I'm With You. [Thomas Sangster]

10.

Como era de esperarse Will y yo no volvimos a hablar, pero con Thomas sí volvimos a hacerlo.

Ahora me encontraba en el edificio de 'Vanity Fair' donde nuestro jefe iba a informarnos sobre algo.

-Dentro de dos semanas tendremos un desfile donde varias marcas de ropa muy importantes se presentarán y sus modelos, obviamente, modelarán la ropa. Por favor, no me fallen, y vayan todos los que fueron seleccionados.- Nos dijo Marcus.

Me fijé en la tabla de modelos seleccionadas para saber si yo también estaba entre ellos.

17 - Cassandra Lovegood.

Era la modelo número 17 en la lista y me sentía orgullosa de mí misma. Participar de un desfile así no le pasa a uno muchas veces en su vida. En cambio, otras modelos se enojaron demasiado al notar que sus nombres no aparecían.

-Oh.- Dijo Marcus apareciendo devuelta en la sala -Me olvidé de comentarles que el desfile será en Milán, así que los seleccionados siéntanse afortunados.

Muchas modelos comenzaron a dar pequeños gritos y los hombres sonreían y se abrazaban. Milán es un sueño para muchos, y ahora es un sueño que se va a volver realidad.

(...)

Saliendo del edificio me lo encontré a Thomas y cuando él me vio yo lo abracé.

-¡Fui seleccionada!- Le dije en medio del abrazo y luego lo solté -¡Iré a Milán!

-Eso es genial, Cassandra.- Me dijo Thomas con una sonrisa.

-Y bueno, pero ¿qué hay de ti? ¿No estás emocionado por ir a Milán?- Le pregunté con felicidad.

Él negó con la cabeza mientras sonreía.

-¿Cómo que no?- Le pregunté mientras mi felicidad se iba apagando.

-Yo no... - Thomas bajó la mirada y luego la subió y me miró a los ojos con una sonrisa triste - No quedé seleccionado.

Hice una pausa. ¿Cómo que Thomas Sangster no fue seleccionado para un desfile de este calibre? ¿Acaso el mundo se volvió completamente loco?

-¿Por qué no?- Pregunté.

Thomas subió y bajó los hombros mientras seguía con su triste sonrisa. No me gustaba verlo con esa cara.

-Pero no puede ser. - Dije denotando mi indignación -Hay que hablar con Marcus y decirle que se equivoca, que si no te lleva a ti el desfile fracasará.

-Olvídalo, Cassandra.- Me dijo él negando con su cabeza mientras seguía con la misma sonrisa que no expresaba felicidad.

-Pero Milán es un sueño para todos nosotros. Y ahora más porque vamos a participar de un importante desfile allí.- Le dije preocupada.

-Qué se le va a hacer.- Dijo con su falsa sonrisa -Vamos, te invito un café.

Thomas me rodeó con su brazo izquierdo el cuello y ambos comenzamos a caminar hacia alguna cafetería.

Me ponía mal que Thomas intentara hacer que no le importaba no haber sido seleccionado cuando es obvio que sí le importa.

(...)

En el café ambos nos pedimos un capuccino y nos sentamos en una de las mesas que daba al ventanal.

-¿Cómo andas con tu búsqueda de buscar a un chico apuesto?- Me preguntó Thomas.

-Yo no ando en una búsqueda así.- Le dije y luego bebí de mi café.

-¿Segura?

-Como toda chica de mi edad estoy queriendo tener a un apuesto chico a mi lado para hacer las cosas que hacen los enamorados y bla, bla, bla. Pero yo no ando viendo chicos y diciendo: "Bueno. Este es inteligente pero no guapo, y este es guapo pero no inteligente." Yo sólo me fijo y ya está.

Thomas asintió. Parecía divertirse con todo esto, y es algo obvio. Thomas Sangster podría tener a la chica que él quisiera a su lado sin problemas, pero eso a mí no me pasa.

Muchos dicen que por ser modelo una puede tener a cualquier chico, pero a veces las cosas no son tan así. Capaz puedo tener a chicos lindos a mi alrededor, pero no a alguien que me ame.

-¿Quieres que te presente a algún chico?- Me preguntó.

-¿Lo harías?- Pregunté sorprendida.

-Claro que no, idiota. Todos los chicos que conozco son pedazos de mierda y tu eres mucho para ellos.

-Bueno, gracias.- Dije asintiendo y bebí de mi café.

(...)

Thomas y yo nos fuimos a su casa y él me permitió quedarme a dormir allí.

Al entrar a su casa me dirigí al cuarto de huéspedes y ordené un poco las cosas ya que las sábanas estaban desordenadas y las almohadas tiradas por el piso.

Una vez que terminé de ordenar me acerqué a la sala y me encontré con Thomas fumando un cigarrillo.

-¿Desde cuándo fumas?- Pregunté tosiendo debido al olor.

-Siempre. Sólo que no me has visto.- Dijo y volvió a meterse el cigarro en la boca.

Yo me acerqué a la cocina y agarré una botella de agua.

-Deberías de saber que fumar te hace mal a los pulmones.- Le dije y bebí de mi agua.

-Hey.- Dijo fingiendo voz de ofendido -Yo no te juzgo por beber esa jodida agua todo el día.

-El agua hace bien, el cigarrillo no.- Le dije sonriendo satisfactoriamente y volví a beber agua.

-¿Quieres probar?- Me dijo extendiendo su cigarrillo pero sin moverse de su lugar -Notarás que es relajante y te retractarás de tus palabras.

-Paso.- Le dije.

(...)

Ya eran como las doce de la noche y Thomas y yo seguíamos viendo viejas películas en su tv.

-Creo que de tanto ver películas en blanco y negro nosotros comenzaremos a ver la vida en esos colores.- Me dijo Thomas.

-Eso sería divertido.- Dije sonriendo.

Se hizo un silencio entre nosotros mientras prestábamos atención a la película, hasta que yo hablé:

-¿Acaso no estás ni un poco enojado porque no te seleccionaron?

-¿Seleccionaron para qué?- Preguntó mientras seguía con su vista en la película.

-No te hagas el idiota.- Le dije y él me miró sonriendo.

-¿Y a qué se debe esa pregunta?

-La tuve guardada durante todo el día.- Le dije y él rió.

-No estoy molesto, tú tranquila.- Me dijo y yo hice una mueca.

-Ahora yo te haré una pregunta que tuve guardada durante todo el día.- Me dijo.

-Suéltalo.

-¿Qué sentiste cuando te besé?

Gran pregunta. Si le decía que cuando me besó sentía que estaba tocando el cielo quedaría como una estúpida, y no quería eso.

-Nada.- Dije dudosa.

-¿Segura?- Me preguntó divertido.

-Demasiado segura.

Entonces, sin previo aviso, se acercó y me besó. Por alguna razón Thomas poseía unos labios que parecían sacados del cielo mismo.

Cuando se separó de mí se quedó cerca de mi rostro y me susurró cerca de los labios:

-Se podría decir que yo tampoco sentí nada.