaba pequeños besos en él.

Al separarse de mí me besó la mejilla y luego me dijo:

—No sé si podré lograr lo que me pediste.- Hizo una pausa y yo bufé —Me gusta fumar y no quiero hacer esos tratamientos, ¿y si no ayudan?

—Si no ayudan nos iremos a otro país y trataremos en todos los hospitales que tal país tenga, haremos todo lo necesario y tú te curarás.

Thomas me ofreció una pequeña sonrisa.

(…)

—Auch.- Susurré.

Thomas y yo nos encontrábamos en el hospital. Un hombre de unos cuarenta y tantos años pasó al lado nuestro con una herida abierta y yo sentí dolor al verlo.