Finalmente soy de Thomas.
Ambos, luego de volver de Milán, decidimos fijarnos cómo andarían las cosas si nosotros dos estamos juntos, y debo decir que todo anduvo de maravilla. Al principio yo estaba algo insegura ya que, para mí, Thomas era sólo mi amigo y adaptarme a la idea de tocarnos y besarnos sintiendo... bueno, amor, se me hizo raro, pero logré acostumbrarme.
Desde que todo esto empezó en Milán, ya pasaron tres semanas. Tres semanas en las que Thomas y yo nos besamos en frente de cualquier persona o él me toca siempre que me acuesto a su lado en la cama (así es, ambos dormimos en la misma cama). Pero, por ahora, obviamente, no llegamos a tener relaciones sexuales por el simple hecho de que recién empezamos y eso sería ir muy rápido, cosa que a mí no me agrada. Ya bastante que me acostumbré a que Thomas me diga todo lo que me haría, cada vez que salgo de la ducha.
-¿Quieres que te prepare un té, Linda?- Me preguntó Thomas.
Yo me encontraba acostada en la cama debido a que me resfrié luego de salir a caminar y que se largara a llover (por supuesto, yo no llevaba paraguas).
-Estoy bien, tranquilo.- Le dije.
-Tienes la nariz completamente roja, no me gusta verte así.
Thomas se me acercó y se recostó en la cama junto a mí. Él siempre iba a poseer ese precioso aroma a perfume masculino y tabaco, cosa que me encanta.
-Te vas a enfermar por mi culpa.- Dije.
Mi voz sonaba terriblemente mal y es por eso que Thomas se largó a reír, pero cerró la boca al notar mi cara de disgusto.
-Gracias.- Dije.
-Mañana no irás al trabajo, ¿okey?
-Definitivamente okey.
Thomas me sonrió y luego me besó en los labios.
(...)
-No fumes en la casa.- Le dije a Thomas cuando llegué a la sala.
Por si no lo dije, me había mudado a la casa de Thomas, ¿por qué? Porque estaba harta de mi penthouse. Así que me armé mis valijas, agarré a Rob y me fui con Thomas.
-¿Por qué saliste de la cama, Linda?- Me dijo él sacando el humo de su boca y dejando el cigarrillo en el cenicero.
-Me aburría.- Dije subiendo y bajando mis hombros.
-Me hubieras llamado para así teníamos algo de diversión, ¿no crees?- Me dijo Thomas coquetamente.
Rodé los ojos.
-Volviendo al tema. Tienes un enorme patio ahí afuera y tú te pones a fumar en la casa, ya sabes que no me gusta. Dañarás tus pulmones.
-Tranquila, tengo a estos chiquitos bajo control.- Me dijo señalando la zona de sus pulmones con sus dedos.
Hice una mueca y luego me dirigí a la zona de la cocina para agarrar una botella de agua de la heladera y luego beberla.
-Hoy es domingo, así que el martes tendremos que ir a la junta.- Me dijo Thomas sentándose en uno de los taburetes.
-¿Junta de qué?
-Marcus dijo que haremos una para que alguno de nosotros se cambie de marca.
-¿Qué? ¿Por qué?- Pregunté asombrada.
-No lo sé, pero es algo bueno, ¿no crees? Te renovarás.- Me dijo haciendo un tono extraño en la palabra "renovarás".
-Bueno, sí, pero yo no tengo ganas de cambiarme de marca, me siento bien en 'Vanity Fair'.

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I'm With You. [Thomas Sangster]
FanfictionThomas Sangster es un error, un maravilloso error, y Cassandra se ha enamorado de él sin saber las consecuencias. --- © Esta historia es completamente mía. No permitida su copia y/o adaptación. Portada hecha por: @lyrabarnes