14.

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-Milán está a tan sólo días.- Dijo Marcus.

Todos comenzamos a gritar y aplaudir debido a la emoción que sentíamos. Nuestro sueño a tan sólo unos cuantos días. Aunque yo no sólo pensaba en Milán, Thomas también estaba en mi cabeza. Sigo pensando en lo que me había dicho aquella vez que salimos:

"Capaz te quiero un poco más que como a una amiga."

¿Cómo era eso posible? Thomas y yo sólo compartíamos un sólo tipo de amor: amistad. Si nos amábamos, eso sería sólo como amigos, no como algo más. Pero cuando Thomas me había besado, yo sentí algo diferente con respecto a él... No sé, mejor no me haré la cabeza con ese tema.

Es una ecuación simple:

Thomas + Yo = Amigos.

Fin de esto.

(...)

Me encontraba probándome algunos de los vestidos que voy a tener que utilizar en el desfile. Todos eran preciosos. Cortos hasta la rodilla y de ceda, largos y con brillos.

Me miraba en el espejo y daba un par de vueltas para comprobar si me quedaba bien, visto de casi todos los ángulos.

-Como amaría verte en la pasarela con ese vestido.

Me di la vuelta y lo encontré a Thomas apoyado contra el marco de la puerta del gran vestidor. Yo sonreí y volví mi vista al espejo.

-Me hace feo el trasero.- Dije con una mueca.

Noté que Thomas se puso detrás de mí y se podía ves reflejado en el espejo. Observé que bajo la vista y luego me miró en el espejo sonriendo.

-Claro que no. Se ve bien.- Dijo.

Volteé para que quedáramos cara a cara. Cada día adoptaba más la mirada de un ángel.

-Si quieres verme con este vestido en la pasarela de Milán, deberías exigirle a Marcus que te lleve.- Dije.

Seguía molesta con nuestro jefe por no agregar a Thomas en la lista de modelos. Él era perfecto en todos los sentidos y cuando camina en la pasarela todos los camarógrafos instantáneamente sacan demasiadas fotos para poder tener cada ángulo de Thomas.

-O tú podrías desfilar justo aquí.- Dijo.

Yo lo miré extrañada y luego sonreí. Me di la vueltas y caminé un poco por el cuarto fingiendo que estaba en la pasarela. Thomas me miraba con una sonrisa. Di unas cuantas vueltas y luego volví a mi lugar anterior.

-¿Feliz?- Pregunté.

Thomas asintió y luego me dio un corto beso en los labios. Yo lo miré sorprendida y él se alejó un poco de mí.

-¿Por qué hiciste eso?- Pregunté confundida.

-No lo sé, tan sólo quise hacerlo y lo hice. No es mi culpa que tengas buenos labios.- Dijo y luego se fue.

Yo observé el lugar donde anteriormente Thomas estaba parado y luego me miré en el espejo. Thomas nunca se va a mantener normal, siempre te va a venir con algo que te dejará confundida, y esa siempre va a ser una de las cosas que odio de él.

(...)

Al salir del edificio de Vanity Fair comencé a caminar directo para mi penthouse, quería comenzar a armar la maleta para ir a Milán.

Justo antes de cruzar la calle, sentí que alguien me tomaba del brazo.

-¿Cómo has hecho?- Me preguntó la persona.

Al darme la vuelta noté que era un chico de mi misma estatura, tan pálido como el papel, con cabello color azabache y unos ojos azules.

-¿Cómo hice qué?- Pregunté nerviosa. El chico de verdad era muy lindo.

-Para enamorar a Thomas.- Dijo sonriendo.

Yo lo miré confundida. ¿Cómo es que ese chico tan guapo conoce a Thomas y por qué me pregunta cómo hice para enamorarlo?

-No sé de qué hablas, Thomas es sólo mi amigo.- Dije.

Aquel chico soltó una risa.

-Eres tonta como Thomas me lo comentó. Bueno, empezaré de nuevo.- Dijo -Hola, soy Chad, mejor amigo de Thomas, y vengo a preguntarte: ¿cómo has hecho para enamorar al chico que nunca se enamora de nadie?

Lo miré confundida por un par de segundos y luego contesté:

-Bueno, Chad, entérate de que tu amigo no está enamorado de mí ya que sólo es mi amigo.

-No me hagas creer también a mí que eres una idiota.- Dijo riendo.

Yo suspiré frustrada y, cuando noté que el semáforo se había puesto en rojo, crucé sin esperar a Chad. Aunque él logró alcanzarme y prosiguió con su charla.

-Okey, lo siento, lo siento. -Dijo riendo -Tan sólo abre los ojos, nena.

-Trata de ser más explícito.- Dije y ambos llegamos a la otra vereda para seguir caminando.

-Okey. Thomas me viene contando hace semanas que tú eres hermosa, que cuando sonríes él pierde la cabeza... Aunque también me dijo que sueles ser algo imbécil, pero dejemos eso a parte.- Yo rodé los ojos -El punto es, Cassandra (así es, sé tu nombre), que Thomas está completamente enamorado de ti.

Yo me quedé pensando. Nunca se me pasó por la cabeza que Thomas estuviera "enamorado" de mí. Sé que me quiere y que yo lo quiero a él, pero ya estar enamorado es un poco mucho. En mi cabeza sigue intacto ese chico que me trataba de imbécil, que se reía de mis desgracias y que siempre encontraba la manera de arruinarme el día.

-Supongamos que lo que me estás diciendo es verdad.- Dije y Chad asintió -¿Qué se supone que tengo que hacer?

-Habla con él.

-Siempre hablamos.

-Sí, pero de otra forma. Trata de ser más linda con él, como si tú también estuvieras enamorada.

-Eso suena muy estúpido. No voy a fingir algo como eso. Cuando sienta lo mismo que siente Thomas por mí, si es que lo que me contaste es cierto, actuaré como enamorada y bla, bla, bla.

-¿Y tú planeas decirme que tú no estás enamorada de él? Vamos.

Hice una pausa. A veces actúo como si estuviera enamorada de Thomas, como si algo dentro de mi me dijera que lo amo y que me encantaría tenerlo por siempre a mi lado. Cuando él me besa siento ese jodido cosquilleo por todo mi cuerpo y unas tremendas ganas de desmayarme... Pero el golpe de la realidad viene a mí con un mensaje muy claro: "Tú no amas a Thomas, y él no te ama a ti."

-Mira, piensa lo que quieras, ¿okey? Tú no eres nadie para venirme con todo esto porque: Primero, no te conozco; Segundo, que seas el mejor amigo de Thomas no significa que puedas venir y decirme todas esas mentiras; y tercero... Bueno, nada más.

-Mira, linda, Thomas es mi mejor amigo, tal y como tú dijiste, y es por eso que me ocupo de que encuentre su felicidad, y si su felicidad está contigo, pero él es un marica de mierda que no se atreve a decírtelo, yo me meteré en su vida privada y hablaré contigo.

Yo lo miré fijamente y luego seguí mi camino para irme directamente a mi penthouse. Tengo muchas cosas que hacer como para ocuparme de un idiota que dice estupideces. Si Thomas está enamorado de mí, me lo dirá a la cara porque él es Thomas Sangster y sabemos que todo lo que quiere lo tiene, y estoy segura de que si él quiere que lo ame, lo logrará, y no va a ser gracias a su amiguito.

I'm With You. [Thomas Sangster]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora