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Capítulo 24: "Recuperando lo perdido"

POV NARRADORA-

Había pasado una semana desde que Harry había desaparecido y aún no hay noticias sobre el paradero del chico, junto a él habían desaparecido Dumbledore y la menor de los Weasley, toda su familia estaba ahora bajo custodia de la policía hasta que se supiera dónde encontrarlos, durante toda la semana habían salido artículos de revistas y periódicos donde se revelaba la verdad sobre lo que Dumbledore hacía e hizo en su tiempo como director de Hogwarts.

Mientras tanto la familia entera estaba en vilo por no saber qué sucedía con Harry, Tom apenas dormía o comía, cuando no estaba paseando por la mansión Malfoy, estaba encerrado en su habitación pensando en Harry; por otro lado Sirius, Severus y Lucius estaban removiendo todas las propiedades del hombre con ayuda de Aberforth, todos estaban al borde de una crisis pues en ningún lugar había pistas sobre su paradero.

Tom en medio de su rutina de desesperación recordó un lugar donde podría estar Dumbledore, el mismo lugar donde había cometido todas sus atrocidades. Corrió desde su habitación hasta el estudio de Lucius; que era el lugar donde solían reunirse para hablar sobre la poca información que habían conseguido, enojarse y finalmente resignarse a seguir buscando, cuando Tom cruzó la puerta estaban pasando del enojo a la resignación.

-Ya se donde están- fue todo lo que Tom dijo cuando todos voltearon a verlo en cuanto la puerta se abrió.

Todos miraron a Tom sin entender de qué hablaba, pero fue Severus el primero en reaccionar.

-¿Dónde?

-Hay un lugar dentro Hogwarts al que sólo puedes acceder si sabes donde buscar, posiblemente nadie más sabe dónde está.

-Tenemos que ir, pero no ahora, todos estamos muy cansados- Severus dijo viendo como Remus prácticamente se cae sobre Sirius.

-Eso será lo mejor, y nos dará tiempo de reunir un equipo lo suficientemente grande para poder entrar y sacar a Harry, sin que el maldito tenga oportunidad de escapar- término Lucius.

Tom por su parte a pesar de querer ir inmediatamente, entendía que no podía simplemente ir y ya, necesitaban un plan. Así que él también se retiró a su habitación para intentar descansar, esta vez pudo conciliar el sueño por más tiempo, la esperanza de pronto tener a Harry nuevamente con él le permitió tener más paz de la que había sentido en mucho tiempo.

-POV HARRY-

Volví a despertar de la inconsciencia una vez más sin saber dónde estaba, aunque los muros de piedra negra se me hacían sumamente familiares, sentía la garganta seca y me dolía de tanto gritar, siempre pasaba lo mismo, Dumbledore entraba, me inyectaba con las jeringas de líquidos de colores, sentía como todo dolía, como si todo por dentro se estuviera quemando, gritaba y gritaba hasta que la garganta ya no le daba más y finalmente la oscuridad se lo llevaba.

Miró a su alrededor, no había nadie, estaba solo en el laboratorio. Había varias computadoras, archivadores y un par de estanterías de libros, junto a él había una bandeja con lo que parecían bisturís y otras cosas más, estaba mirando mis posibilidades de escapar. Cuando la puerta se abrió lentamente y por ella salió la cabeza de Weasley, la maldita loca estaba aquí.

-Amor ya estoy aquí- fue lo que dijo al entrar.

Yo simplemente la mire y luego gire la cabeza a un lado, no le voy a dar la satisfacción de verme gritar, ni suplicar.

-POV NARRADORA-

Ginevra Weasley acarició la cara de Harry y él se estremeció un poco, a pesar de no dejarlo ver estaba muy asustado de lo que sucedería, esa mujer siempre había tenido una extraña obsesión con él, que había aumentado al ser la enfermera a cargo de él mientras estuvo internado.

Ella se paró frente a él y lentamente empezó a pasar sus manos por por los brazos de Harry y luego fue bajando por sus piernas, tomó una jeringa con un líquido transparente y se lo inyectó. Luego desató sus piernas y sus brazos de la silla.

Harry podía sentir la sangre bombeando rápidamente en sus oídos, sabía lo que la desgraciada quería hacer pero no le daría el gusto, sobre su maldito cuerpo muerto permitiría que le pusiera una mano encima. Harry esperó un poco y cuando ella le dio la espalda tomó la bandeja que siempre estaba a su lado y la golpeó en la cabeza, ella cayó sobre y sus rodilla y zaz otro golpe y cayó inconsciente.

Aun con la adrenalina corriendo por sus venas, Harry toma la tarjeta de acceso que estaba en el bolsillo de su bata y salió corriendo, al salir de la habitación se encontró con un largo pasillo mal iluminado, repito profundo y comenzó a correr, derecho y sin parar, corrió hasta que empezó a sentir que lo que sea que le inyectó la mujer le estaba haciendo efecto, sentía las piernas pesadas de tanto correr, la garganta le tiraba de lo seca que estaba, se sentía débil por la falta de alimento y la vista se le nublaba por momentos, rogó a quien pudiera escuchar sus súplicas por encontrará la manera de salir rápido. Podía sentir las fuerzas dejarlo pero se presionó a seguir corriendo, pensó en su familia, sus amigo y en Tom quien seguramente estaba subiéndose en las paredes, esto le dio la fuerza que necesitaba para seguir, unos metros más adelante había una puerta con un bombillo de color rojo arriba y una panel de acceso al lado, paso la tarjeta de Weasley, la luz titilo dos veces y luego de color verde. La puerta hizo un sonido sordo cuando se abrió y con las pocas fuerzas que le quedaban Harry tiró de ella y la luz le dio directo en la cara.

Tom, Lucius, Sirius, Remus, Severus y un equipo de diez hombres armados entre los cuales estaba Bellatrix Lestrange, su esposo y cuñado; quienes eran conocidos por brindar servicios privados de vigilancia y guardaespaldas, estaban en las puertas de Hogwarts y estaban siendo recibidos por quien era la actual directora del lugar Minerva McGonagall y su mano derecha Hermione Granger.

Lucius les explico rápidamente lo que estaba sucediendo, y Minerva sin ningún problema les dio el acceso que necesitaban enviando a Hermione con ellos, Tom quien iba al frente caminaba rápido, fue muy difícil para los demas recordar por donde habían tomado, pero Tom parecía saber muy bien para donde iba, finalmente llegaron a un pasillo largo y de poca iluminación, que terminaba en una puerta de seguridad que lucía bastante pesada, y tenía un panel de acceso al lado, Hermione trato de pasar su tarjeta por el pero le negaba el acceso, era obvio que Dumbledore y posiblemente la loca Weasley eran los únicos con acceso a este lugar. Rabastan Lestrange dio un paso al frente y sacó su computadora, la cual conectó al panel y luego de unos minutos de tensión este les dio acceso a la puerta, la luz de encima de la puerta titilo dos veces antes de volverse verde, la puerta se abrió sola lentamente.