I'm With You. [Thomas Sangster]

6.

Día del desfile de 'Vanity Fair'.

Faltan 2 horas para el desfile y cada una de las personas encargadas de todo no paraban de moverse y arreglar cosas. Mi jefe pegaba algunos gritos de vez en cuando, pero a la vez trataba de poner orden en el lugar.

Tras bastidores yo me estaba terminando de poner el primer vestido así ya me quedaba cambiada y no tenía que estar a último momento apurada.

Al terminar de cambiarme me fui a maquillar. Me senté en una silla frente al espejo del camerino y la maquillista se colocó a mi lado para comenzar con su trabajo.

Mientras yo era maquillada, lo vi pasar a Thomas por detrás mío, pero él no me vio. Por lo poco que pude verle supe que se veía fantástico, como siempre.

-¿Vieron a Thomas?- Le dijo una chica que estaba detrás mío a una de sus amigas.

-Está buenísimo.- Le dijo su amiga.

Las chicas empezaron a reír y luego se fueron mientras seguían hablando.

Yo me había molestado un poco por ese comentario hacia Thomas, pero no entiendo por qué porque muchas veces antes he escuchado que algunas de las modelos decían lo bueno que él estaba, pero esta vez me molestó, es como si yo estuviera... ¿celosa? No, no lo creo.

(...)

A tan sólo una hora del desfile ya algunos periodistas y personas de alto prestigio comenzaban a llegar al lugar y se iban ubicando en sus asientos.

Yo seguía tras bastidores colocándome más brillo labial en los labios. Estaba nerviosa y no sé por qué, no es como si este fuera mi primer desfile, pero este quizás sea un poco más importante que los otros.

Me quedé mirándome al espejo hasta que noté que había otro rostro reflejado en él.

Thomas.

Me di la vuelta y quedamos cara a cara. Él sonrió y me miró de arriba a abajo.

-Presiento que todos te amarán cuando salgas a caminar por la pasarela.- Me dijo y luego de humedeció los labios.

-Tú no te quedas atrás. Ya puedo ver a las chicas cayéndose de sus asientos al verte.

-Apuesto a que si tú fueras alguna de esas chicas también te caerías de tu asiento.

-¿Quién te crees que eres? ¿Leonardo DiCaprio?- Le pregunté casi riendo.

Thomas se tocó la barbilla y soltó un suspiro que pareció una risa.

-No, de verdad - Dijo con una sonrisa -. Eliminando todas las estupideces que dijimos recién, tú te ves muy preciosa.

Yo me sonrojé apenas un poco, todavía no me acostumbro a que Thomas sea así de lindo sólo porque "maduró", sé que hay algo más detrás de esta nueva actitud.

-Bueno - dijo él rompiendo el silencio -, tendría que peinarme porque en cualquier momento todo esto empieza. Nos vemos en la pasarela. - Dicho esto se marchó.

(...)

Todos estábamos listos para salir. Mis compañeros y compañeras sonreían nerviosamente mientras el presentador nos anunciaba. Yo era la tercera en salir y me sentía bajo presión.

-¡Y esta es la moda de 'Vanity Fair' de la temporada otoño-invierno 2014!

Las modelos que estaban delante mío comenzaron a salir hasta que llegó mi turno y tragué saliva.

-Tranquila.- Me susurré para mí misma y luego salí para comenzar a caminar en la pasarela.

Sentía todas las miradas posadas en mí, algunas con admiración y otras sin importancia. Los flashes se disparaban como locos y escuchaba cómo los periodistas comenzaban a hablar de mí frente a la cámara.

Al llegar al frente de todos al final de la pasarela di un giro y luego volví caminando dejando que la modelo que se acercaba detrás de mí se pusiera en mi anterior lugar y repitiera lo que yo hice.
Al llegar tras bastidores me tenía que cambiar de atuendo. Casi que corrí al vestidor en el cual debía de cambiar mi abrigado vestido azul por unos pantalones de seda, un abrigo de piel color café y unos tacones bastante altos.

(...)

Al llegar a la fila para volver a salir, me di cuenta que se me dificultaba mucho el caminar con los tacones.

-Mierda.- Susurré.

Apenas podía caminar tres pasos bien ya que después sentía que se me torcía el tacón.

-Bien, Cassandra, tienes que salir.- Me dijo la chica que nos decía cuándo salir.

Y eso hice.

Cuando comencé a caminar por la pasarela sentía que en cualquier momento podría caerme, pero por ahora iba bien. Al llegar al final tuve que dar el giro... y ahí fue cuando pasó. Al girar se dobló mi tacón y yo caí de espalda en la pasarela. Todo pareció detenerse por tres segundos: las modelos se quedaron quietas, la prensa y también el público, y después todo volvió a la normalidad. La gente se tapaba la boca en un gesto de sorpresa, la prensa tomaba fotos y más fotos, y alguna gente que salió de entre los guardias se acercó a mí y me ayudó a levantarme y me llevaron tras bastidores.

Al llegar intentaron sentarme en una silla pero yo pedí que me dejaran ahí, parada.

Cuando por fin estuve sola me saqué mis tacones de mierda y los tiré contra la pared para luego soltar un grito de frustración.

-Hey, tranquila.- Dijo una voz.

Al darme la vuelta me encontré con Thomas.

-¿Cómo me pides tranquilidad? ¡Hice el ridículo allá afuera!- Dije señalando la salida que daba a la pasarela.

-No, no lo hiciste, fue sólo un pequeño error que tuviste.- Me dijo acercándose a mí y tratando de tranquilizarme.

-¿Pequeño? Sí claro. Pequeño hubiera sido que me hubiera tropezado, pero yo me caí y...- Había estado conteniendo las lágrimas, pero no lo soporté más y las dejé salir.

Ya podía imaginarme a la prensa burlándose de mí y a mis compañeras y compañeros enojados conmigo porque arruiné el desfile.

-No llores, Linda.- Me dijo Thomas.

Yo me senté en el suelo, aún llorando, y Thomas se sentó junto a mí y me rodeó con su brazo derecho.

-Todos deben de odiarme.- Dije.

-Para nada, no se enojarán. Es más, deben de estar preocupados.- Yo lo miré y él limpió una de las tantas lágrimas que caían por mi rostro. -Verte llorar me hace mal.

Ambos nos miramos un largo rato. Me sentía bien junto a Thomas, lo que él me decía me hacía bien.

Thomas se acercó más a mi rostro y su nariz se chocó contra la mía, él sonrió un poco y luego lo hizo. Me besó. Sus labios eran suaves y tenían un sabor dulce, era como besar el cielo.