Thomas y yo planeábamos elegir los anillos y el salón el mismo día (el vestido y el traje lo elegiría cada uno por su lado, en otro momento).
Estábamos viendo el tercer salón que parecía ser el mejor de todos. Era de color anaranjado pastel, grande (había un sector donde una banda podía tocar) y espacioso. Tenía un gran patio con flores, árboles y dos fuentes. Un lugar bonito, costoso, pero bonito al fin y al cabo.
Thomas le dijo a la mujer que nos guiaba por el lugar que lo pensaríamos, y ella luego nos escoltó fuera del lugar.
El siguiente paso eran los anillos, pero no los veríamos antes de que Thomas fuera a hacerse la terapia.
-Tú quédate aquí en casa, yo iré a al hospital y volveré, ¿está bien?- Me dijo Thomas colocándose su chaqueta y tomando las llaves del auto.
-Okey.- Dije y él me dio un beso en los labios para luego irse.
Cuando vi que la puerta se cerró, fui a la cocina y agarré una botella de agua de la heladera pensando en qué iba a hacer para entretenerme mientras Thomas no estuviese. A Abby no la podía llamar porque estaba trabajando, así que comencé a caminar por la casa mientras tomaba mi agua.
Comencé a preguntarme en dónde estaría Angus. ¿Estaría bien? ¿Tendría dónde comer y dormir? ¿Habrá cambiado tanto en su actitud como físicamente? Eso me intrigaba bastante, y me arrepentía de no tener su número para llamarlo.
Entré a mi cuarto con Thomas y noté que su armario estaba abierto porque la manga de una chaqueta no dejaba que se cierre por completo. Bufé y me acerqué a acomodarlo. Abrí ambas puertas y varias prendas cayeron al suelo, fruncí el ceño y levanté una por una y las puse en la cama para doblarlas. Agarré una camiseta blanca y noté que tenía varias gotas de sangre en ella, fruncí el ceño y la dejé a un costado. Tomé la chaqueta azul oscura y también tenía una mancha de sangre.
-¿Qué es esto?- Me pregunté a mí misma.
Me fijé en las otras tres prendas y también había sangre en ellas. Fruncí el ceño y salí rápidamente a la sala para luego tomar el teléfono y marcar el número del hospital. Esperé un tono, luego otro y otro más para que después una mujer me atendiera.
-Hospital...
-Tengo una pregunta importante y necesito que me la responda ahora.- La interrumpí apresuradamente.
-Tranquilícese y dígame.
Suspiré.
-¿Thomas Sangster está ahí haciéndose la terapia de radiación?- Pregunté algo temerosa de la respuesta.
-No, él no está aquí, señorita.
En ese momento sentí que el enfado y la tristeza me invadían por completo. ¿Qué estaba haciendo Thomas? ¿Estaba fumando, bebiendo? ¿Qué se supone que tengo que pensar cuando veo tantas manchas de sangre en su ropa? ¿Estaba tosiendo sangre de nuevo? Todo esto es muy extraño.
-¿Usted es familiar de él? Porque si lo es puedo informarle si él llega a aparecer.- Dijo la mujer del otro lado de la línea. Había olvidado por completo que estaba hablando con ella.
-Soy su prometida, pero no se preocupe, la llamaré si necesito saber algo. Muchas gracias.
-De acuerdo, adiós.
Colgué y dejé el teléfono en su lugar.
Esto tenía que hablarlo con alguien. La única persona que se me venía a la cabeza era Abby, pero ella se enfadaría si la interrumpo en su trabajo.
Lo pensé y lo pensé hasta que supe a quién acudir.
-Chad.- Dije.
(...)

ESTÁS LEYENDO
I'm With You. [Thomas Sangster]
FanfictionThomas Sangster es un error, un maravilloso error, y Cassandra se ha enamorado de él sin saber las consecuencias. --- © Esta historia es completamente mía. No permitida su copia y/o adaptación. Portada hecha por: @lyrabarnes