I'm With You. [Thomas Sangster]

34.

Thomas

Mi madre una vez me dijo que casarse es el proceso más estresante que tuvo, pero cuando llega ese gran día todo lo vale. El tiempo que perdiste buscando el pastel de bodas o las peleas con tu pareja, eso no importa cuando ya estás en el altar a punto de dar el "sí" a tu amada.

—¿No estás nervioso? –Me preguntó Chad reflejándose en el espejo.

—No, estuve esperando este día por meses, no voy a dejar que unos nervios me lo arruinen. –Dije y acomodé mi corbata.

Cass y yo habíamos tenido una sesión de fotos para varias revistas luego de anunciar nuestro casamiento. Ella estaba de lo más feliz por ello y eso me hacía feliz a mí. Cassandra es la mejor mujer que he conocido, y no me arrepiento de ningún momento con ella. Fue la única que no me abandonó, que no se cansó de intentar hacerme una mejor persona, y eso es lo que más aprecio de ella.

—Ya puedes ir al altar a esperar a Cassandra. –Dijo Angus abriendo la puerta de mi habitación y yo asentí.

—Tú puedes, amigo. –Me dijo Chad dándome una palmada en la espalda y yo asentí para luego suspirar.

—Este día será perfecto. –Dije y luego comencé a caminar fuera del lugar.

Al llegar al salón donde nos casarían a Cass y a mí, comencé a caminar hacia el altar recibiendo miradas emocionadas de familiares y amigos. Una vez en mi lugar, acomodé mi cabello y miré a las personas que estaban presentes.

Chad se había acercado al banco donde Abby estaba al borde de las lágrimas y la abrazó. Angus se sentó junto a ellos y al notar que yo lo estaba observando puso su mano en puño y luego lo extendió hacia mí en un gesto de apoyo. Bastantes compañeros del trabajo de Cass y mío estaban presentes hablando entre ellos. Mi padre estaba en el altar junto a mí y me sonrió al darse cuenta que lo estaba observando. Yo me encontraba emocionado, sentía que mi corazón iba a explotar. Amaba a Cass y no podía creer que iba a casarme con ella.

En un momento todas las personas del lugar hicieron silencio y comenzaron a levantarse de sus asientos cuando la puerta principal se abrió y una mujer en un piano comenzó a tocar una canción.

No había manera de describir lo hermosa que estaba Cass, con su gran vestido blanco y su cabello recogido un una trenza hacia el costado con un velo blanco cubriéndole todo el rostro. Mi corazón palpitaba cada vez más rápido a medida que Cassandra, acompañada de su tío Edward, se acercaba al altar. Una vez que su tío le soltó la mano, Cass se posicionó en su lugar.

—Hermanos –comenzó a decir el Padre-, hoy estamos aquí reunidos para unir en sagrado matrimonio al señor Thomas Brodie-Sangster y a la señorita Cassandra Mia Lovegood.

La ceremonia pasaba lentamente y yo sólo podía pensar en Cassandra, quien no soltaba mi mano debido a su nerviosismo.

En el momento de los anillos la prima más pequeña de Cass junto a mi prima más pequeña se acercaron con una pequeña caja que contenía dos anillos dentro de ella. Nos dieron uno a cada uno y luego se alejaron con vergüenza.

—Quiero decir unas palabras, antes. –Dije en voz alta mientras sostenía la mano de Cassandra —Cass, eres lo más importante que tengo en mi vida y quiero que sepas que prometo nunca dejarte ir. Cuando me di cuenta de que tú eras la única que estaba decidida a ayudarme a cambiar, a ayudarme a salvar mi vida, supe que eras la mujer para mí, la persona que quería que pase el resto de mis días a mi lado. Te amo, Cass.

Pude notar que ella estaba sonriendo detrás del velo y luego suspiró.

—Thomas, prometo nunca dejarte ir, prometo estar contigo hasta siempre y nunca cansarme de ti, porque no creo que pueda. Te amo porque tú me haces sentir como nadie más puede, junto a ti me siento feliz y llena de vida. Eres demasiado importante para mí y te quiero a mi lado por siempre. Te amo. –Dijo y pude notar que algunas lágrimas se le escaparon ya que se limpió la cara con su mano libre.